La Complutense contrata profesores ilegalmente

Una sentencia judicial condena a la Universidad Complutense por contratación de profesores en fraude de ley

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La Universidad Complutense de Madrid acaba de recibir un varapalo judicial que acredita la contratación irregular de profesores para ahorrar costes laborales y evitar su condición de trabajadores fijos.

El Tribunal Superior de Justicia de Madrid ha dictado sentencia firme contra la universidad y la ha condenado por fraude de ley en la contratación del personal académico.

Una profesora de la facultad de periodismo, Virginia Linares, demandó a la universidad que la contrató en fraude de ley y la despidió pocos años después para dar su plaza a un trabajador externo. La vicerrectora intervino en un proceso de selección que terminó con el despido de la profesora y la polémica contratación de otro profesor en su lugar, en contra de la opinión de los profesores de la Facultad y del comité de evaluación.

La intervención de la vicerrectoría para adjudicar una plaza de profesor en una facultad, en contra del mecanismo regular hizo saltar las alarmas de los profesores que apoyaron a la docente despedida y que después sufrieron represalias por parte de la cúpula de la universidad.

Condena sin precedentes

La Universidad Complutense ha sido condenada en anteriores ocasiones por contratación en fraude de ley, pero la reciente sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Madrid establece una doble condena, hasta ahora inusual.

“Lo normal en estos casos era una condena económica a la universidad o la readmisión del trabajador. Pero en el caso de la profesora Linares se ha producido una doble condena: económica y de readmisión”, explica Jesús Escribano, representante de CCOO en la Universidad Complutense.

La sentencia judicial ha fijado una condena unánime a la universidad. Acredita que hubo contratación irregular bajo la figura de profesor visitante, una modalidad que se usa para fichar a docentes procedentes de otras universidades y que se encuentran de paso en España.

No era el caso de Virginia Linares, quien encadenó contratos de trabajo temporales durante varios años. El tribunal ha condenado a la universidad a otorgar una indemnización por daños morales a la profesora.

También le exige el pago de los salarios caídos desde 2016 cuando fue despedida hasta hoy. Y, además, deberá ser readmitida en su puesto de trabajo. La universidad ha perdido en primera y segunda instancia y, además, deberá asumir todas las costas judiciales. La Complutense deberá indemnizar a la docente con unos 80.000 euros.

Los profesores de la facultad habían denunciado que el profesor promovido desde el rectorado para la plaza había falsificado su currículum y su plaza fue designada en un proceso lleno de polémica que llegó hasta los tribunales.

La sentencia de la profesora abre las puertas ahora para que decenas (o tal vez centenares) de profesores de la universidad demanden por su situación de precariedad.

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