El mayúsculo reto de Adriana Domínguez: volver al tiempo de la arruga

Adolfo Domínguez cuelga las tijeras en un momento complicado. Con la crisis del Covid y un ERTE en marcha, su hija Adriana es la nueva presidenta del grupo

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Adolfo Domínguez, el modisto que popularizó la arruga a finales de la década de los ochenta, ha decidido colgar las tijeras. La compañía textil informó este viernes a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) su decisión de abandonar la presidencia del grupo, que queda en manos de su hija Adriana. Culmina así un proceso de sucesión que comenzó en noviembre de 2016, cuando fue nombrada consejera. Un año después se hizo con el cargo de directora general para, en 2019, llegar a consejera delegada. El famoso sastre se marcha, pero no muy lejos. Continuará en el máximo órgano de dirección del grupo en calidad de consejero dominical y seguirá siendo el máximo accionista de la compañía, al retener un 31,5% del capital de la misma.

Domínguez se marcha en un momento especialmente complicado para el mundo del textil, fuertemente golpeado por la crisis del Covid-19. Según la patronal Acotex, los ingresos del sector caerán más de un 50% este 2020. A Adriana Domínguez hay que reconocerle que ha mejorado las cifras de la firma, que ha incrementado ingresos y reducido pérdidas en los últimos ejercicios, pero, de momento, aún ha sido incapaz de sacarla de los números rojos. En esta tesitura, ¿cuáles son los retos a los que se enfrenta la nueva presidenta de Adolfo Domínguez?

1. ERTE para 900 personas

A mediados de marzo, tras la entrada en vigor del estado de alarma y debido al cierre de todas sus tiendas en España, la empresa de moda ourensana puso en marcha un ERTE que afectaba al 76% de la plantilla, 909 trabajadores en total. El grupo se acogió a la nueva modalidad de Expediente de Regulación Temporal de Empleo activado por el Gobierno de Pedro Sánchez para la cuarentena, el de causa de «fuerza mayor». Entre los trabajadores acogidos a este ajuste de empleo figuraba tanto el propio Adolfo Domínguez, en calidad de responsable creativo de la sección de ropa masculina, como Elena González, miembro de la alta dirección de la compañía, directora creativa de AD Mujer y, además, su esposa. Ahora, la firma ha comunicado que activará otro ERTE una vez acabe el estado de alarma. En este caso se trata de un ERTE de «causas organizativas». Un ajuste temporal de empleo que tiene un periodo de vigencia máximo de un año y que afectará, de manera parcial, a 896 empleados (el 84% de su plantilla). Este expediente afectará tanto a trabajadores de tiendas, como de logística y central.

De momento, este segundo ERTE no cuenta con el apoyo de los sindicatos, ya que el periodo de consultas acabó sin acuerdo. Tanto desde UGT como desde CCOO denuncian que la compañía quiere «cargar» en los trabajadores el peso de la pandemia. Con todo, desde la compañía aseguran que el ERTE será «gradual y acompasado», de forma que los empleados irán saliendo del mismo a la par de la recuperación del negocio y las tiendas.

2. Reapertura de tiendas

La salida del ERTE va indiscutiblemente ligada a la reapertura de tiendas en todo el mundo. El pasado 19 de mayo, cuando anunció la intención de aplicar el segundo ERTE organizativo, explicó que mantiene abiertas 64 de sus 391 tiendas en todo el mundo, de las cuales 30 están en España y el resto Portugal, Francia, Japón, China, Chile, Costa Rica y Australia. Lo que es lo mismo, a mediados de mes tenía abiertos menos de un 20% de sus establecimientos. Fundamental para su recuperación será volver a abrir en los territorios en los que más factura, tanto España como México. El país azteca, fuertemente golpeado por la crisis sanitaria, se ha convertido en el mercado más rentable de Adolfo Domínguez. A falta de conocer los datos de cierre de su ejercicio fiscal 2019 (aún no presentados ante la CNMV), cabe recordar que hace un año el resultado antes de impuestos del grupo ourensano en el país sudamericano fue de 5 millones de eurosEn los nueve primeros meses de su año fiscal, Adolfo Domínguez sumó ventas por valor de 76,6 millones de euros, de las que México aportó 12,4 millones, un 7% más que en el mismo período del pasado ejercicio. 

4. Potenciar el online

La crisis del coronavirus hace que el sector de la moda tenga que redoblar su apuesta por el online. Lo cierto es que la potenciación de la venta por internet ha sido uno de los caballos de batalla de Adriana Domínguez desde que tiene puestos de responsabilidad. La firma redobló la apuesta por el ecommerce con la llegada del Covid-19. Iniciada la cuarentena, la marca decidió optimizar la actividad de su centro logístico en San Cibrao das Viñas (Ourense) para reforzar el servicio online, a la vez que potenció su servicio de venta telefónica. La compañía indica que, bajo la tutela de Adriana, ha conseguido incrementar las ventas totales y, especialmente, la rentabilidad de las ventas por tienda y del comercio online, «con cifras de crecimiento de dos dígitos«.

5. Alquileres

Adolfo Domínguez, del mismo modo que Textil Lonia y Bimba y Lola, está entre las 103 marcas que recientemente lanzaron un SOS debido a la crisis de los alquileres que destapaba el Covid-19.  Las cadenas, entre las que también se encuentran los gigantes Mango o Desigual, han presentado una iniciativa ante el Congreso de los Diputados para suspender los contratos de arrendamiento y poder renegociarlos para ajustarlos a la realidad económica que deja una pandemia que ha cortado buena parte de los ingresos de las compañías. A finales de 2018 (el último dato disponible), Adolfo Domínguez registraba unos gastos por arrendamiento de 13,3 millones de euros. Es la tercera mayor partida de gastos, tras los aprovisionamientos (47,3 millones de euros) y el pago de salarios y cotizaciones sociales (38,1 millones de euros). Además, representan el 11,9% de una cifra de negocio que en 2018 ascendió a 111,9 millones de euros.

6. Regresar a beneficios

El principal reto, sin duda, será el de regresar a beneficios. La compañía destaca que, ya bajo la batuta de Adriana Domínguez y con Antonio Puentes como director general, ha logrado volver a tener un resultado operativo positivo tras diez años en pérdidas. La empresa ourensana acabó el tercer trimestre del ejercicio 2019-2020 con un resultado antes de intereses e impuestos de 5,47 millones de euros. En el tercer trimestre del ejercicio anterior tuvo 1,14 millones de euros de Ebitda negativo. No obstante, a pesar de la mejoría, los números rojos siguen presentes, ya que cerró noviembre con unas pérdidas netas de 2,1 millones de euros (se redujeron en 1,1 millones). Las ventas totales entre marzo y noviembre de 2019 sumaron 76,6 millones, un 1% más que en igual periodo del ejercicio anterior. Habrá que ver el resultado global del ejercicio 2019 (en el que aún no se computará el impacto del Covid-19), que se remitirá en breve a la CNMV.

7. El mercado aplaude a Adriana

De momento, el mercado ha aplaudido el cambio de presidencia. La acción de Adolfo Domínguez escaló este viernes un 1,7% hasta los 4,18 euros. No obstante, la capitalización de la compañía, que se sitúa en 38,7 millones de euros, ha caído un 40% en lo que va de año (la crisis del Covid-19 ha jugado un papel importante en el retroceso). Esí, si se deja al margen este 2020, de 2016 a 2019, aún con números rojos, el valor que los inversores otorgaron a la compañía se incrementó en un 115%

Con estos mimbres, ¿será capaz la nueva presidenta de devolver a Adolfo Domínguez el esplendor que consiguió en los tiempos de la arruga es bella?

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