Los recortes devuelven a las universidades a 2007

Los tres centros gallegos han perdido más de 89 millones en el último lustro

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Las universidades gallegas llevan un lustro remando contra la crisis. A la agitación del proceso de convergencia europea en el ordenamiento educativo –el conocido como plan Bolonia— que provocó revuelo y revueltas de estudiantes y profesores, le siguieron las vacas flacas de la crisis económica. El último año de bonanza para las instituciones de Vigo, Santiago y A Coruña fue 2009. Desde entonces, con Alberto Núñez Feijóo en la Xunta y la receta de la austeridad extendida por todo el Estado, su presupuesto no ha dejado de caer. Las cuentas de los centros gallegos tienen 89,4 millones menos que hace cinco años.

La Universidade de Vigo es la que más ha rebajado su presupuesto en este periodo con 47,6 millones menos. La Universidade da Coruña (UdC) ha perdido 22.9 millones, mientras que la Universidade de Santiago (USC) no ha podido sacar adelante sus cuentas para el próximo año –el rectorado espera hacerlo en febrero– debido a un agujero de 7,5 millones en el balance. Los números de este ejercicio situaron el recorte en los 18,6 millones desde 2009. Hay que irse siete años atrás, hasta 2007, para encontrar unos presupuestos similares en las universidades gallegas.

¿Cambio de modelo?

La merma en la tesorería ha estado acompañada de todo un proceso de conversión, que tuvo como líneas básicas, un incremento en las tasas de matrícula, una reducción de los fondos públicos aportados por la Xunta y una necesidad creciente de aumentar los ingresos extraordinarios mediante la captación de recursos externos o contratos con empresas y otras instituciones.

La transformación sigue. El Gobierno gallego ha abierto el debate para reducir el mapa de titulaciones que se imparten en los centros. Las propuestas que plantea Educación, entre ellas la fusión de títulos y la docencia compartida, fueron definidas por el rector de la USC, Juan Casares, como un cambio de modelo universitario. «No es un problema de 25 propuestas, sino que es algo más, de un modelo universitario diferente, juntando todas las cosas, creando una coordinación que no está definida» y depositando responsabilidades en «un órgano ajeno a las universidades», manifestó.

Sin presupuestos

La Universidade de Santiago, con campus en la capital gallega y en Lugo, fue el único de los centros gallegos que no logró cuadrar sus presupuestos por un desfase de 7,5 millones en el balance, según explicó la vicerrectora de Economía, Sara Cantorna, esta semana. En la USC informan que mantienen una deuda de 31 millones con proveedores y acumulan unos ingresos pendientes de cobrar de 38 millones. En todo caso, llueve sobre mojado. El rectorado no fue capaz de aprobar las cuentas en el claustro los dos últimos años, por lo que se produjeron sucesivas prórrogas del presupuesto del año anterior.

En 2012, la universidad contó con 227,3 millones de euros, la cifra más elevada de las tres instituciones gallegas, pero la más baja en la USC desde 2007. En los últimos cuatro años, los presupuestos han ido reduciendo su tamaño, acumulando un recorte de 18,6 millones desde 2009, cuando la universidad cerró un presupuesto de 245,9 millones.

La UdC rompe la hucha

La evolución de la Universidade da Coruña ha sido muy similar. Esta semana aprobó un presupuesto para el próximo ejercicio de 114,9 millones, una cifra parecida a la que presentó en 2007, cuando la crisis era una amenaza que estaba por llegar. Contó entonces con 111 millones. En el último lustro, sus cuentas se han rebajado en 22.9 millones, principalmente, por los recortes en la financiación procedente de la Xunta que el rector, Xosé Luis Armesto, cifró en 13,4 millones en este periodo.

La alternativa para mantener el pulso en la institución coruñesa ha sido recurrir a sus ahorros, unos tres millones de remanente que guardaba en caja, y buscar otras vías de ingresos con la captación de fondos externos de instituciones públicas y privadas. Banco Santander, Inditex, los Ayuntamientos de A Coruña y Ferrol o Novagalicia han aportado fondos por distintos conceptos.

Vigo, el mayor recorte

La Universidade de Vigo ha sido la que más ha estrechado sus cuentas. Aprobó un presupuesto de 159,4 millones para el próximo ejercicio, situándose muy cerca de los 152 millones con los que contó en 2007.

El presupuesto más elevado del centro se registró en 2009, con 207,5 millones. Desde entonces, y a pesar de aplicar la misma receta que las otras dos universidades gallegas –intentar aumentar los ingresos con la captación de fondos–, sus cuentas han adelgazado en 47,6 millones.

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