El dueño de Greenalia controlará más del 10% de la fábrica de fibras textiles de Altri

La pastera lusa crea dos sociedades, una en Galicia y otra en Portugal, para gestionar el proyecto, y busca incorporar, al menos, un socio más

Greenalia y Altri

Manuel García Pardo, CEO de Greenalia, junto a su homólogo en Altri, José Soares de Pina

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Altri ha hecho oficial la entrada de Smarttia, la sociedad con la que Manuel García Pardo controla la mayoría accionarial de Greenalia, en el proyecto para construir una planta de fibras textiles en Palas de Rei (Lugo), una operación que avanzó Economía Digital en enero y que ha confirmado este martes el vicepresidente de la pastera lusa, Carlos Van Zeller.

La entrada del dueño de Greenalia en la principal iniciativa impulsada por la Xunta a los fondos Next Generation tiene sentido por su experiencia en las renovables, incluida la planta de biomasa de 50 megavatios de Curtis, y su conocimiento del sector forestal. La fábrica que pretende levantar Altri con una inversión de 800 millones se abastecerá totalmente de fuentes renovables, con la perspectiva de vender la energía sobrante en el mercado. La pastera lusa también conoce bien el monte gallego, donde lleva años haciendo compras de madera a través de su filial Celbi.

Manuel García Pardo no ejercerá de comparsa. Smarttia tomará más de un 10% del capital de la sociedad creada para gestionar el proyecto, Greenfiber, en la que el fundador de Greenalia fue nombrado consejero recientemente. Fuentes empresariales señalan que su participación podría estar cerca incluso del 20%, aunque en Smarttia no han confirmado hasta tal punto y se han limitado a admitir que el porcentaje será «significativo». En cualquier caso, un rango entre el 10% y el 20% le asegura un peso relevante en la sociedad.

La previsión de Altri, según las fuentes consultadas, es intentar incorporar al menos un socio más al proyecto. Hasta ahora, la compañía portuguesa ha buscado empresas especializadas en áreas relevantes para la factoría de fibra textil, ya sean del ámbito forestal, energético o tecnológico. Todo hace pensar que seguirá por este camino. Desde que se hizo público el proyecto, la pastera siempre ha asegurado que retendría más del 50% del capital.

Dos nuevas sociedades para una fábrica

Aunque el principal reto que afronta Altri para levantar la planta de Palas de Rei es cerrar el plan de financiación, la compañía lusa ya ha armado la estructura societaria sobre la que se asentará el proyecto. Lo ha hecho mediante la creación de dos sociedades. La más capitalizada es Greenfiber y es gallega. Tiene sede en Pontevedra, en el mismo domicilio que Altri Participaciones y Trading, la sociedad que utiliza para la exportación e importación de pasta de celulosa y madera. Greenfiber se constituyó el pasado junio con un millón de euros de capital. Manuel García Pardo fue nombrado consejero en septiembre, según consta en el Registro Mercantil.

Aparentemente, esta será la empresa que controlará la planta de fibras textiles y tendrá como socio mayoritario a una filial de Altri denominada Biogama. Creada en 2021, está participada en un 90% por la matriz del grupo y en un 10% por Celbi, la fábrica de celulosa de Figueira da Foz. El nombre elegido hace referencia al proyecto gama, la denominación con la que la compañía bautizó su futuro complejo industrial en Galicia.

La incógnita de los fondos europeos

La última visita de Altri a la comunidad fue para la I Xornada Divulgativa da Sociedade Impulsa Galicia, un acto con el que la Xunta pretendió poner en valor la sociedad público-privada que creó para gestionar los grandes proyectos tractores presentados a los fondos europeos y que Alfonso Rueda definió como un «éxito» antes de saber si se llevarán a cabo o si recibirán ayudas. En ese escenario, el directivo de la pastera portuguesa defendió que la fábrica de fibras textiles merecería un Perte específico que le permitiera captar fondos Next Generation. Sus conversaciones con el Gobierno central, sin embargo, le hacen ser pesimista respecto a que pueda ponerse en marcha.

Carlos Van Zeller explicó que la opción más probable es encajar el proyecto en otros Pertes, lo que dificulta la obtención de ayudas significativas para un proyecto de esta dimensión. En todo caso, la pastera portuguesa espera tener información sobre la financiación antes de que acabe el año y después, «en un par de meses», poder aprobar el proyecto. Altri ha dado todos los pasos para confirmar su inversión en Galicia, pero lo cierto es que ha ido dilatando los plazos sin tomar una decisión. El último apuntaba a que no se decidiría si se llevaba a cabo o no el proyecto hasta junio del año que viene.

A pesar de las dudas, que Van Zeller vinculó precisamente a la incerteza respecto a los fondos europeos, fuentes conocedoras del proyecto daban por hecho que la fábrica de fibras textiles saldrá adelante, incluso sin recibir las ayudas previstas. Altri, como avanzó este medio en junio, esperaba financiar hasta un 25% del proyecto con los Next Generation, lo que equivaldría a unos 200 millones en ayudas.

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