El dueño de Liberty, el pretendiente de Alcoa: “Ha sido el mes más difícil de mi vida”

Sanjeev Gupta, el dueño de GFG Alliance, lanza un mensaje de calma la plantilla ante los problemas derivados del colapso de su principal financiador

Liberty House tiene un proyecto solar en Australia que servirá para abastecer una planta de hidrógeno verde.

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La quiebra de Greensill ha dejado en una situación extremadamente comprometida a GFG Alliance, el grupo del empresario británico Sanjeev Gupta, interesado en hacerse con la fábrica de aluminio primario de Alcoa en San Cibrao. Este lunes, medios británicos indicaban que el Gobierno de Boris Jonhson habría tumbado una petición de rescate de unos 200 millones de euros al cambio de Liberty Steel, la división de acero del gigante industrial, la más afectada por el colapso de su principal financiador.

Las informaciones sobre Liberty son analizadas con lupa en España, toda vez que la SEPI diseñó un plan a tres bandas para poder salvar Alcoa San Cibrao y que pasa por traspasarle la factoría lucense una vez que se la compre a la multinacional estadounidense. No obstante, el Ejecutivo estatal habría solicitado a la compañía británica garantías, de cara a asegurar tanto el mantenimiento de la actividad como los puestos de trabajo. En todo caso, los sindicatos con representación en la planta de A Mariña tienen claro que lo fundamental, al margen de la situación de Liberty, es que el Estado se haga con la planta, de la que dependen más de medio millar de empleos.

Mensaje de Gupta

No obstante, y a pesar de las informaciones, el presidente de la compañía, el magnate Sanjeev Gupta, habría enviado un mensaje a sus trabajadores (el grupo cuenta con unos 35.000 empleados a nivel mundial) para calmar los ánimos. En ese mensaje, recogido por The Guardian, Gupta manifiesta que el grupo tiene capacidad para refinanciarse, aunque admite haber pasado “el mes más difícil de su vida”.

En esa comunicación a la plantilla, el directivo no revela el alcance de las deudas que en este momento tiene Liberty, pero reconoce que la cantidad es millonaria y que, desde hacía tiempo, el grupo industrial trabajaba para limitar la dependencia de su negocio de acero de Greensill. “La intención era también alejar nuestro negocio del acero. Ahora tenemos que completar ese viaje”, apunta, según las transcripciones recogidas en medios internacionales. En ese mensaje a la plantilla, Gupta indicaría, no obstante, su optimismo sobre la situación del negocio y la consecución de nuevas fuentes de financiación. El grupo, de hecho, mantiene su apuesta en España por la aluminera gallega.

“Ha sido el mes más difícil de mi vida… Realmente, me preocupo por mi negocio, mi familia, mis empleados. Me preocupo por ellos y estoy totalmente comprometido a salir mucho más fuerte de esto”, apuntó el empresario.

Economía Digital Galicia

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