Corre Carmela que chove!

A ver si va a resultar que, como parodiaba el gran actor y humorista Carlos Blanco en su festejado monólogo, en vez de solicitar “que nos compre Amancio Ortega” ahora el eslogan vaya a ser “que nos compre Xi Jinping”

Xi Jinping durante el XX congreso del Partido Comunista de China / EFE

Xi Jinping durante el XX congreso del Partido Comunista de China / EFE

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En su momento, había programas irreverentes que, con humor, trataban la actualidad de manera desenfadada y con un hilarante sentido crítico a la par que de factura amable. En la pequeña pantalla (ahora ya no tanto), los hubo en gran cantidad, desde aquellos primeros importados Spitting Image convertidos en los patrios Muñegotes de “Las Noticias del Guiñol”, monicreques parlantes que eran imitación de personajes reales, en particular políticos de todas las tendencias que consideraban un honor su conversión en látex. Hoy, posiblemente, no podrían emitirse.

En la radio, una serie gallega tuvo mucho predicamento y duró varios años, tantos como veintiuno, con un gran éxito de escuchantes y oyentes. Llevaba por título “Corre Carmela que chove!”, título imaginativo que respondía a su carácter festivo y gallego, profundamente gallego por lleno de un humor irónico y divertida tolemia. Creado por el genial Siro y con el apoyo del periodista López de Alba, durante el programa se parodiaban a través de las voces a destacados políticos de la época como Fraga o Paco Vázquez, jerarcas eclesiásticos como Rouco y Juan Pablo II, e incluso a reconocibles periodistas y futbolistas. Y todo ello, en directo desde el teatro Jofre de Ferrol. Nunca pasó nada, el programa llevó premios, aunque desapareció de la parrilla de Radio Voz dejando a muchos gallegos huérfanos de ingenio y retranca a través de las ondas.

Flan Chino Mandarín

Clausurado el XX Congreso del Partido Comunista Chino (PCCh), Xi Jinping vuelve a ser reelegido para un tercer mandato, situación considerada sin precedentes. Están de moda los liderazgos fuertes y a juzgar por el carácter manifestado por el mandatario chino, nos quedarán por ver contundentes golpes de mano. Hace ya un tiempo, las embajadas chinas se quejaron en varios países por la comparación que se hacía de su máxima figura en andares y gestos con el cinematográfico osito bonachón y amigable de dibujos animados Winnie the Pooh, personaje que, por ello, fue censurado en China. Poco humor se gastan los de ojos rasgados cuando se trata de sus dirigentes.

No son tiempos para bromas y menos cuando no se cuenta con el sentido del humor necesario, considerado desde siempre como un signo de inteligencia. Ahora parece que todo es denunciable y que haya poca broma con las cosas del comer. ¡Menos mal que ha cambiado nuestro gusto por la repostería!

El flan es un postre que ya viene de antiguo, remontándose incluso hasta los griegos clásicos. Antes del actual denominado de huevo, combinado ahora con múltiples sabores, existió un invento patrio que hizo las delicias de pequeños y mayores desde los años cincuenta: el flan chino, cuya marca más reconocida era Mandarín. En la portada de la caja estaba la efigie de un estereotipado chino ataviado con ropa de chino, sombrero de chino y con cola de chino que miraba con arrobada sonrisa, también de chino, a un flan amarillo en un cuenco verde. El radiofónico anuncio posterior tendría hasta su propia música, muy reconocida en su época.

El compuesto para el Flan Chino Mandarín o flanín, un preparado de polvos de agar-agar, un polisacárido obtenido de varias especies de algas, que se mezclaba con leche directamente sobre un base de caramelo líquido, evitándose con ello el uso de los huevos, a la sazón un artículo caro, fue inventado por un químico visionario llamado Alfredo Valdés García pero producido y comercializado, como no, por un gallego, José Ferro Rodeiro, iniciándose su producción en Muras, Lugo. Durante años, esta delicia fue distribuida desde Galicia para toda España, evolucionando con posterioridad la empresa hasta convertirse en el actual Grupo Plásticos Ferro, GPG Ferroplast, siendo la receta del flan adquirida en el año 2010 por la marca alemana Dr. Oetker que todavía hoy lo sigue produciendo y vendiendo.

La incursión en los plásticos del ahora Grupo Ferro en los años cincuenta del siglo pasado vino de la mano de las cucharillas y los muñecos de goma, pintados a mano por mujeres de Muras, que acompañaron a la venta del Flan Chino Mandarín. Todo un ejemplo de diversificación.

Gayoso, chámao!

Este último congreso celebrado en China nos deja entrever algunas cuestiones que, a futuro, van a resultar de enorme relevancia. Además del liderazgo fuerte de Xi, en lo que ya se denomina el xiísmo, nunca visto desde Mao, la política de expansión en el mundo parece que va a continuar su silencioso camino, al menos hasta 2035 en el denominado “espíritu de lucha” después de los “década perdida” por la presidencia del apartado Hu Jintao. En Galicia, ya hemos notado su presencia de manera muy contundente a través de compras y acuerdos realizados por parte de empresas chinas sobre Gándara Censa, Conservas Albo, Grupo Puentes, Euroserum o Pharma Mar, proyectándose además el desembarco de Sentury Tire en As Pontes para la construcción de una fábrica de neumáticos o el reciente acuerdo entre el gigante de la movilidad chino BYD con Castrosua. A ver si va a resultar que, como parodiaba el gran actor y humorista Carlos Blanco en su festejado monólogo, en vez de solicitar “que nos compre Amancio Ortega” ahora el eslogan vaya a ser “que nos compre Xi Jinping”. Eso sí, pero que lo llame Gayoso.

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