El Cercle d’Economia acusa a Colau de criminalizar la iniciativa privada y reformar Barcelona sin consenso 

La institución presidida por Jaume Guardiola pide al alcalde que salga de las urnas este domingo mejorar la “colaboración entre los agentes” públicos y privados para favorecer “un entorno estable y de confianza mutua”

Jaume Guardiola presenta su programa para las elecciones del Cercle d'Economia ante los socios

El presidente del Cercle d’Economia, Jaume Guardiola.

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El Cercle d’Economia crítica al Gobierno de Ada Colau en plena campaña electoral. La institución empresarial barcelonesa ha acusado al actual ejecutivo de la ciudad de mirar “con recelo” a las iniciativas privadas, por lo que ha exigido una mejora de la colaboración público-privada en la administración local. Además, también ha lamentado que el ayuntamiento impulsara el cambio urbanístico de las llamadas superilles “sin consenso”.

En la nota de economía publicada este lunes, una especie de previa a las Reuniones del Cercle programadas para la semana que viene, el Cercle asegura que “el sector privado a menudo ha vivido bajo sospecha en Barcelona”, lo que ha generado un «antagonismo» entre lo público y lo privado. A su parecer, es un hecho que “debe de cambiar” y sentar las bases para mejorar la colaboración entre agentes, por lo que exige al alcalde que salga de las elecciones de este domingo “huir del dogmatismo que pretende que el sector público lo puede todo o que el mercado solucionará por sí solo los problemas de manera satisfactoria”. “Las soluciones complejas que necesitamos requieren la colaboración entre el Ayuntamiento y el sector privado. Y hace falta que sea en un entorno estable y de confianza mutua”, ha concluido.

También sobre las acciones del actual Gobierno municipal, el lobby económico celebra que los objetivos que persiguen las superilles y los nuevos ejes verdes sean “compartidos ampliamente” con el fin de “aumentar los espacios verdes y reducir los vehículos contaminantes”. Sin embargo, lamenta que esta iniciativa se haya llevado a cabo “sin el consenso necesario y con una dotación insuficiente de transporte público que suponga una alternativa para los ciudadanos de la corona metropolitana”. El Cercle denuncia que estas reformas han generado “congestión, contaminación y ruido” en las calles colindantes a las pacificadas, generando desigualdades entre las vías. “La trascendencia de esta intervención urbanística nos lleva a reclamar más debate, análisis y consenso antes de emprender nuevas acciones”, añade.

Más allá de estos factores, la organización empresarial ha alabado la “resiliencia notable a la hora de afrontar las crisis” de la capital catalana y ha celebrado su capacidad de “atraer grandes acontecimientos, recuperar los niveles de turismo previos a la pandemia y captar un volumen considerable de inversiones y de capital humano muy vinculado a la tecnología y a la economía del conocimiento”. Sin embargo, siguen persistiendo “problemas estructurales” como el precio de la vivienda, que “expulsa a los jóvenes” de la ciudad o el “deterioro de servicios básicos, ya sea la movilidad, la seguridad o la limpieza”. “Los próximos cuatro años de mandato municipal serán cruciales para enderezar estos problemas y mejorar la calidad de vida que ofrece la ciudad”.

El Cercle alerta de un «estancamiento económico»

La nota publicada por el Cercle d’Economía gira alrededor del «estancamiento económico» tanto de Cataluña como de España, en comparación con el resto de Europa. En términos de PIB per cápita, España ha pasado de situarse un 9% por debajo del resto de la comunidad en 2007 a ser un 17% inferior en 2022. En el caso de la comunidad autónoma, la renta per cápita superaba la media europea en un 20% el año 2000, mientras que el 2021 la superaba solo en un 1%.

Para hacer frente a este falta de crecimiento, el Cercle le exige a la Generalitat liderar “con determinación y rapidez” grandes proyectos, como la ampliación del aeropuerto de Barcelona, ya que considera que es a quien le corresponde “hacer los análisis técnicos pertinentes y que, una vez disponga de toda la información, tiene que negociar con los agentes implicados (públicos y privados) una solución tan consensuada como sea posible”.

A su parecer, se trata de la iniciativa estratégica «más inmediata» que tiene que basarse en un “análisis de fondo de las alternativas posibles” para conseguir aumentar el número de rutas intercontinentales en El Prat, asegurando que; “en ningún caso”, implique un aumento “indiscriminado” de la conexión punto a punto y el low-cost con destinos de corto radio. “No se puede plantear como un conflicto entre crecimiento económico y medio ambiente. Tiene que servir para mejorar el deterioro del Delta del Llobregat, muy deteriorado», ha añadido el director general del foro, Miquel Nadal.

Por otro lado, al Govern de Pere Aragonés, le reclama trabajar para conseguir generar puestos de trabajo de calidad ante un mercado laboral donde existe una “falta de adecuación entre la oferta y la demanda de trabajos altamente cualificados”, según la nota. El Cercle atribuye este fenómeno, en parte, a la fuga de empresa a raíz del procés. “El retorno de estas empresas sería así doblemente positivo para Cataluña, pero es a la Generalitat a quien corresponde crear las condiciones para que sea finalmente posible”, concluye. Eso sí, la organización destaca la capacidad de la comunidad, y de Barcelona en particular, de atraer nuevos hubs tecnológicos.

Más esfuerzos para hacer frente a la inflación

Por último, en el caso del Estado, el Cercle pide al Gobierno central “redoblar los esfuerzos para continuar apoyando a la transformación de la economía y para hacerla más flexible, resiliente y productiva”. Sobre las medidas para hacer frente a la inflación, el Cercle subraya la necesidad de que estas ayudas vayan destinadas a colectivos vulnerables, por lo que lamenta que el grueso de las políticas sea “generalistas”.

Por último, el Cercle lamenta que la intervención directa al precio del alquiler promovida en la última Ley de vivienda pueda generar “efectos no deseados, que se tendrían que ponderar adecuadamente”, teniendo a Barcelona como «precedente». “Los ingresos más bajos que obtendrán las personas que tienen una vivienda de alquiler (la mayoría de las viviendas de alquiler está a manos de pequeños propietarios) es muy probable que acaben reduciendo la calidad y la cantidad de oferta”, argumenta.

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