Sostenibilidad y medioambiente, pilares de la actividad de Ence en la Ría de Pontevedra

La compañía pone en valor que la Ría de Pontevedra “es un ejemplo de cómo la excelente calidad del agua es compatible con la realización de actividades turísticas, de marisqueo e industriales”

Mariscadoras en Ría de Pontevedra frente a la biofábrica de Ence

Mariscadoras en Ría de Pontevedra frente a la biofábrica de Ence

Recibe nuestra newsletter diaria

O síguenos en nuestro  canal de Whatsapp

Sostenibilidad y medioambiente. Son los pilares en los que se apoya la actividad del grupo Ence que impulsa el desarrollo sostenible y el respeto por los ecosistemas a lo largo de todo el proceso productivo en sus plantas. Un ejemplo de este compromiso con el entorno, en especial con la Ría de Pontevedra, se encuentra en la biofábrica de Lourizán, una de las primeras del mundo en desempeño ambiental en su sector. 

En concreto, esa planta es una de las dos a nivel europeo que utiliza un proceso TCF (Totally Chlorine Free), en el que se utiliza agua oxigenada como blanqueante en lugar de cloro. La factoría lleva a cabo un estricto seguimiento de sus procesos para asegurar el cumplimiento de los parámetros exigidos por la normativa. En este sentido, desarrolla un control operacional además de aplicar mecanismos de tratamiento y depuración para garantizar que los efluentes mejoran los niveles exigidos por la legislación. Los datos de estos controles revelan que la biofábrica de Pontevedra se encuentra en el rango de  los mejores valores de referencia de los exigidos por la Unión Europea para las plantas en las que se han implantado las Mejores Tecnologías Disponibles para el sector.

Banderas azules

Desde la compañía ponen en valor que la Ría de Pontevedra, en la que se ubica la planta de Ence, “es un ejemplo de cómo la excelente calidad del agua es compatible con la realización de actividades turísticas, de marisqueo e industriales”.

De hecho, esta ría cuenta con un total de 28 playas con el distintivo de bandera azul de la Unión Europea. Se trata de los arenales de Area de Bon, Lagos, Lapamán, Portomaior, Banda do Río, Mogor, A Lanzada, Areas, Agra, A Lapa, Areas Girdas, Baltar, Bascuas, Canelas, Cabeliñas, Espiñeiro, Foxos, Major, Montalvo, Panadeira, Paxariñas, Pragueira y Silgar, y los situados en el entorno inmediato a la biofábrica –Portocelo, Mogor, Aguete, Loira, O Santo- Coviña, Cabeceira–.

Con este volumen de certificaciones Pontevedra se sitúa como la provincia gallega que más banderas azules ha conseguido en los últimos 15 años y la segunda de toda España.

Otro de los puntos que destacan desde el grupo como evidencia de la calidad medioambiental de la planta de Lourizán es “la presencia del principal banco de marisqueo de la Ría de Pontevedra frente a la biofábrica”.

La actividad del banco Os Praceres, del que dependen cientos de familias en la comarca, “no se ha visto afectada por la presencia de la biofábrica en las inmediaciones”. Desde las cofradías que trabajan en él y en otros, tanto a pie como a flote, han destacado que la actividad de la planta “no interfiere ni con el marisqueo, ni con la pesca”.

Apuesta por la economía circular

Ence resalta su apuesta por impulsar la economía circular en la fabricación de celulosa sostenible. A partir de madera certificada –materia prima renovable, natural y sostenible– las biofábricas de Pontevedra y Navia fabrican pasta de papel, con la que se elaboran productos reciclables, capaces de sustituir al plástico y a otros materiales que no se pueden reciclar.

Además de ello, estas plantas son capaces de autoabastecerse con energías renovables, algo que favorece no solo reducir su intensidad energética sino también la huella de carbono.

Certificaciones ambientales

Este compromiso con el medio ambiente ha quedado avalado con distintas certificaciones como la etiqueta ecológica Nordic Swan (ecoetiqueta oficial de los países nórdicos) por cumplir con los más exigentes criterios de respeto ambiental; la Distinción Oro a la Biofábrica de Ence de la Comisión Europea en reconocimiento a su mejora ambiental en los últimos 15 años; o el distintivo “Residuo Cero” que AENOR otorga a aquellas organizaciones que llevan a cabo una gestión eficiente de sus residuos y que son capaces de valorizarlos.

Con todo ello, la compañía contribuye a los objetivos de desarrollo sostenible establecidos en el marco de la Agenda 2030, especialmente a aquellos enfocados a la producción de energía limpia y no contaminante, a la acción por el clima y al cambio de modelo productivo y, en el ámbito social, a la generación de empleo de calidad y a la promoción de la igualdad de oportunidades.

Recibe nuestra newsletter diaria

O síguenos en nuestro  canal de Whatsapp