Arrimadas desoye a sus críticos: tenderá la mano a Pedro Sánchez «hasta el final»

Arrimadas se limita a pedir la retirada de la enmienda que elimina el castellano como lengua vehicular para apoyar los Presupuestos

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La líder de Ciudadanos, Inés Arrimadas, desoye a los dirigentes críticos con el rumbo de la formación en la negociación de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) con el Gobierno de coalición. Arrimadas asegura que «Sánchez va a tener hasta el final la mano tendida de Cs». La cúpula naranja considera que es el presidente quien tiene que elegir entre ellos o los independentistas y seguirán sentados en la mesa de negociación hasta la votación final de las cuentas. 

Arrimadas ha presentado este martes en rueda de prensa tras el Comité Permanente de la formación una serie de nuevas líneas rojas para dar su visto bueno a las cuentas. Entre ellas destaca el compromiso por escrito del Gobierno a no celebrar un referéndum de secesión en Cataluña y la exigencia de retirar la enmienda a la ley educativa para que el castellano no pierda la condición de lengua vehicular en la enseñanza. 

La líder de Cs exige al Gobierno que no facilite a los separatistas esa concesión, mientras obvia la modificación de los delitos de secesión y rebelión en el Código Penal.

Economía Digital avanza que Unidas Podemos ya presiona al ministro de Justicia, Juan Carlos Campo, para que acelere la reforma y la culmine diciembre. Un asunto que no preocupa a los naranjas y, a preguntas a Arrimadas, no ha dicho que lo vaya a poner como una línea roja para aprobar los Presupuestos. 

Las líneas rojas de Cs  

«Vamos a seguir trabajando hasta el último momento para que Sánchez puede elegir entre ayudar a los españoles o ayudar a ERC a ganar las elecciones y a ayudar a Junqueras a salir antes de prisión. La mano tendida va a estar hasta el final. Va a estar hasta el último minuto antes de votar los PGE», insistió Arrimadas. 

La líder de Cs tiene la estrategia de su partido clara que consiste en no levantarse de la mesa de negociación, «que es lo que Podemos quiere», aseguran en su partido. Sin embargo, varios dirigentes críticos insistieron este martes en no hacer «seguidismo» a Sánchez. 

Arrimadas ha expuesto este martes nuevas medidas que sí serían líneas rojas a la hora de cumplir por el Ejecutivo de Sánchez si quiere contar con el ‘sí’ de la formación: 

Se trata de la aprobación de un «salvavidas a las clases medias golpeadas por esta crisis». En este epígrafe la formación incluye ayudas directas a autónomos, pymes y empresas (menos de 50 trabajadores) que hayan visto su actividad e ingresos reducidos en un 50%. De manera que el Gobierno apruebe una inyección directa que cubra hasta 75% de la facturación del ejercicio anterior, siguiendo el modelo europeo que han aplicado países de nuestro entorno, como Alemania.

La segunda propuesta, en este sentido, se centra en permitir la baja laboral con prestación para padres y madres con hijos en edad escolar que tengan que guardar cuarentena por Covid-19, aun sin PCR positiva, siempre que ambos padres trabajen y no puedan teletrabajar, para que no tengan que renunciar a su salario ni perder días de vacaciones.

Arrimadas desoye a los críticos 

La líder de Cs no ha tenido ninguna palabra para los dirigentes críticos y los que ya no forman parte del proyecto que cuestionan su estrategia de pactar con Sánchez «a toda costa». La dirigente sí que ha hecho una concesión para calmar los ánimos: exigir a Sánchez que retire la enmienda que elimina al castellano como lengua vehicular y oficial del Estado. 

La medida y el no haber exigido su retirada la semana pasada, ha sido la gota que colmó el vaso de algunos dirigentes que abandonaron la formación, como Patricia Reyes o Xavier Pericay y el malestar entre algunos miembros de la Ejecutiva del partido. «Por causas como ésta confiamos en Albert y nos afiliamos a Cs», subrayaron a Economía Digital estas voces críticas. 

La formación podría haber registrado una enmienda a la totalidad de los Presupuestos, dificultando así su tramitación esta semana en la Cámara Baja. Pero lo cierto es que Arrimadas no podrá palos en la tramitación de las cuentas tras anunciar este martes que su formación no apoyará mañana las siete enmiendas a la totalidad a los presupuestos. 

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