La oposición agita el fantasma de la moción de censura contra Colau

CiU, Ciudadanos, ERC, PSC y PP se unen por primera vez contra la iniciativa sobre el tranvía de la alcaldesa y no descartan repetir ese frente común

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A Xavier Trias le preguntaron hace unos días en una comida con empresarios si estaría dispuesto a presentar una moción de censura contra la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau. El líder de CiU en el Ayuntamiento de la capital catalana no ocultó que si encuentra la posibilidad de desbancar a Colau, no la dejará escapar.

«La aritmética es muy cruel», añadió el ex alcalde sabedor de que la posibilidad de que esa moción para desbancar a Colau es muy compleja dada la composición del Consistorio: 11 concejales de Barcelona en Comú, 10 de CiU, cinco de Ciudadanos, otros cinco de ERC, cuatro del PSC, tres del PP y tres de la CUP.

Marcar el camino

Conseguir la mayoría de 21 ediles para presentar la moción es complicado, pero de momento, los partidos de la oposición han encontrado otro mecanismo para «marcarle el camino a Colau» y para evitar «que se crea que  se puede salir con la suya sin el apoyo del plenario del Ayuntamiento».

Esa herramienta consiste en unirse y formar un bloque contra Colau en casos concretos. Este martes se ha visualizado por primera vez cuanto CiU, Ciudadanos, ERC, PSC y el PP han unido sus fuerzas en contra de la propuesta de la alcaldesa para construir el tranvía por la avenida Diagonal.

«Errática gestión»

La oposición, con la excepción de la CUP, ha usado esta iniciativa para dejar claro que «Colau tiene que buscar el consenso». Todos los grupos de la oposición son conscientes de que éste es un primer frente común que se puede repetir de nuevo también para cuestionar otras iniciativas que el Gobierno municipal tome sin el previo consenso.

Coinciden también en que la gestión de la ciudad sigue su curso un poco a la estela de lo que hicieron los anteriores alcaldes de CiU y el PSC. Pero temen que las cosas se tuerzan con el tiempo y que en un par de años los barceloneses perciban «las consecuencias negativas de la errática gestión de Colau».

Dos negociaciones

Y también se muestran de acuerdo en que si se produjese «una hecatombe», una gran equivocación por parte del actual Gobierno, como por ejemplo, la pérdida del Mobile World  Congress que tantas alegrías da a la ciudad, la moción de censura se podría materializar pese a las diferencias ideológicas de los partidos de la oposición.

De momento, Colau negocia dos cosas: la posible entrada de los cuatro concejales del PSC en el Gobierno municipal y los presupuestos. Fuentes socialistas explican que sobre ese pacto, el de gobierno, no hay todavía nada decidido. Y añaden que el asunto de los presupuestos es el primer paso para entablar una relación más estable con Barcelona en Comú.

ERC se encuentra en una situación parecida. El grupo de los republicanos negocia los presupuestos y no descarta entrar en el Gobierno de la ciudad en un futuro, aunque esas negociaciones no se han iniciado por el momento.

Sin presupuesto

No obstante, tampoco sobre los presupuestos hay nada decidido. La oposición acusa a Colau de haberse dormido en los laureles, por lo que no podrá presentar unas cuentas con todas las de la ley. Tendrá que recurrir al mecanismo de la ampliación de crédito consistente en presentar el presupuesto del año pasado con un incremento.

De momento, Colau no ha conseguido ni siquiera una aprobación inicial de ese presupuesto, aunque es posible que la logre para Semana Santa si sus conversaciones con el PSC llegan a buen puerto.

Conversaciones con el PSC

Esas negociaciones podrían desembocar en un pacto definitivo, pero eso tampoco aseguraría a Colau una legislatura tranquila. Sus 11 concejales y los cuatro de los socialistas de Jaume Collboni suman 15, que todavía se quedan muy lejos de los 21 que configuran la mayoría absoluta.

La alcaldesa necesitaría también buscar la complicidad de los republicanos de Alfred Bosch y de la CUP. Pero ¿se aliarían los socialistas en ese gobierno que, aunque de izquierdas, tendría un marcado tono independentista?

«Hartazgo»

Algo parecido ocurre en el otro lado del plenario. La alianza de CiU, Ciudadanos y PP, que sumarían 18 ediles, tiene su lógica natural, pero la deriva de los convergentes hacia el independentismo hace que ese acuerdo no sea hoy por hoy posible.            

Todas las fuerzas de la oposición reconocen que hay un cierto «hartazgo» respecto a Colau y respecto a su forma de gobernar. Y aunque también son muy conscientes de que «la aritmética es muy cruel» y que la moción de censura es muy difícil, nadie la plantea como algo imposible.

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