Zebra Brain, la apuesta de dos exdirectivas de Reganosa para hacer crecer empresas con una “IA real”

Alba Budiño y Rocío Vega, hasta hace poco responsables de gestión de talento y eficiencia energética y digitalización en el grupo regasificador acaban de montar una empresa que sobrepasa a las consultorías al uso y desarrolla soluciones estratégicas para mejorar el negocio y constituir equipos sólidos

Alba Budiño y Rocío Vega acaban de montar en Galicia Zebra Brain, compañía especializada en aportar soluciones organizativas y mejorar los rendimientos empresariales de las empresas usando métodos que convivan IA con la gestión de equipos

Alba Budiño y Rocío Vega acaban de montar en Galicia Zebra Brain, compañía especializada en aportar soluciones organizativas y mejorar los rendimientos empresariales de las empresas usando métodos que convivan IA con la gestión de equipos. Foto cedida: Zebra Brain/Miguel Muñiz

De trabajar en la gran industria gallega a ayudar a otras compañías a mejorar mediante la Inteligencia Artificial y las estrategias de gestión de equipos. Alba Budiño y Rocío Vega, dos ex directivas de Reganosa, acaban de echar a andar Zebra Brain, una “boutique especializada en transformación de organizaciones” a través de soluciones con IA. Grosso modo, las ejecutivas ofrecen mucho más que una consultoría al uso y aportan, con un enfoque especializado para empresas medianas y grandes, “soluciones estratégicas para líderes que buscan impulsar el crecimiento económico, escalar, fortalecer el negocio y desarrollar equipos sólidos y comprometidos”.

Zebra Brain es el resultado del talento conjunto de Rocío Vega, hasta el pasado abril responsable de Digitalización y Eficiencia Energética de Reganosa y de Alba Budiño, que llevaba el área de Gestión del Talento en el gigante con base de operaciones en Mugardos. Ambas formaban parte del Comité de Coordinación del grupo regasificador. Doctora en Ingeniería Matemática una y licenciada en Filosofía, Derecho y experta en estrategias organizativas la otra se conocieron en la compañía y, tras años de trabajo en la misma, optaron por desarrollar su proyecto propio y conjunto. “Nos conocimos ahí, fue una etapa muy bonita y muy intensa. Aprendimos muchísimo porque es un sector muy exigente desde un punto de vista tanto operacional como reputacional. Eso nos preparó para conocer el terreno, sabiendo cómo hay que hacer las cosas con un estándares muy exigentes desde cualquier punto de vista: el de la seguridad, el de la operación, la gestión de las personas, los recursos laborales…”, explican, en conversación con Economía Digital Galicia.

Pero, ¿qué marca la diferencia en la oferta de Zebra Brain? La compañía ofrece distintas soluciones a las empresas con el mismo objetivo: ayudar a la toma de decisiones. “Lo que hacemos, fundamentalmente, es ayudar a CEOs y empresarios a ver claridad, transformar el método y resolver con inteligencia”, indican.

Tres herramientas clave

La primera herramienta que ofrece la compañía recibe el nombre de Lira. “Es una solución de Inteligencia Artificial que permite a la dirección de una empresa conocer, semana a semana, el estado real de las personas de la organización, tanto desde el punto de vista emocional, operativo como de comportamiento. Funciona con interacciones automatizadas y generativas y se integra, sin fricción, en los sistemas que haya”, explican.

Todas las herramientas de Zebra Brain, también las de IA, han sido diseñadas por su propio equipo. Rocío Vega, experta en Inteligencia Artificial Aplicada –con estancias en el Instituto Courant de Nueva York y en el Fields, de Toronto– resume que, básicamente, con esta herramienta se pueden identificar patrones invisibles: quién rinde, quién no, quién necesita más apoyo o más reconocimiento.

Una vez que se han diagnosticado las necesidades de la empresa a través de Lira, la compañía ofrece su segunda herramienta: Form4. “Una vez que identificamos lo que no funciona dentro de la organización, trabajamos para rediseñarla, de una forma estructurada y realista, es decir, que se pueda ejecutar”, explica Budiño. “No nos guiamos por tendencias ni buscamos soluciones cómodas. Decimos lo que la organización necesita para avanzar y acompañamos a la dirección para ponerlo en marcha. Hacemos análisis de personas, estructura, cultura, liderazgo, evaluamos la madurez digital, las capacidades claves, los bloqueos y hacemos un diagnóstico”, apunta.

La startup también ofrece un servicio premium, al que denominan Punto+ y que se basa en resolver conflictos empresariales más complejos usando la ciencia aplicada. “Un problema que ya no puede resolverse con un rediseño organizativo, porque tiene más componentes, pues entonces aplicamos esta herramienta en la que abordamos problemas más complejos con un equipo en el que hay doctores en matemáticas, en física, expertos en IA… En este caso, aplicamos la ciencia de la economía empresarial, que permite modelar, simular y resolver con precisión estos problemas”, cuentan.

Por ejemplo, explican las socias, este servicio puede enfocarse para realizar una evaluación técnica y económica de proyectos industriales, para aquellas empresas que quieren ejecutar proyectos innovadores pero no consiguen la rentabilidad esperada.

«La IA no viene a sustituir a las personas»

Con el objetivo de crecer y seguir desarrollando herramientas propias, Zebra Brain ha cosechado una gran acogida en sus menos de dos meses de vida. “Vemos que hay interés y que estamos tocando un punto sensible. Detectamos que hay muchas organizaciones que quieren dar ese paso, pero no saben muy bien por donde empezar ni con quién hacerlo. No saben exactamente qué es la inteligencia artificial, porque hay mucho ruido alrededor del término”, reflexionan. “Más allá de automatizar tareas o generar texto, la IA busca comprender cómo se aprende, cómo se razona y cómo se decide en condiciones de incertidumbre. Traduce una serie de algoritmos matemáticos que están diseñados para identificar patrones, aprender de los datos y tomar decisiones”, añaden.

Sobre el boom de la IA, las dos expertas explican que aún existe un gran desconocimiento. “La aplicación de la Inteligencia Artificial genera mucho entusiasmo, pero también miedo e incertidumbre. Es una mezcla. Esperamos que automatice procesos, que mejore la productividad, pero también hay miedo a que desplace empleos o afecte a decisiones humanas”, reflexiona Budiño. “Nosotras pensamos que la IA no viene a sustituir a las personas, de alguna manera viene a redefinir el valor que aportamos, a hacernos mejores”, dice.

“No vamos a sustituir a quien decide bien con estas herramientas, vamos a ayudar a que se decida mejor. Incorporamos la IA de forma inteligente, responsable y real en la cuenta de resultados. No es una moda”, zanjan.

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