Elecciones catalanas: Puigdemont choca con Torra por la candidatura de Junts

Los expresidentes de la Generalitat discrepan sobre las listas electorales del 14-F. Torra evita afiliarse a JxCat pero presiona para ungir a Laura Borràs

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La relación entre Carles Puigdemont y Quim Torra no atraviesa un buen momento. El «mal ambiente» entre ellos —confirmado por fuentes soberanistas— se remonta al verano, cuando se intensificaron las presiones desde Waterloo sobre la plaza Sant Jaume para no pulsar el botón del adelanto electoral y alargar la legislatura en Cataluña. Desde entonces, existen discrepancias estratégicas entre ambos. Superada la inhabilitación de Torra, el pulso entre ambos se centra ahora en las candidaturas de Junts per Catalunya de cara a las próximas elecciones catalanas.

Puigdemont se ha encargado durante los últimos meses de dar cuerda al baile de nombres de candidatos a presidir la Generalitat, dando alas a unos (Elsa Artadi) y quitándoselas a otros (Jordi Puigneró) en función de la semana y el momento. Todo ello sin aclarar sus intenciones; ni las suyas propias (¿será él mismo quien encabece la lista de JxCat?), ni las que maneja respecto al conjunto de la lista electoral. 

El líder huido desliza nombres que circulan a toda velocidad desde Waterloo al centro penitenciario de Lledoners  —muy activo en todo lo que tiene que ver con las listas electorales— y lo hacen para desesperación de Torra, indignado porque su opinión no tiene el peso político que esperaba.

Torra apuesta por Laura Borràs

Torra, a diferencia de las ambiguas intenciones que maneja Puigdemont, ha dado a conocer a los dirigentes de Junts per Catalunya con toda claridad su preferencia: quiere que la actual portavoz de JxCat en el Congreso, Laura Borràs, sea la presidenciable.

Así lo ha comunicado tanto a Puigdemont como al secretario general de JxCat, el encarcelado Jordi Sànchez. Pero el líder instalado en Waterloo maneja el nombre de Borràs con evasivas —aunque fue él quien la incorporó a la política— y continúa deshojando la margarita a su antojo. 

Decepcionado porque sus opiniones se abordan sin consideración, Torra ha protagonizado una pequeña revancha de Puigdemont al evitar afiliarse a Junts per Catalunya, pese a la invitación explícita de parte del líder huido a Waterloo a hacerlo.

Borràs, por su parte, a sabiendas de que hay otras figuras pendientes de ser ungidas por Puigdemont, ha decidido jugar sus cartas a fondo sin esperar su beneplácito y sin preocuparse de sus problemas judiciales (está imputada por adjudicar contratos sin concurso cuando dirigía el Institut Català de les Lletres). Y lo ha hecho postulándose como candidata, si bien ha dado este paso con el debido respeto al líder huido que predomina en JxCat: «Si Puigdemont y la militancia lo deciden, estoy a disposición», ha anunciado públicamente.

Jordi Sànchez diseña las primarias de JxCat

En el aire todavía están todavía las elecciones primarias de JxCat. Jordi Sànchez, a los mandos de todas estas operaciones, ultima el reglamento interno de primarias que sirva para elaborar las listas electorales. En principio, estas normas deberían estar a punto a principios de noviembre, pero todavía se desconocen qué puestos exactamente se elegirán por este procedimiento. ¿Sólo el número 1 por Barcelona? ¿Todas las listas?

Borràs, en todo caso, considera que como mínimo se deberían escoger mediante primarias los cabeza de lista de cada provincia. Y espera que estas primarias la catapulten como presidenciable.

Dirigentes soberanistas que la han tratado con asiduidad consideran que las primarias pueden, en efecto, consolidar su candidatura gracias a las relaciones que Borràs ha cultivado durante este tiempo el la formación. «Tiene una ventaja sobre cualquier otro y es que no genera anticuerpos entre los sectores de Junts. Gusta a unos y a otros. Creo que tiene muchas opciones desde ese punto de vista, sí», explican.

Dicho de otra forma, la portavoz de JxCat en el Congreso no se considera en dificultades para imponerse a otros nombres que han circulado para convertirse en presidenciables. Nombres como el del conseller de Políticas Digitales, Jordi Puigneró; y como el de Territori, Damià Calvet. ¿Y Elsa Artadi? «O Puigdemont la señala abiertamente como la presidenciable o no tiene opciones a nivel interno. Se ha autodescartado durante demasiado tiempo», dicen los soberanistas.

En realidad, el razonamiento de que «todo pasa por Puigdemont» no sirve únicamente para Artadi, sino que vale para todos. Y nadie lo discute. Lo que diga Puigdemont es lo que se hará. Lo que diga Torra, pues ahí queda.

Marcos Pardeiro

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