Los fans de Puigdemont buscan dinero en Youtube (pero es inviable)

Los seguidores de Puigdemont promocionan su cuenta de Youtube para obtener ingresos, pero el líder huido ni se acerca a los números que abren la caja

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En octubre de 2018, Carles Puigdemont creó el llamado «consejo por la república» para –entre otras cosas– recaudar dinero. El objetivo en su fundación era conseguir un millón de adhesiones que, con una donación mínima de 10 euros, inyectarían al independentismo «en el exilio» la nada despreciable suma de 10 millones (como mínimo). Las primeras horas dispararon el optimismo del ex president y de su entorno: en menos de un día ya se habían ingresado más de 100.000 euros gracias a sus inscritos.

Nueve meses después, las donaciones apenas rozan los 700.000 euros. Y aún no se sabe bien lo que el consejo hace con ese dinero, pero sí que es cierto que los gastos de Puigdemont en Bruselas y en sus viajes por el mundo no cesan. El líder huido ha logrado, eso sí, que la Generalitat asuma las facturas de sus viajes, a razón de cuatro por mes. Otros gastos podrían saldarse con las ventas de su nuevo libro, en el que se muestra más pesimista que nunca sobre el procés.

Pero Puigdemont necesita más dinero, y sus fans lo saben. Por ello han dado inicio a una campaña en las redes sociales para convertirle en influencer; concretamente, en youtuber. Aunque el líder de Junts per Catalunya tiene un canal de Youtube desde 2007, donde ha publicado decenas de vídeos durante más de una década, sus seguidores creen que no ha sacado el máximo provecho a la plataforma y creen que si logra monetizar sus contenidos en el portal de vídeos podría vivir con menos apuros, si los hubiere.

El «número uno» del 1-O aún no se hace eco de la campaña que su parroquia ha iniciado en Twitter para incrementar su número de suscriptores en Youtube, que en unos días pasaron de 10.000 a más de 12.500. Pero el silencio de Puigdemont no les detiene, especialmente ahora que se han dado cuenta de que los youtubers no ingresan dinero por el mero hecho de tener seguidores, sino que hay muchos más factores a tomar en cuenta. Manos a la obra, dicen los fieles, que no ven pegas a su misión de convertirle en influencer.

El influencer Puigdemont: un brindis al sol

Todo comenzó este miércoles con un mensaje amarillista de una cuenta de Twitter denominada «1 d’Octubre. Som República Catalana Lliure«. Tras hacer pasar a Puigdemont como el más mártir de todos los mártires de la causa independentista, los tuiteros lanzaron un reto para promocionar el canal de Youtube del ex presidente catalán, según informa El Confidencial. Al no percibir su salario como diputado del Parlament ni de la Eurocámara, Puigdemont necesita conseguir ingresos por otras vías, creen. 

Este brindis al sol es evidencia de que no todos los internautas entienden cómo funciona Youtube. No es que no solo basta con tener muchos seguidores para cobrar; hay que publicar vídeos constantemente (Puigdemont ha colgado dos vídeos este último mes) y hay que lograr que tengan al menos 100.000 reproducciones en cierta cantidad de tiempo. La duración de los contenidos importa: un vídeo de más de 10 minutos que haya sido visto en su totalidad por más de 100.000 personas dejará más ingresos que uno de cinco minutos, por ejemplo.

Esto lo saben los verdaderos youtubers e influencers, ya sea porque la experiencia les llevó a lecciones difíciles de aprender o porque son parte del exclusivo grupo de creadores de contenido que pueden ganar dinero suficiente en las redes sociales como para no tener un trabajo «real». No lo saben, por ejemplo, los fans de Puigdemont que creen que los vídeos del ex president van a pasar de menos de 1.000 reproducciones a más de 100.000 como por arte de magia. ¿Tal vez dar like ayudará? «Vamos ahí», han pensado, pues es otra de las tácticas que proponen.

En los 12 años de existencia de la cuenta de Puigdemont en la plataforma de vídeos, sus contenidos han sumado un total de 1.077.313 reproducciones (importante: la compañía paga por vídeos populares, no por canales populares, y lo hace a quienes se suscriben a su programa de socios). Es decir, una media de en torno a 7.500 reproducciones por mes. Su último vídeo tiene unas 1.800 views. El que publicó antes de ese tiene menos de 700. Se puede ejemplificar con más datos, pero sería llover sobre mojado.

¿Cómo superar las 100.000 reproducciones por vídeo? Pues, Puigdemont «puede hacer vídeos de cinco minutos, donde nos dedique una pieza de piano y un ‘buenas noches, Cataluña’ «, sugieren sus devotos. «¡Superaremos las 100.000 reproducciones seguro!», dicen con un optimismo insostenible. Pero, insisten, si «Mr. Santos [nota: Mr. Santos es un youtuber que tiene casi cinco millones de reproducciones en menos de dos años], en un vídeo, explica que ganó 2.400 euros por tres vídeos al mes y tenía 30.000 suscriptores sin publicidad». Ya.

La decisión de convertirse en youtuber corresponde a Puigdemont y a nadie más, pero tal vez sus asesores sepan aconsejarle mejor que sus fans en Twitter.

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