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El Supremo da luz verde a Valgrande (Alcobendas), pero tropieza con un montículo de tierra
El Alto Tribunal anula el plan parcial de 2019 por un defecto en la evaluación ambiental, aunque respalda la construcción de 8.600 viviendas en Valgrande
Valgrande.
El desarrollo urbano de Valgrande, uno de los mayores proyectos residenciales previstos en la Comunidad de Madrid, sufre un nuevo revés. El Tribunal Supremo ha confirmado la viabilidad del plan, que contempla la construcción de 8.600 viviendas en el sector ‘Los Carriles’, en Alcobendas, pero ha anulado el plan parcial aprobado en 2019 debido a un defecto técnico en la evaluación ambiental de un caballón, un simple talud de tierra concebido con fines paisajísticos.
La sentencia, que respalda el planeamiento general del ámbito pero señala un fallo en la tramitación ambiental estratégica, impone una pausa en el avance del proyecto.
El varapalo no es menor: retrasa un desarrollo que acumula un cuarto de siglo de tramitaciones, inversiones y expectativas, y que cuenta con el apoyo explícito del Ayuntamiento de Alcobendas, así como del Tribunal Superior de Justicia de Madrid, que ya avaló en 2022 el contenido de fondo del plan.
Desde la Junta de Compensación de Valgrande, su presidente Rafael Olabarri ha reiterado el compromiso con el proyecto. «Es viable, sostenible y necesario», ha declarado, al tiempo que confirmaba la existencia de un nuevo plan parcial, aprobado inicialmente en agosto de 2024, que ya subsana el error técnico detectado por el Supremo.
Según sus previsiones, este nuevo documento urbanístico podría entrar en vigor antes de que acabe 2025.
El fallo judicial, sin embargo, retrasa la construcción de un barrio diseñado para responder a una necesidad urgente: la falta de vivienda en el norte de Madrid. Más de 16.000 personas han solicitado información sobre Valgrande, pese a que aún no se ha iniciado la comercialización de sus futuras viviendas. De las 8.600 unidades previstas, más de la mitad contarían con algún tipo de protección oficial.
La sentencia también tiene efectos colaterales. Afecta económicamente a un grupo heterogéneo de propietarios, entre ellos empresas, inversores y el propio consistorio de Alcobendas, y frena el acceso a un parque de viviendas destinado a jóvenes y familias.
La Junta de Compensación pone el acento en el perjuicio social de este parón y llama a reformar la legislación urbanística para evitar que defectos de tramitación impidan el desarrollo de proyectos ampliamente consensuados.
Valgrande, entre la polémica y la necesidad
Valgrande es más que cifras. Se proyecta como un nuevo barrio integrado, con amplias zonas verdes, equipamientos y una red viaria conectada con la ciudad consolidada. Nace con vocación de sostenibilidad y con la premisa de compatibilizar urbanismo y paisaje, como demuestra el propio caballón que ha provocado el traspié jurídico.
La maquinaria legal y administrativa se ha puesto de nuevo en marcha. Desde la Junta insisten en que el nuevo plan parcial ya está preparado para sustituir al anulado. Entre los escombros procesales, la voluntad de construir sigue en pie. Pero en la historia de Valgrande, cada metro de terreno se gana primero en los tribunales.