Los reyes del juego: Comar gana más pero Luckia factura casi el doble

El grupo de José Collazo dispara un 30% el beneficio con las 'tragaperras' como principal negocio; Luckia prepara su entrada en cinco nuevos mercados

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Curso dispar el que dejaron atrás los dos gigantes gallegos del juego. Comar disparó sus beneficios un 30%, hasta alcanzar los 5,9 millones en ganancias impulsado por la recuperación general del sector. En el caso del grupo de José Collazo, esta mejoría se nota sobre todo en el área de casinos, que aumentaron un 13% la facturación por el éxito de la sala madrileña de Gran Vía; y también en la principal área de negocio de la compañía, las máquinas recreativas, que aportaron un 3,9% más de ingresos. En conjunto, Comar facturó en 2018 algo más de 177 millones, un leve incremento del 2,5% respecto al ejercicio precedente.

Luckia cerró un ejercicio menos rentable pero quizá más trascendente para el futuro del grupo, envuelto en una profunda transformación para adaptarse al juego online y decidido a continuar con sus planes de expansión. La matriz de la compañía que dirige José González, Egasa Investment Corporation, cerró 2018 con un ebitda de 46 millones (5,4% más) y un resultado de explotación positivo de 13,5 millones. Sin embargo, los gastos financieros y los impuestos llevaron el resultado final a los números rojos, por valor de 2,1 millones.

Luckia, con unas 4.500 máquinas recreativas en funcionamiento, 89 salones de juego en España y 15 casinos, facturó 564 millones en 2018, 60 millones más que en 2017. Si de esta cuantía se descuentan los premios entregados, los ingresos del grupo se situarían en torno a los 290 millones, un 65% más que Comar.

La transformación de Luckia

Más allá de las cifras, para Luckia fue el año clave desde que en 2012 inició su transformación hacia el juego online y las apuestas presenciales, una transformación que ha acometido todo el sector pero que en el caso de la compañía de José González marcó un hito en 2018 al adquirir su propia plataforma digital, Grupo Hattrick, con el que ya opera en España y en Colombia. “Esta plataforma nos permitirá obtener ahorros a la par de ganar en la agilidad y competitividad que se precisa en todo proceso de expansión. Creemos en una compañía que en 2021 debería tener consolidado un proyecto totalmente multicanal y este paso ha sido, sin lugar a duda, fundamental para lograrlo”, explica el presidente de Luckia en una carta incorporada a la memoria anual del grupo.

La decisión de crecer sobre una tecnología propia ralentizó los planes de expansión de la empresa, según reconoce González, y exigió un “inmenso esfuerzo de adaptación de equipos y de estructuras de la empresa”, para lo que Luckia contó con el asesoramiento del despacho de Roca Salvatella. Entre los cambios operados, el presidente señala el mayor peso de la tecnología dentro de una estructura más horizontal y la incorporación de figuras como la del responsable de marca, el de cliente o el de producto. “Derivado de esta transformación hemos llevado a cabo la revisión de todos los procesos de la compañía, adaptándolos al nuevo entorno digital”, concluye González.

En las apuestas presenciales, Luckia logró incrementar sus ingresos un 30% elevando su presencia a 13 comunidades autónomas. En cuanto al juego online, registró unos ingresos (cantidades jugadas menos premios) de 22,6 millones en 2018, con un ebitda próximo a los 3,5 millones. El grupo está presente en siete mercados: España, Croacia, Malta, Portugal, Chile, Perú y Colombia. El objetivo de la compañía es llegar a 12 mercados en 2021, es decir, sumar cinco más. 

Comar presiona: las decisiones del Gobierno marcarán el futuro del sector

Buena parte de los buenos resultados de Comar proceden de su división de máquinas recreativas, muy rentable, como sucede con Luckia. Esta área representa su primera línea de negocio, con 62,4 millones de euros, un 3.9% más. El negocio de los casinos se incrementó en un 13%, hasta los 35 millones. Sin embargo, la mayoría de los centros están en pérdidas o con un beneficio muy ajustado con excepción del de Gran Vía en Madrid, la sala adicional del casino de Aranjuez que se convirtió en el centro estrella del grupo.

En conjunto, la cifra de negocio del segmento del juego aumentó en casi un 6% en 2018, hasta cerca de los 108 millones de euros y a pesar del delicado momento que atraviesa el área de apuestas presenciales por la fuerte crítica social y política que está recibiendo. El resto del conglomerado de Collazo se compone de aparcamientos, concesiones y promociones inmobiliarias.

“El sector del juego, presencial y online, es un sector fuertemente intervenido administrativamente en el que la regulación normativa es crítica. Las decisiones que en el futuro establezca el regulador autonómico y estatal en cuestiones como la contingencia del mercado del juego, la presencia de operadores públicos y semipúblicos como SELAE y ONCE o la tributación del juego, marcarán ineludiblemente el futuro del sector”, dice Comar en su memoria de ejercicio.

La deuda del juego

Comar cuenta con 18 salones de juego y 23 casinos, 14 de ellos en República Dominicana. Emplea a unos 1.500 trabajadores. Luckia suma 89 salones y 15 casinos, tras incorporar el que corona el Arica City Center, un desarrollo inmobiliario de la compañía en Chile. Supera a Comar en el número de máquinas recreativas, superando las 4.500, frente a las más de 2.500 de la empresa de José Collazo.

La deuda financiera de Comar a cierre de ejercicio ascendía a 77,4 millones. Luckia duplica está cuantía, acariciando los 140 millones.

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