Las empresas del Ibex ven posible reducir el paro a la mitad en 2018

Las recetas pasan por aumentar el tamaño de las companías y mejorar los niveles educativos

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Un alto cargo del Gobierno español admite que el Consejo Empresarial para la Competitividad, (CEC) que agrupa a las grandes empresas del Ibex, está actuando como verdadero think tank, con ganas de colaborar e incidir en la toma de decisiones, por encima de la patronal CEOE.

Y, con la voluntad de aprovechar un posible ciclo de crecimiento económico, el CEC reclama que se impulsen un conjunto de medidas que lograrían la reducción del paro a la mitad o más, del actual 24,5%, al 11,5%, tras renovar esa porcentaje con los nuevos datos de crecimiento, después de haber fijado el 14,2%. Todo ello podría llegar en 2018.

¿Es iluso? Justo cuando los expertos insisten en que, pese al buen momento de las cifras macroeconómicas, el paro se reducirá de forma lenta, las grandes empresas del Ibex se muestran optimistas y creen que llega una etapa ilusionante para España.

Creación de 2,8 millones de puestos de trabajo

Pero, ¿cómo? El director del CEC, Fernando Casado, explicó este miércoles en Barcelona que el propio ciclo económico favorecerá una reducción del paro, pero para acelerar esa dinámica, se deberían tomar algunas medidas. Es decir, el think tank, que preside César Alierta, el presidente de Telefónica, propone en todo momento un condicional, unos requisitos previos.

El CEC prevé que el crecimiento de la economía española en 2015 y 2016 será de tasas cercanas al 3%. Y que para ello se dan diversos condicionantes: impulso de la demanda interna, mejora de las exportaciones, el cambio del euro –devaluado frente al dólar– y la bajada del precio del petróleo.

Uno de los más optimistas del organismo es Simón Pedro Barceló, presidente del Grupo Barceló. Y es que el turismo es una de las piezas angulares para cubrir las necesidades de financiación externa, con un peso del 12% en el conjunto del PIB. Según Barceló, el 11,5% de paro en 2018 «es un objetivo ambicioso, pero posible». El CEC prevé que se podrían crear en los próximos cuatro años hasta 2,8 millones de puestos de trabajo.

Más educación, y lucha contra el fraude fiscal

Las reformas que se apuntan, con similitudes evidentes con el programa económico que presentó el partido Ciudadanos, coordinado por el economista Luis Garicano, se distribuyen en tres ámbitos: marco institucional y tamaño empresarial; economía del conocimiento y energía; y educación. El cuarto pilar es el propio crecimiento económico que viene dado por los cambios de ciclo, el puramente inercial, que, sin embargo, comienza a ser importante.

En realidad, los objetivos del CEC pasan por recuperar posiciones en todos los ámbitos respecto a la media europea: el 9% de los adultos tiene formación profesional, cuando en la UE es del 37%; el 45% sólo tiene la ESO o estudios inferiores, el doble que en la UE; el 5% tiene nivel máximo de comprensión lectora, la mitad que la media en la Unión Europea.

La lucha contra el fraude fiscal, –otro de los grandes objetivos del CEC– podría aflorar haya «800.000 empleos y una recaudación adicional del 1% del PIB».

Ganar dimensión para las empresas

El tamaño de las empresas debería también cambiar de forma drástica. Y la internacionalización. En España el 0,8% de las empresas son medianas y grandes –más de 50 trabajadores–, la mitad que en el promedio de Alemania, Francia e Italia.

Una de las lecciones de la crisis es que el tejido empresarial se ha visto obligado a internacionalizarse. Pero el resultado es menor de lo que el Gobierno explica. Las empresas del Ibex –el organismo agrupa al Instituto de la Empresa familiar y a 15 presidentes de las mayores empresas españolas– recuerdan que entre 2009 y 2013 las companías que venden al exterior han pasado de 108.000 a 151.000.

Es un aumento considerable, del 43%. Pero cuando se habla de las empresas exportadoras regulares, las que venden fuera por lo menos durante cuatro años consecutivos, el número cambia: si en 2009 eran 40.000 empresas, en 2013 fueron 41.000. El objetivo es que en 2018 sean 76.000 compañías.

Aprovechar el impulso, pese a la fragmentación política

También se reclama un esfuerzo para facilitar financiación que no dependa únicamente de las entidades bancarias; diversificar el mix energético e impulsar la llamada Agenda Digital.

Fernando Casado consideró que las condiciones para España «son buenas», y que dependerá de que se sepa aprovechar para acabar de dar un impulso. Los empresarios han querido ofrecer sus propuestas, «pero serán los políticos los que decidan», en palabras del propio Casado, consciente de la fragmentación política que vive la política española.

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