Un joven alemán-iraní es señalado como el único atacante de Múnich

La policía de la ciudad bávara descarta que haya otras personas involucradas en el tiroteo del viernes. El saldo es de nueve muertos y 21 heridos

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Las primeras horas del día van aclarando qué pasó en la confusa tarde del viernes en el centro comercial Olympia, en Múnich. La policía de la ciudad confirmó que el ataque fue perpetrado por una sola persona, un joven de 18 años con doble nacionalidad alemana-iraní, que se suicidó antes de ser capturado, a un kilómetro del lugar del atentado.

Todavía no se pudo precisar su identidad, pero según el jefe de Policía de Múnich Hubertus Andrä, había vivido en la ciudad bávara al menos dos años. Los investigadores revelaron que el agresor no tenía antecedentes ni se le conocían relaciones con grupos radicales.

En el torrente informativo de las primeras horas, se indicaba que el tiroteo había sido producido por tres personas. En el video que circulaba por las redes y los informativos, se ve al único atacante parado en la puerta de un Mc Donald’s, como quien espera a una persona, y que desenfunda su arma para emprender a tiros con los transeúntes.

 

 

 

En una rueda de prensa realizada en la madrugada, Andrä dijo que no existen evidencias que el atacante haya tenido apoyo de otras personas. «No hay indicaciones de que esté conectado con grupos terroristas, eso será trabajo de las investigaciones», agregó. Tampoco quiso vincularlo con el ataque del lunes en un tren del sur de Alemania, donde un joven origen afgano hirió a tres personas gravemente con un cuchillo y un hacha, mientras gritaba «Allahu Akbar (Alá es grande)».

En la mañana del sábado el balance es de nueve muertos, mientras que hay 21 personas heridas, tres de ellas en estado crítico. Muchos de los hospitalizados son niños, que concurrían con sus familias al centro comercial Olympia la tarde del viernes, cerca de la Villa Olímpica de Munich. Este es un barrio marcado por la tragedia, cuando en 1972, en plenos Juegos Olímpicos, también vivió una sangrienta jornada cuando un comando terrorista palestino secuestró a varios deportistas de Israel.

El Ministerio del Interior alemán ha decretado un día de duelo, y la canciller Ángela Merkel está reunida con sus ministros y el cuerpo de Inteligencia para analizar el atentado.

El despliegue para contener el atentado significó la paralización de la vida en Múnich: las autoridades pidieron a los residentes que no salgan de sus casas, el metro y otros medios de transporte público dejaron de funcionar, y alrededor de 2.300 efectivos salieron a las calles. El clima de psicosis y temor era total.

 

 

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