Unión con el segundo productor mundial de energía nuclear

Francia produce el 86% de la energía que consume y siempre está en condiciones de exportar

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La línea de interconexión eléctrica entre España y Francia duplica la capacidad actual de intercambio entre ambos países y ayudará a España a dejar de ser una isla energética en Europa.

La nueva línea con Francia une las localidades de Santa Llogaia, en Girona, y Baixàs, en Francia, y entrará en funcionamiento a finales de este semestre con una capacidad de interconexión entre los dos países que pasará del 3% actual al 6% (de 1.400 a 2.800 megavatios), si bien se trata de un porcentaje muy por debajo del 10% que recomienda la Unión Europea.

En cualquier caso, la capacidad de que España exporte kilovatios a Francia o que los importe de ese país será mayor, y favorecerá, entre otras cosas, que se pueda dar salida al excedente de producción de las renovables españolas en momentos de mucho viento o bien recibir energía del país vecino cuando no lo haya.

El 86% de la energía francesa procede de reactores nucleares

Francia es el segundo productor mundial de energía nuclear, sólo superado por Estados Unidos. El 86% de su energía procede de los 58 reactores actualmente en funcionamiento, lo que da al país una gran independencia con una electricidad muicho más económica y menos contaminante.

En el sur de Francia se está investigando y desarrollando la tercera generación de energía nuclear por fusión. Los enormes costes de este trabajo son financiados por Japón, Estados Unidos y otros países. Este tipo de generador será mucho mas seguro, habrá menos basura radioactiva y producirá tres veces más energía eléctrica.

El director de Transporte de Red Eléctrica Española, Carlos Collantes, aseguró hace unos días que la conexión España-Francia ayudará a crear un mercado único de la electricidad en Europa y que ello debería ayudar a que bajaran los precios de la electricidad en todo el continente.

Mejora del suministro para el entorno

Por otra parte, la nueva línea mejorará la calidad del suministro de las poblaciones de ambos lados de la frontera, las del Rousillon y L’Empordà, y garantizará el suministro eléctrico necesario para el correcto funcionamiento del tren de alta velocidad en el lado español.

El anuncio de esta interconexión eléctrica desencadenó toda una oleada de protestas, principalmente en la provincia de Girona, que vivieron su máxima intensidad durante la etapa del tripartito formado por PSC, ERC y los ecosocialistas de ICV-EUiA, un proyecto que provocó fricciones entre los propios socios de gobierno.

La intervención de Mario Monti

De hecho, la Comisión Europea nombró en 2007 al ex primer ministro italiano Mario Monti como coordinador europeo de este proyecto para buscar un trazado de consenso, y éste propuso soterrar parte del tendido eléctrico, una fórmula que facilitó el acuerdo final, que España y Francia sellaron en junio de 2008.

La extraordinaria nevada que cayó el 8 de marzo de 2010 en Cataluña, y que afectó principalmente a las comarcas de Girona, dejó a 460.000 abonados sin luz, y ese hecho reabrió el debate en Cataluña sobre la conveniencia de contar o no con esa línea de alta tensión.

La línea más grande del mundo

La línea que se inaugura hoy tiene un trazado de 64,5 kilómetros (la más grande del mundo de estas características), aunque el tramo que cruza los Pirineos se hace a través de un túnel que transcurre paralelo a la línea ferroviaria de alta velocidad.

Su coste ha ascendido a 700 millones de euros, 225 de ellos sufragados con fondos europeos y 350 financiados por el Banco Europeo de Inversiones.

Red Eléctrica Española (REE) y su homóloga francesa, Réseau de Transport d’Électricité (RTE), han ejecutado este proyecto a través de Inelfe, la sociedad constituida por ambas.

Estaciones conversoras

La interconexión eléctrica será de corriente continua, mientras que las redes española y francesa son de corriente alterna, y por ello ha sido necesario construir dos estaciones conversoras, una en Baixàs y otra en Santa Llogaia.

En total, se han instalado un total de 250 kilómetros de cable, ya que la interconexión se compone de cuatro cables, dos por enlace, y estos cables transportarán de un lado a otro de la frontera 2.000 megavatios de corriente continua a 320 kilovoltios.

En la parte española, la línea cruza L’Empordà por los términos municipales de Santa Llogaia, Vilafant, Figueres, Llers, Pont de Molins, Cabanes, Biure, Capmany, Darnius, Agullana y La Jonquera, un trazado en su mayor parte paralelo a la AP-7 y al tren de alta velocidad.

Economía Digital

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