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Los principales líderes europeos apoyan el pacto con Trump: se fijan los aranceles en el 15%
El presidente de Estados Unidos asegura que el país norteamericano se encuentra en desventaja comercial y considera que los más importante es alcanzar un acuerdo "justo"

Ursula von der Leyen y Donald Trump. Foto: Europa Press.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, han alcanzado un acuerdo arancelario. Concretamente, ambos mandatarios han pactado imponer una tarifa del 15% a las exportaciones europeas que lleguen al país norteamericano.
El pacto entre Trump y Von der Leyen llega después de que asegurasen que la posibilidad de que prosperase el acuerdo estaba «al 50 a 50» momentos antes de reunirse en Escocia, a pocos días de alcanzar el ultimátum dado por el mandatario norteamericano.
Las reacciones de los principales líderes europeos no tardaron en llegar. El presidente del Consejo Europeo, António Costa, ha valorado el resultado como un paso estratégico: «Aprovechemos este resultado para seguir fortaleciendo la competitividad de la UE y ampliando nuestra red comercial global».
Desde Alemania, el canciller Friedrich Merz ha subrayado la importancia del acuerdo para la economía exportadora de su país, evitando «graves consecuencias». «Hemos logrado salvaguardar nuestros intereses fundamentales. Todos se benefician de unas relaciones comerciales estables y predecibles con acceso a los mercados, a ambos lados del Atlántico, tanto empresas como consumidores», ha afirmado.
No tan convencido se ha mostrado el primer ministro de Países Bajos, Dick Schoof, quien, aunque reconoció que lo ideal habría sido eliminar por completo los aranceles, consideró que el nuevo marco «aporta mayor claridad a nuestras empresas y mayor estabilidad a los mercados».
En la misma línea crítica, pero algo más esperanzado, el primer ministro irlandés, Micheál Martin, ha advertido que el aumento de ciertos aranceles “encarecerá y dificultará el comercio con EE.UU.”, pero también ha señalado que inaugura una nueva era de estabilidad que podría traducirse en una relación más sólida y profunda entre ambas partes.
«Desventaja» comercial para Estados Unidos
Trump había amenazado al territorio comunitario con imponer aranceles generalizados sobre las producciones europeas a partir del 1 de agosto, si bien contempló la posibilidad de echar marcha atrás en el impulso de la medida si la Unión Europea o sus empresas optaban por fabricar en el país.
El líder del Ejecutivo estadounidense ha enfatizado antes de iniciar la reunión que lo más importante era conseguir un acuerdo «justo» y ha insistido que su país se encuentra en desventaja comercial. Además, ha avanzado que en caso de alcanzar un acuerdo, los aranceles comerciales para la UE no iban a ser inferiores al 15%, como ha acabado sucediendo, y que los productos farmacéuticos no iban a estar incluidos.
«Estados Unidos tiene un déficit y debemos reequilibrarlo», ha recalcado para acabar añadiendo: «Tenemos una excelente relación comercial, es un volumen enorme de comercio conjunto, así que tenemos que hacerlo más sostenible».
Alcanzar un gran acuerdo comercial
Por su parte, la presidenta de la Comisión Europea ha puesto de relieve la importancia de alcanzar un acuerdo entre Estados Unidos y la Unión Europea, a los que ha definido como las dos economías más grandes del mundo.
«Si nos fijamos en nuestros mercados, es un mercado enorme: 800 millones de personas, incluyendo Estados Unidos y la Unión Europea», ha hecho hincapié.
Después de reconocer la firmeza en la negociación de Trump y su capacidad para llegar a acuerdos, ha señalado que de haber consenso se tratará del «acuerdo comercial más grande» que las dos regiones hayan cerrado en su historia.