Pugna por Barcelona: ERC y PP dan largas a Collboni y acercan a Trias a la alcaldía

Ernest Maragall insiste en la legitimidad de Trias como ganador de las elecciones y Daniel Sirera asegura que “con los comuns, ni a tomar un café”

El exalcalde Xavier Trias se impone con 11 concejales en Barcelona. EFE/Toni Albir

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La pugna por Barcelona será larga y acaba de empezar. Las elecciones de este domingo deberían haber sido el final pero puede que sean el inicio de la gran batalla, la de los pactos postelectorales después de que las urnas confirmaran la tremenda igualdad que se esperaba pero con cierta sorpresa respecto al ganador, Xavier Trias. Jaume Collboni quiere ser alcalde pese a haber perdido pero le faltan dos votos que, por ahora, ERC y PP no le entregan. 

Trias per Barcelona ganó con 11 concejales, uno más que el PSC y dos más que BComú. ERC logró 5; el PP, 4, y Vox, 2. El socialista Collboni, según sus palabras durante la campaña, perdió: “Quien no gana, pierde, y quien pierde, se queda en la oposición”, dijo en varias entrevistas. El domingo por la noche, sin embargo, esa reflexión había pasado a mejor vida y se declaró ganador dentro de las opciones de izquierdas, y como suman mayoría, hizo una llamada a BComú y ERC a formar gobierno con él como alcalde. 

Ernest Maragall habló el domingo antes que Collboni y ya dijo que era a Trias a quien correspondía tratar de formar un gobierno estable, y añadió que ERC “trabajará” para que haya un gobierno estable. Tras los cantos de sirena de Collboni, secundados al 100% por Ada Colau, este lunes por la mañana, el candidato republicano apenas ha cambiado el discurso y ha insistido en que es Trias quien tiene la legitimidad de intentar ser alcalde: “El carácter de ser la fuerza más votada es definitorio en unas elecciones como las locales”. 

“Sumar sabemos todos”, ha respondido en una entrevista en TV3 respecto a la opción de formar parte de una mayoría progresista, pero ha instado el resto de partidos a hablar de políticas para Barcelona y no de aritmética: «La política nos exige responsabilidad y serenidad, no precipitación y frivolidad. Recordamos lo que pasó hace cuatro años [cuando ERC ganó pero Colau pactó con Collboni y Valls le dio sus votos para ser alcaldesa], y no voy a hacer lo mismo”.  

Su lectura de los resultados también le alejan de Collboni y Colau, pues lo ve como un rechazo al gobierno inestable y poco cohesionado que Comuns y PSC formaron en la legislatura pasada. “Barcelona necesita un gobierno estable y fuerte. Ya hemos tenido suficiente de un gobierno de reparto de cargos, no es eso lo que la ciudad necesita. La ciudad ha expresado un claro rechazo a este modelo”, aseguró. 

Sirera escuchará a Trias y Collboni

Si ERC se confirma en lo que por ahora parece un no a Collboni, al socialista le queda el PP. Si bien por ahora el socialista ha hablado solo de un gobierno municipal progresista y el guante lo ha echado a ERC, no se descarta que busque los votos populares por responsabilidad y para que Barcelona no tenga un alcalde independentista. Daniel Sirera haría de Manuel Valls. Pero Sirera no está por la labor. 

Preguntado en Rac1 sobre un apoyo a Collboni para formar gobierno con Colau, no ha podido ser más claro: “Esto es… vamos, yo con los Comuns no voy ni a tomar un café”. Luego ha sido algo más ambiguo y se ha mostrado dispuesto a pactar con quien haga las políticas que quiere el PP: “Estaré dispuesto a participar en todo aquello que sea bueno para Barcelona”. 

Sobre Trias, también ha puesto las cartas sobre la mesa: “Depende de lo que quiera hacer. No me interesa tanto el quien como el para hacer qué. Si quieren volver a poner a la ciudad en el mapa, que la gente quiera venir a invertir, a atraer talento, a bajar impuestos, a todo esto, estoy dispuesto a sentarme con quien quiera hacer todo esto, pero quiero saber qué quieren hacer”. Ha recordado, no obstante, que Trias también ha rechazado los cruceros y se ha mostrado a favor de las medidas urbanísticas actuales. 

Como bonus track a esta primera mañana postelectoral en Barcelona, de primeras declaraciones de intenciones y recados cruzados de cara a las negociaciones, hay que ver cómo impacta la convocatoria de elecciones generales el 23 de julio. Pedro Sánchez puede haber hecho un flaco favor a Collboni, pues con unas elecciones a la vuelta de la esquina, y con dos campañas que como quien dice van a empalmar una con la otra, es probable que ni a ERC ni a PP le interese regalarle esa victoria a un malherido PSOE.

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