Cataluña no ha conseguido recuperar su peso en el PIB nacional previo a 2017
Los datos no hablan tanto de un despegue catalán sino de un frenazo al cataclismo provocado por el autogolpe de octubre de 2017
El INE publicó esta semana datos del PIB de 2024 territorializados y la Generalitat de Cataluña se apresuró a lanzar las campanas al vuelo. Desde 2017 a 2024 el PIB per cápita catalán ha crecido 100 euros por encima de la media española y eso, para la Generalitat de Cataluña, es un dato inequívoco de que Cataluña vuelve a ser una locomotora económica española. Los datos analizados con atención no hablan tanto de un despegue catalán si no de un frenazo al cataclismo provocado por el autogolpe de octubre de 2017.
Desde 2017 el PIB per cápita catalán ha crecido en 7.600 euros hasta situarse en 37.400 euros y el del conjunto de España subió 7.500 hasta los 32.600 euros, pero la mala noticia para Cataluña es que el peso del PIB de Madrid no para de crecer frente al catalán.
Un año antes de la declaración unilateral de independencia la economía catalana suponía el 19,1% de la economía nacional, una décima más que la aportación que hacia la Comunidad de Madrid. Hoy, cuando se han cumplido ocho años del intento de secesión, la capital de España ha escalado hasta el 19,8% del PIB y Cataluña ha perdido dos décimas para quedarse en el 18,9%.
En resumen, en una década Cataluña, ha pasado de estar un punto por delante de Madrid a nueve por debajo. Para justificar estos datos el presunto dumping, del que Illa acusa a Ayuso, o efecto capitalidad no es suficiente dado que las políticas liberales de Madrid se remontan a los años ’90 del siglo XX y solo tres décadas más tarde se produjo el sorpaso.
Cataluña puede alegar que desde 2010 hasta hoy su economía ha crecido lo mismo que la media nacional, un 1,3% anual, pero tiene el hándicap que ese ranking lo lidera Madrid con un crecimiento medio anual del 2%. Cataluña ocupa un discreto cuarto lugar por detrás de la propia Madrid, Baleares y Murcia. En PIB per cápita Cataluña también es cuarta, también por detrás, una vez más, de Madrid, País Vasco, y Navarra.
Illa puede alegar que el último año Cataluña creció una décima por encima de la media nacional, el 3,6% frente al 3,5% pero sigue siendo un pobre consuelo porque Cataluña se situó en este caso por detrás de Murcia, Canarias, Baleares, Castilla la Mancha y Madrid.
Hará falta algo más que declaraciones y buenas intenciones para revertir una coyuntura económica en la que la desconfianza en las instituciones, la inseguridad jurídica, la burocracia y la fiscalidad siguen siendo un lastre
Cataluña ha dejado de bajar a gran velocidad por la pendiente, pero la fuerza motriz la sigue tirando hacia abajo. Si bien ya no se van cientos de empresas el saldo en lo que va de año sigue siendo negativo. Hará falta algo más que declaraciones y buenas intenciones para revertir una coyuntura económica en la que la desconfianza en las instituciones, la inseguridad jurídica, la burocracia y la fiscalidad siguen siendo un lastre.
En términos absolutos hoy la economía de la Comunidad de Madrid es 14.350 millones mayor que la catalana, no es poca cosa y Andalucía, por detrás, con un 13,3% de aportación al PIB tira con fuerza. ¿Qué debe hacer Cataluña? ¿Mirar por el retrovisor o hacia arriba?
Coincidiendo con el informe del Instituto Nacional de Estadística, desde la Agencia Tributaria se presentaron los datos de los municipios con mayor y menor renta de España. En el pódium los dos primeros, Pozuelo y Boadilla, son de la Comunidad de Madrid.
El tercero es catalán, Sant Just Desvern, al lado de Barcelona. Entre los diez primeros Madrid cuenta con cinco, Cataluña con cuatro y la Comunidad Valenciana con uno, pero las diferencias de renta. En 2018 fue la última vez que este ranking estuvo encabezado por un municipio catalán, Matadepera. ¡Qué nostalgia!