Mauricio Macri pone fin a 12 años de ‘era Kirchner’ en Argentina

El líder opositor se impone al candidato oficialista, Daniel Scioli, con el 51,5% de los votos

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Fin a 12 años de kirchnerismo en Argentina. El opositor de centroderecha Mauricio Macri se ha alzado este domingo con la presidencia al imponerse al candidato oficialista, Daniel Scioli, en la segunda vuelta de las elecciones con un 51,5% de los votos, por un 48,5% del sucesor de Cristina Fernández de Kirchner.

Macri centrará sus esfuerzos en recuperar la confianza de los inversores. El candidato opositor ha prometido un golpe de timón para reactivar la economía, una maniobra que requerirá de destreza para mantener los logros sociales de la última década y evitar que el país caiga de nuevo en una crisis.

Con el triunfo de Macri, Argentina tomará la senda de reconciliación con los inversores, que habían huido por los controles cambiarios, restricciones a las exportaciones y otras políticas intervencionistas de la mandataria saliente Cristina Fernández, que no podía aspirar a otra reelección.

Celebraciones en todo el país

«Juntos podemos construir la Argentina que soñamos», dijo Macri en su cuartel de campaña ante seguidores que celebraban la victoria entre globos de color blanco y azul de la bandera argentina. «Es un cambio de época que nos tiene que llevar hacia el futuro, hacia las oportunidades que necesitamos para crecer».

Miles de argentinos se concentraron en el Obelisco, un emblemático monumento del centro de la capital, para celebrar la victoria de Macri en medio de ensordecedores bocinazos. En otras ciudades importantes del país, como Rosario y Córdoba, la gente bailaba en las calles.

El fin del ‘kirchnerismo’

A pesar de la popularidad que la presidenta Cristina Fernández ganó a fuerza de planes sociales gubernamentales, una sostenida creación de empleo y subsidios de los servicios públicos, el cansancio de muchos argentinos con su beligerancia -que polarizó al país-, el estancamiento económico y la alta inflación impulsó a Macri.

Su propuesta de renovación de la política y combate a la corrupción, aunado a una administración relativamente prolija como alcalde de Buenos Aires, terminó de convencer a otros.

«Espero que la gente se una, porque hubo mucho odio. Espero transparencia, gestión y obras en serio», destacó Ximena Cossío, un ama de casa de 46 años que había acudido al Obelisco.

Guiño a los inversores            

Desmantelar los controles cambiarios que limitan el acceso a los dólares, devaluar la moneda, bajar los impuestos a salarios altos y medios, levantar restricciones a exportaciones agrícolas –la principal fuente de divisas– y austeridad fiscal son algunas medidas que propone el ingeniero que hoy gobierna la capital.

Las propuestas de Macri, de 56 años, representan un cambio de dirección que se identifica con el liberalismo económico. Sin embargo, también prometió que mantendrá los subsidios a los más pobres y la gestión estatal de la petrolera YPF, dos medidas que fueron marca registrada del peronismo y cimentaron la popularidad de Fernández y su antecesor y marido, el fallecido Néstor Kirchner.

«Los inversores extranjeros obtuvieron lo que deseaban. La victoria de Macri es una señal del final del legado de Kirchner y Fernández de confrontación con los acreedores y malos manejos económicos», dijo el analista de mercados emergentes Gary Kleiman, con sede en Washington.

Kleiman añadió que los mercados financieros argentinos –que venían descontando el triunfo de Macri en las últimas semanas– se verán beneficiados en el corto plazo.

Economía Digital

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