España redobla su apuesta por el coche eléctrico con 1.280 millones en 2026
Un plan integral que busca estimular la demanda, reforzar la industria y cubrir los vacíos en la infraestructura de recarga
Recarga de un coche eléctrico. Foto: Freepik.
El Gobierno ha decidido dar un salto decisivo en la transición hacia la movilidad eléctrica con la puesta en marcha de un paquete de inversiones de 1.280 millones de euros que se desplegará a lo largo de 2026. La iniciativa, anunciada por el presidente, tiene como objetivo reactivar la demanda, reforzar la competitividad de la industria automovilística española y cerrar brechas que siguen frenando la extensión del vehículo eléctrico en el país.
El primer pilar del paquete es la creación del Plan Auto+, un programa de ayudas dotado con 400 millones de euros destinado a abaratar el acceso al coche eléctrico para hogares y particulares. El Gobierno pretende que este nuevo esquema de subvenciones sea más rápido, más homogéneo y más eficiente, evitando los retrasos y diferencias de gestión que habían generado malestar en anteriores programas.
A diferencia de otros planes precedentes, como el Moves III, que se tramitaban a través de los gobiernos autonómicos, el nuevo sistema estará gestionado íntegramente por la Administración central. Según el Ejecutivo, esta estructura permitirá que las ayudas lleguen a los consumidores “cuando realmente lo necesitan”, reduciendo los tiempos de espera y evitando desigualdades entre territorios.
El presidente subrayó que “para muchas familias, afrontar la compra de un coche eléctrico continúa siendo un esfuerzo económico considerable”, por lo que esta partida se concibe como un estímulo directo para acelerar el cambio de flota. La intención es que la entrada en vigor del Auto+ coincida con un momento clave de expansión del mercado, en un contexto donde los fabricantes están ampliando la oferta de modelos con autonomías más altas y precios más competitivos.
La descarbonización como prioridad estratégica
Durante la presentación del plan, el jefe del Ejecutivo insistió en que la lucha contra el cambio climático sigue siendo un eje irrenunciable de la política pública. Sánchez defendió la necesidad de mantener el rumbo hacia la movilidad limpia, recalcando que “España no puede permitirse frenar ahora” los avances logrados en los últimos años.
Recordó que la transición energética supone tanto un desafío ambiental como una oportunidad económica, y volvió a advertir que “la emergencia climática no admite pasos atrás”. Según sus palabras, los vehículos eléctricos acabarán imponiéndose de forma natural en las próximas décadas, hasta el punto de que, en 2050, el parque automovilístico será completamente eléctrico.
En este sentido, remarcó que renunciar al proceso de descarbonización supone un error estratégico: “Quienes cuestionan el rumbo del Pacto Verde ignoran que en esta transformación se juega también el empleo y el bienestar del futuro”.
Refuerzo a la industria: 580 millones adicionales para el Perte VEC
El segundo eje del paquete incluye 580 millones de euros destinados a reforzar el Perte del Vehículo Eléctrico y Conectado (VEC). Esta cantidad servirá para consolidar toda la cadena industrial, desde la fabricación de componentes hasta la modernización de plantas, el desarrollo tecnológico y la atracción de proyectos de valor añadido.
El Gobierno considera esencial que España mantenga su peso en la industria automotriz europea en un momento de competencia global creciente. Con esta dotación extra, se busca potenciar la fabricación nacional de modelos eléctricos, asegurar la llegada de nuevas plataformas y apoyar la implantación de tecnologías avanzadas en un sector que afronta uno de los mayores procesos de reconversión de su historia.
La ampliación del Perte VEC se presenta también como una oportunidad para consolidar el ecosistema de proveedores, impulsar líneas de ensamblaje adaptadas a vehículos cero emisiones y favorecer la colaboración entre empresas, centros de innovación y universidades.

La red de recarga, tercer objetivo clave: 300 millones para zonas con baja cobertura
El último bloque del plan se centra en uno de los grandes cuellos de botella del vehículo eléctrico en España: la infraestructura de recarga. Para ello, el Ejecutivo lanzará el Plan Moves Corredores, con 300 millones de euros dirigidos exclusivamente a desplegar puntos de carga en las “zonas sombra”, es decir, tramos de carretera o áreas donde actualmente no existe una red mínima que permita viajar con garantías.
El objetivo es que el mapa de recarga española deje de tener vacíos, especialmente en rutas interurbanas, zonas rurales y áreas de baja densidad de población. Con este programa, el Gobierno aspira a que cualquier conductor pueda recorrer el país sin temor a quedar sin autonomía, uno de los principales factores que todavía generan desconfianza entre los potenciales compradores.
Las ayudas del Moves Corredores se diseñarán para acelerar la implantación de infraestructura de alta potencia, imprescindible para reducir los tiempos de carga en trayectos largos y mejorar la usabilidad del coche eléctrico en desplazamientos cotidianos y profesionales.
Un plan que busca reactivar el mercado y atraer inversión
En conjunto, los 1.280 millones de euros anunciados configuran una estrategia amplia que combina incentivos al consumo, fomento de la industria e inversiones en equipamientos básicos. La intención del Gobierno es que estos recursos actúen como un palanca de reactivación tanto para el mercado de vehículos eléctricos como para el tejido empresarial ligado a la automoción.
La apuesta por gestionar directamente parte de las ayudas, priorizar la innovación industrial y reducir las barreras de recarga pretende ofrecer una señal clara a consumidores, fabricantes e inversores: España quiere consolidarse como uno de los líderes europeos en movilidad sostenible.