Ficciones
Si Altri, a través de su proyecto GAMA, cuenta con todos los requisitos de sostenibilidad más exigentes y acaba siendo posible su puesta en funcionamiento, quizás lo más inteligente sea actuar ya “como si” el proyecto tuviese todos los respaldos necesarios para ponerse en marcha

Imagen de los terrenos en los que se asentará el proyecto de Altri en Palas de Rei
Citar a Borges siempre compromete. Genio literario exigido, solicitar que el prodigio se decante, que oriente su extraordinaria capacidad, en este caso literaria, que se defina hacia un flanco u otro no deja de ser patrimonializar su talento. Creador de mundos imaginarios, los títulos de sus obras resultan contundentes y rotundos, como “Historia Universal de la Infamia” o el propio “Ficciones”. En este último, destaca su especialmente original pieza “Tlön, Uqbar, Orbis Tertius”, en la que recrea con una abundante erudición manifiesta la “Filosofía del como si” (Philosophie des Als Ob), invención del filósofo alemán Hans Vaihinger allá por el 1911.
Inventar el futuro
Para Vaihinger, el pensamiento que pretenda explicar e influir no obra con informaciones veraces, sino con verdaderas ficciones, usadas como reales, en ocasiones contradictorias consigo mismas, e, incluso, con la realidad. Obra con arreglo a fines, “como si” todo encajase a partir de unos hechos primeros que se prueban a sí mismos como válidos; ficciones y engaños no son lo mismo. Llega a enumerar hasta catorce ficciones, entre las que destacan las que denomina como “ficciones de generalización abstracta” por las cuáles un concepto ideal e indeterminado se justifica a sí mismo, poniendo el ejemplo de la voluntad general.
No considera Vaihinger que una hipótesis sea una ficción. Las ficciones son construcciones mentales artificiales para entender la realidad, propuestas “como si” fueran la realidad, pero que no lo son. En el mundo real no existe el círculo perfecto, pero lo utilizamos “como si”, en verdad, los hubiese. Sirven para explicar, pero no son lo tangible. La realidad es lo que tiene, huye de los absolutos, que va a su bola vaya, y suele rehuir lo perfecto, lo ideal.
Modelo industrial para Galicia
El debate está servido en Galicia. Entre otros frentes abiertos, el de la industrialización se exacerba por la patada al tablero mundial dada por Trump, siendo su espoleta en suelo patrio la propuesta de Altri. La realidad del consumo desaforado de fibras textiles para elaborar ropa exige cerrar el círculo de su transformación, cuando las prendas dejan de estar en el mercado. Concebir el futuro, “como si” fuese un sería, un qué pasaría si, no deja de ser una ficción. Y así, será más adecuado idear y construir el futuro desde el presente, sin las cortapisas de un hoy construido bajo un pasado diferente a nuestra actualidad. Las realidades de ayer, no son la base para concebir el futuro; lo son las de hoy.
Por nominarlo como “modelo industrial”, los fantasmas atávicos de un pasado ideado lleno de fábricas contaminantes, obreros explotados y plutócratas con puro incluido se contraponen, en la realidad, con las actuales y estrictas exigencias medioambientales y con la inevitable consideración de las debidas y legítimas presiones de todo tipo procedentes del entorno como elementos a tener en cuenta a la hora de plantearse una ubicación para lograr una producción de base industrial sostenible y duradera. Algo similar ocurre con el eucalipto y la celulosa. ENCE se puso en funcionamiento en el año 1963, con la presencia del caudillo Francisco Franco; otro atavismo más para olvidar. Hoy, que ya es mañana, la realidad industrial es bien distinta.
Mañana es hoy
La economía circular se encuentra presente como una evidencia incontestable. Cualquier proyecto que la afiance merece tenerse en consideración. Por ello, no se puede abordar “como si” todo lo que ello implica no fuese a suceder, puesto que ocurre ya, ahora.
La propuesta de Altri va más allá de la mera ubicación de un complejo industrial, lo que no es, mi mucho menos, de orden menor. A día de hoy, solo el 1% de la producción mundial de las piezas de ropa es reutilizada, acabando el resto en vertederos, con períodos de descomposición que abarcan centurias. Pensar que tendremos problemas en el futuro gestados hoy, “como si” estos todavía no sucedieran, es un grave error de cálculo.
Exijamos a la industria hoy sus resultados de mañana, que solucione problemas futuros desde el presente, afianzando los remedios. Si Altri, a través de su proyecto GAMA, cuenta con todos los requisitos de sostenibilidad más exigentes y acaba siendo posible su puesta en funcionamiento, quizás lo más inteligente sea actuar ya “como si” el proyecto tuviese todos los respaldos necesarios para ponerse en marcha. Por si acaso.