Los empresarios del Cercle d’Economia ‘eligen’ a Xavier Trias

Ada Colau se despidió este lunes de la reunión del Cercle, en la que los asistentes ven improbable la opción progresista que quiere liderar Jaume Collboni y esperan un gobierno más afín

Ada Colau y Jaume Guardiola en la inauguración de la reunión del Cercle d’Economia. EFE/Toni Albir

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Ada Colau fue la protagonista de la sesión inaugural de la XXXVIII reunión anual del Cercle d’Economia, pero a Xavier Trias, que no estaba en el evento, se le mencionó tanto o más que a la todavía alcaldesa. Probablemente fue el nombre que más sonó junto con el de Pedro Sánchez por la sorprendente convocatoria de elecciones generales para el 23 de julio. Los empresarios y directivos del Cercle tienen claro que la era Colau ha terminado, lo que todos celebran, y tienen pocas dudas de que Trias será alcalde, lo que también celebran aunque más comedidamente.

Que un candidato de centro-derecha como Trias haya ganado ha caído bien en el empresariado catalán. Cabe destacar que fue en los distritos con mayor renta, Sarrià-Sant Gervasi y Les Corts, donde el político vinculado a Junts logró los mejores resultados. Además, tienen el recuerdo de 2011 a 2015, cuando ya fue alcalde y sus relaciones con el ayuntamiento barcelonés fueron mucho más fluidas. Por ello, cuesta discernir si era una previsión fruto de un análisis o les podían las ganas.

Fuera con cabeza o con corazón, el sentimiento mayoritario era que Trias será alcalde. Un empresario barcelonés comentaba que veía «imposible» un pacto a la contra para impedirle tomar la vara, y más después del adelanto electoral de Pedro Sánchez. «Con la campaña de las generales ahora, ni ERC ni el PP le va a regalar la alcaldía a los socialistas», añadía dicho empresario, que prefiere mantenerse en el anonimato, a Economía Digital.

Otro directivo creía que el candidato de Trias per Barcelona debía ser el elegido porque se lo había ganado pero sí expresaba temores de que Jaume Collboni y Ada Colau lograran convencer a ERC. «Esto no depende de Ernest Maragall. Si fuera así, Collboni no sería alcalde porque Maragall no puede ver al PSC. Pero lo decidirá Oriol Junqueras y Maragall tendrá que tragar», argumentaba.

Un tercer empresario celebraba que Barcelona pasara página de Ada Colau y su animadversión hacia los empresarios, pero admitía que dicha animadversión era correspondida y comentaba entre risas el placer que le daba verla este lunes en el Cercle hacer un discurso casi de despedida para salir pitando luego sin esperar a la pausa y sin hablar con nadie más que con Jaume Guardiola, que como anfitrión, la acompañó hasta el exterior del hotel W de la Barceloneta a toda velocidad.

Estos son solo tres ejemplos pero era el sentir general del empresariado, aunque siempre es en off cuando se sueltan y se atreven a hacer valoraciones políticas. Algunos apostaron por la sociovergencia, lo que daría más estabilidad al gobierno municipal pues Trias y el PSC ya sumarían mayoría absoluta. Parece difícil que Collboni, que se ha propuesto ser alcalde sí o sí, lo acepte, pero el empresariado nunca renunciará a su sueño húmedo de gran coalición -los grandes partidos del centroderecha y centroizquierda juntos- aunque en España sea poco menos que una quimera.

Colau pierde ímpetu

Colau, comentábamos, sí que estuvo, aunque su participación fue fugaz. Guardiola le agradeció que acudiera el día después de las elecciones, y más tras la noche tan larga que vivió en la sede de BComú. La alcaldesa devolvió el agradecimiento al Cercle e hizo un discurso más moderado que el de la noche del 28M, defendiendo su gestión económica y apelando a un gobierno progresista, pero con menor ímpetu. Después se marchó.

Los empresarios reconocieron las agallas de Colau para ir este lunes a la reunión, poner buena cara y hacer un discurso relativamente centrado y «elegante». «Se ha despedido como una señora», decía un empresario. «Es lista, tiene intuición, y ha visto que ahora no le toca, tiene que apartarse. Por eso ha hecho un buen discurso de despedida, elegante», comentaba otro. Pese al reconocimiento, satisfacción por su adiós.

Pedro Sánchez fue el otro nombre del día en la reunión del Cercle. Las opiniones se repartían entre las de incomprensión y las de que era un buen intento de Sánchez pues tiene poco que perder. En lo que había coincidencia era en que difícilmente le salga bien. Pero otra vez, hay dudas de si hablaban con la cabeza o con el corazón.

Precisamente Sánchez causará baja de esta reunión del Cercle. Estaba prevista su participación en la clausura, el miércoles al mediodía -por la mañana, estará Alberto Núñez Feijóo-, pero este lunes por la noche, Moncloa informó a la institución de que el presidente del Gobierno no participará del evento.

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