Ana Mato dimite en la víspera del pleno

La ministra de Sanidad tira la toalla por su implicación y la de su ex marido en el 'caso Gürtel'

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La dimisión de Ana Mato ha dejado con el pie cambiado a Mariano Rajoy en el peor momento. El presidente del Gobierno acude este jueves a un Congreso en tensión, preparado para atosigar al Ejecutivo con los casos judiciales que azotan al Partido Popular. La caída de una pieza mayor como es la ministra de Sanidad en vísperas del monográfico de corrupción es carnaza para una oposición que busca el desgaste.

Rajoy, por lo pronto, ha movido ficha para evitar el escarnio público. La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, ha asumido la cartera de Sanidad, por lo que la butaca de Ana Mato en medio de la bancada azul estará vacía. No obstante, la ex ministra también es diputada, así que aún podría acudir a la sesión

Dimisión necesaria

La salida del Gobierno de Ana Mato era la única opción que le quedaba al líder del Ejecutivo. Rajoy se ha reunido con la ministra esta tarde después de conocerse un demoledor auto del juez de la Audiencia Nacional, Pablo Ruz. El escrito apunta que la titular de Sanidad dimisionaria fue «partícipe a título lucrativo» de la trama corrupta que salpica al PP y que también se ha llevado por delante la carrera política de su marido, el ex alcalde de Pozuelo de Alarcón, Jesús Sepúlveda.

La ministra, muy cuestionada en los últimos meses por su gestión, como ocurrió en el caso de ébola, ya presentó la dimisión en febrero de 2013 al presidente del Gobierno, quien entonces se la rechazó. Rajoy le mostró un apoyo cerrado. Además le ofreció garantías de que el Ejecutivo la respaldaría públicamente.

En el centro del debate

La caída de Mato será un arma arrojadiza en esta sesión. Pese a que aún no está imputada, las evidencias sobre su participación en la trama irregular saltan a la vista. «No quiero, bajo ningún concepto, que mi permanencia en el ministerio pueda ser utilizada para perjudicar al Gobierno de España, a su presidente ni tampoco al PP», aseguró la ministra en un comunicado.

Las primeras reacciones del PSOE le dan la razón. «Considero que ha hecho lo que no tenía más remedio, que era dimitir y marcharse, sobre todo en el escenario que tenemos en que mañana va a ir al Parlamento el presidente del Gobierno para hablar de transparencia y no podía llegar al Congreso con una ministra en esa situación», ha asegurado la portavoz de Asuntos Sociales del Grupo Socialista en el Congreso, Rosa Aguilar.

Medidas contra la corrupción

Rajoy presenta en este pleno un paquete de medidas para combatir la corrupción. Se trata de las primeras leyes que propondrá el Ejecutivo sobre esta materia. Cumple con lo prometido en febrero de 2012, cuando en el debate del estado de la nación anunció varias iniciativas legislativas. Finalmente, han llegado, 18 meses después.

¿Qué proyectos trae Rajoy bajo el brazo? Principalmente, desbloquear dos medidas. Una se refiere al control económico y financiero de los partidos. La otra se centra en el nuevo régimen de altos cargos. No obstante, también podría plantear otras iniciativas, como el proyecto de Reforma de Ley de Enjuiciamiento Criminal.

Código Ético vs. Trama Gürtel

Mato había sido la autora del código ético del PP. Ese documento detalla cómo deben comportarse los miembros de la formación si son señalados por presuntos escándalos de corrupción. En él se lee que deberán abandonar los cargos públicos si las sospechas son suficientes a la espera de una sentencia. Algunas voces de peso en el PP han sido muy críticas con la permanencia de Mato en el cargo.

El ex alcalde de Pozuelo y ex marido de la hasta ahora ministra, Luis Sepúlveda, recibió más de medio millón de euros de la trama Gürtel en regalos para él, sus hijos y su esposa. Así consta en el informe final que Hacienda remitió al juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz. Tras examinar los ejercicios fiscales de 2000 a 2005, la Agencia Tributaria estimó que Sepúlveda percibió 546.457,73 euros que nunca llegó a declarar.

Pese a ello, confirmaba la conclusión de informes anteriores de que en ninguno de los ejercicios alcanzó una cuota defraudada de 120.000 euros, por lo que no llegó a cometer delito fiscal. El ejercicio que más cerca se quedó fue el de 2003, cuando dejó de pagar a Hacienda 106,783 euros.

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