El juez bloquea la venta del Pazo de Meirás

El juzgado acepta las medidas cautelares de la Abogacía del Estado: ordena inscribir en el registro la demanda para recuperar el Pazo de Meirás

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Primer paso para impedir, en la práctica, la venta del Pazo de Meirás. El Juzgado de Primera Instancia número 1 de A Coruña ha ordenado que conste en el Registro de la Propiedad que el Pazo de Meirás está inmerso en una causa judicial. Así lo han señalado fuentes judiciales tras admitir a trámite el pasado 12 de julio la demanda presentada por la Abogacía del Estado para reclamar a la familia Franco la devolución del Pazo de Meirás.

Ese mismo día, el juzgado instructor acordó la adopción de las medidas cautelares solicitadas que se refieren, en concreto, a la «anotación preventiva de la demanda en el registro de la propiedad«, indican las mismas fuentes judiciales. Esa medida se produce a raíz de que el Gobierno central ha presentado una demanda judicial contra la familia Franco para reclamar la devolución del Pazo de Meirás. El escrito reclama la propiedad del inmueble para el Estado por su forma de adquisición, su administración mediante fondos y personal públicos, y el uso que se le dio durante la dictadura franquista.

Proceso de venta

La familia Franco había puesto a la venta el Pazo de Meirás a través de una inmobiliaria cántabra, en la que se ofertaba el histórico inmueble localizado en el municipio de Sada, que fue utilizado como residencia de verano por Francisco Franco, por una cantidad de ocho millones de euros, la misma cifra que se pedía en el primer anuncio que se había publicado unos meses antes.

La denuncia contra los herederos del dictador ha sido presentada el miércoles pasado en el Juzgado de Primera Instancia número 1 de A Coruña por la Abogacía del Estado, argumentando que la compra del inmueble por parte del dictador en 1941 fue «simulada y fraudulenta», ha explicado el Ministerio de Justicia.

El estudio jurídico realizado la Abogacía del Estado ha sacado a la luz un documento que demuestra que Francisco Franco «falseó el título con el que inscribió el Pazo a su nombre en el Registro de la Propiedad», informó el Ministerio de Justicia.

Una compra ficticia

Los hechos en los que se basa la demanda se remontan al 3 de marzo de 1938, fecha en la que se constituyó la denominada ‘Junta pro Pazo del Caudillo’, que estaba integrada por el gobernador civil y varios alcaldes de A Coruña, entre otras autoridades, con el fin de adquirir un inmueble representativo en la provincia para ponerlo a disposición del autoproclamado jefe del Estado para su utilización como residencia veraniega.

El 3 de agosto de 1938 se otorgó la escritura de compraventa entre la entonces propietaria del Pazo de Meirás, Manuela Esteban Collantes (viuda del hijo de Emilia Pardo Bazán), y la ‘Junta pro Pazo del Caudillo’, por un precio de 406.346 pesetas.

Irregularidades detectadas

Esta escritura, desconocida hasta el momento, fue localizada por la Abogacía del Estado en el curso sus trabajos. «La financiación de la compra se planteó inicialmente a través de una suscripción popular, pero, al no dar esta el resultado esperado, se inició un proceso de recaudación forzosa que incluyó la detracción de nóminas de trabajadores y funcionarios, así como la aportación de fondos de las administraciones locales», han defendido.

Desde la fecha de la compra, el Pazo de Meirás fue objeto de numerosas actuaciones y obras, que incluyeron la dotación de infraestructuras y servicios, la expropiación de terrenos, la construcción de carreteras, el amurallamiento y acondicionamiento del recinto, así como otra serie de reformas que «fueron ejecutadas y financiadas en su conjunto por la Administración General del Estado».

Dos escrituras

Aunque desde la venta a la Junta pro Pazo del Caudillo el inmueble ya se usaba como residencia veraniega oficial de Franco, el 24 de mayo de 1941 se otorga una segunda escritura pública «en la que se presuntamente se simula la venta del Pazo» por parte de Manuela Esteban Collantes -que tres años atrás se lo había vendido a la Junta- a favor de Francisco Franco, por un supuesto precio de 85.000 pesetas.

«Con esta escritura como título, Franco inscribió a su nombre el Pazo de Meirás en el Registro de la Propiedad. Esta inscripción, derivada de una compraventa ficticia, es la que permitió que, al fallecimiento de Franco, su viuda hiciese una donación del Pazo de Meirás a su hija, Carmen Franco, de quien pasó a su vez, a sus hijos y herederos», defiende el Gobierno.

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