La Guardia Civil rompe con Rodman y lo aparta de la modernización de su flota

El astillero gallego pierde los concursos públicos para embarcaciones de control marítimo y rescate de inmigrantes

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El Ministerio del Interior ha destronado al astillero Rodman como principal suministrador de sus nuevas embarcaciones empleadas en labores de vigilancia, custodia marítima y portuaria y para la represión del narcotráfico. La compañía gallega ha sido relegada fundamentalmente por las asturianas Gondán y Auxiliar Naval del Principado (Grupo Armón), así como por Mycsa y Mulder & Co, con sede en San Fernando de Henares (Madrid). Rodman no ha podido pescar nada en los últimos lotes de unidades adquiridas por el Servicio Marítimo de la Guardia Civil (Semar) a través de los correspondientes concursos públicos, que supusieron una inversión aproximada de 6,6 millones de euros.

El cambio de proveedor, que se ha acelerado a lo largo de este año, da un vuelco a la históricamente fructífera relación comercial entre el Servicio Marítimo de la Guardia Civil y el fabricante gallego, que acaparaba hasta ahora gran parte de los contratos con el Ministerio de Interior, y dejaba en un lejano segundo lugar al resto de proveedores. Como botón de muestra, el Semar disponía en 2013 de un total de 53 embarcaciones fabricadas por la división de poliéster del grupo gallego. La flota del instituto armado estaba compuesta ese año por 68 unidades de fibra y acero de diferentes esloras, culminadas por un patrullero oceánico de 73 metros.

Contratos internacionales

Las últimas licitaciones para actualizar la flota de la Guardia Civil del Mar fueron ganados en 2014 por Gondán y Mycsa, y, tiempo atrás, por Auxiliar Naval del Principado. El último concurso convocado que fue ganado por Rodman se remonta al año 2012, cuando se adjudicó una parte del contrato para construir tres patrulleras por valor de 6,5 millones de euros. La empresa gallega obtuvo una de las tres. Los otros dos barcos fueron a parar a Auxiliar Naval, astillero filial del Grupo Armón. Con todo, en paralelo el constructor de barcos de Moaña había firmado sendos pedidos con las Marinas de India y Omán para construir dos lotes de tres embarcaciones de vigilancia. La empresa declinó informar a Economía Digital sobre sus encargos y proyectos.

Gondán se adjudicó en julio pasado un concurso por valor de 3,5 millones de euros para fabricar dos patrulleras de 20 metros de eslora. Se esperan para 2015. No es la primera vez que el astillero asturiano fabrica para la Guardia Civil. De hecho, ha diseñado también modelos de menor envergadura y otro de mayor tamaño, en concreto una patrullera oceánica en casco de acero, que es, además, la mayor y más moderna de toda la flota de la Guardia Civil. En agosto pasado, por su parte, la fabricante madrileña Mycsa y Mulder ganó el concurso para construir 6 embarcaciones semirrígidas para el control de la frontera marítima española en varias zonas del Mediterráneo. Finalmente, aún está pendiente de resolver un contrato de 13 lanchas auxiliares.

Nuevos diseños

Parte de la flota de la Guardia Civil del Mar –entre cuyas misiones está la de la seguridad de la frontera marítima española- está inmersa en un amplio proceso de cambio. No tanto por las necesidades de incorporar simplemente más unidades, sino más por el hecho de que los diseños de los barcos se adapten a unos nuevos requisitos, derivados de las misiones de estas embarcaciones en aguas del Estrecho. El Ministerio del Interior está agregando al servicio modernas embarcaciones para la labores de vigilancia y control de la inmigración irregular que suelen producirse por vía marítima en buena parte de la costa andaluza.

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