Cierres masivos en esta popular cadena de bocadillos: ha cerrado 631 tiendas
La cadena de restauración rápida atraviesa una crisis
El sector de la comida rápida está encabezado por grandes gigantes como Mc Donald’s o Burger King. Sin embargo, en segmentos más especializados como el de los bocadillos, despuntan compañías como Pans & Company o Subway que se disputan el trono del imperio de los sandwiches.
Sin embargo, Subway atraviesa una delicada situación, después de verse obligada a cerrar más de 600 restaurantes en lo que llevamos de año.
Orígenes de la cadena
La historia de Subway se remonta a 1965, cuando Fred DeLuca se graduó de la secundaria en la localidad de Brigdeport, en Connecticut. A pesar de que soñaba entrar en la universidad, los 1,25 dólares por hora que ganaba en una ferretería no eran suficientes para financiar su educación.
Ante esta situación, le pidió consejo a un viejo amigo de la familia, que le propuso abrir un restaurante de sándwiches. Con un préstamo de 1.000 dólares, ambos se convirtieron en socios y arrancaron el negocio. Tras abrir el primer restaurante bajo el nombre Fred & Pete´s Submarines, la compañía creció rápidamente.
Después de abrir en tan solo unos años una veintena de establecimientos, sopesaron la idea de convertir el negocio en franquicia para continuar creciendo. De esta manera, pisaron el acelerador en su expansión hasta convertirse en la reconocida marca que es en la actualidad Subway.
Modelo de negocio
El producto por excelencia son los bocadillos. En los establecimientos se ofrecen sandwiches de corteza blanda, con cinco tipos de pan horneados en el propio restaurantes e ingredientes que permiten más de dos millones de combinaciones. Y es que, el concepto de Subway se caracteriza por dar la posibilidad a los clientes de elegir los ingredientes de sus bocadillos.
Además, cada bocadillo es preparado al momento frente al cliente e incluye vegetales, condimentos y salsas especiales que proceden de proveedores locales. Completa la carta del establecimiento las ensaladas, que los consumidores también pueden elaborar a su gusto, así como una amplia variedad de postres horneados en el restaurante, desde galletas hasta magdalenas y donuts.
Con el paso del tiempo, Subway se ha convertido en la franquicia de restauración de comida rápida más grande del mundo, con una red conformada por más de 40.000 restaurantes operativos en un centenar de países, según la página web de la compañía. Si se pone el foco sobre España, la multinacional cuenta con más de 60 restaurantes.
Relevo en la dirección
A mediados del año pasado, la compañía completó su venta a la firma de capital privado Roark. Subway puso de relieve que la operación se había producido después de tres años de crecimiento en las ventas y de aumento del beneficio neto en los restaurantes por primera vez desde 2016.
Unos meses más tarde tuvo lugar el relevo en el timón de la compañía, después de que el entonces CEO de Subway, John Chidsey, se jubilase para dejar paso en el cargo a la directora de la enseña para Europa, Oriente Medio y África (EMEA), Carrie Walsh.
También se presentó una nueva imagen para sus puntos de venta, que tenía como objetivo mejorar la experiencia del cliente, aumentar la comodidad y ayudar a impulsar la rentabilidad de los franquiciados.
Para ello, refuerza la personalidad de marca y cuenta con elementos decorativos vibrantes, como gráficos de pared llamativos, iluminación de alta gama y tonos de madera más cálidos.
Subway, en un momento delicado
La compañía ha cerrado en lo que va de año 631 restaurantes en Estados Unidos, según QSR. Una de las regiones más afectadas ha sido la de Oregón, donde más de 200 trabajadores de las franquicias de la firma han perdido su empleo después de que los establecimientos en los que trabajaban cerraran.
Los cierres se están concentrando en ciudades medianas y en los barrios en los que la cadena de comida rápida abrió locales hace más de veinte años. Entre los motivos que han conducido a Subway a la situación se encuentra el freno en las ventas, pero también el incremento de los costes y la gran competencia del sector.