Las mejores ventas alivian la fiesta de Sant Jordi

Para esta edición se calcula que se ha facturado un 2% más de libros que el año pasado. Victor Amela, Sergi Pàmies, Paula Hawkins y Marie Kondo fueron los autores más vendidos

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Y al final llegó la lluvia, y el gigantesco hormiguero humano que transitaba las calles céntricas de Barcelona corrió a buscar refugio entre los comercios, o decidió sumergirse en las bocas del metro y regresar a sus hogares.

Pero el clima fue piadoso ante las previsiones meteorológicas, y por suerte Cataluña pudo disfrutar de un magnífico Sant Jordi que, al caer en sábado, permitió que hasta media tarde se disfrute bajo un sol de primavera.

Esperanza de buenas ventas

Los libreros tenían motivos para sonreír. Aunque todavía faltan los números finales, pero viendo la gran afluencia de público, el Gremio de Libreros de Cataluña esperaban superar en un 2% las ventas del 2015, que se habían situado en el orden de 20,35 millones de euros.

Los que no estaban tan conformes eran los vendedores de rosas, que según cálculos provisorios, habrían despachado 5,5 millones de rosas, un 15% menos que en el 2015.

Los que más vendieron

La fiesta del libro y la rosa cumplió todos los rituales habituales. Era imposible transitar algunos tramos de Las Ramblas o el Paseo de Gràcia si no era a los codazos, y las filas se prolongaban para ver a autores como Almudenas Grandes, Julia Navarro, el dibujante Francisco Ibañez, el cocinero Ferran Adrià o Eduardo Mendoza, que se cansaron de firmar dedicatorias.

El italiano Claudio Magris fue pregón del año, y comparó a Sant Jordi con «una fiesta de cumpleaños». Ya terminada la jornada, el Gremio de Libreros informó que Víctor Amela, con La filla del capità Groc y Paula Hawkins con La chica del tren, fueron los autores más vendidosde ficción en catalán y castellano. En el área de no ficción, las palmas se las llevó Sergi Pàmies con Confessions d’un culer defectuós en lengua catalana, y La magia del orden, de Marie Kondo en idioma castellano.

Lecturas políticas

Este fue el primer Sant Jordi de Carles Puigdemont, quien realizó la metáfora de turno, y llamó a los catalanes a «hacerse oír y hacerse respetar frente a los dragones feroces, que los hay, y muchos, que nos quieren atenazar». Miquel Iceta aprovechó la comparación y pidió combatir «los dragones de la intolerancia».

Luego, el presidente del gobierno catalán participó de una misa en la capilla de la Generalitat, a la que no concurrió Ada Colau. Sin embargo, los dos políticos se encontraron en una recepción, e intercambiaron los tradicionales regalos: la alcadesa le obsequió ‘Cuando perdemos el miedo’, de Lúa Todó (inspirado en la Plataforma de Afectados por la Hipoteca), y recibió una rosa de Puigdemont.

Huelga de TV3 y Catalunya Ràdio

Como siempre, los medios de comunicación cubrieron las horas del evento con sus estudios montados en la calle y con su despliegue de cámaras. Sin embargo, en esta ocasión los trabajadores de TV3 y Catalunya Ràdio realizaron huelga en los turnos del informativo, de 14:00 a 15:30 y de 20:30 a 21:30.

El motivo fue para que la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales (CCMA) retire el pedido de siete años de prisión a un empleado acusado de filtrar el ERE que preparaba el ente público.

 

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