China estudia frenar las nuevas cepas con una tercera dosis de la vacuna

Las farmacéuticas Sinopharm y Sinovac investigan la aplicación de una dosis de refuerzo para generar una inmunidad completa contra la cepa sudafricana, más resistente a los fármacos

Una enfermera manipula una vacuna contra el coronavirus. EFE

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Aplicar una tercera dosis de la vacuna contra el coronavirus se ha convertido en una de las principales estrategias de la comunidad científica para frenar la expansión de las nuevas cepas de la enfermedad que se han detectado en Sudáfrica, Reino Unido o Brasil. China ha sido el último país en sumarse a esta corriente y ya estudia administrar un pinchazo adicional a sus ciudadanos para protegerles de la amenaza de las mutaciones.

Las autoridades sanitarias chinas han iniciado las investigaciones clínicas para determinar si una tercera dosis permitirá elevar el número de anticuerpos de las personas que reciben el fármaco, con el objetivo de garantizar el mismo grado de efectividad y de seguridad que hasta ahora se había alcanzado contra el modelo original del coronavirus, según ha publicado el diario chino Global Times.

Las farmacéuticas Sinopharm y Sinovac, las dos que están detrás de los dos dos proyectos más exitosos sobre la vacuna de la administración china, analizarán los efectos que produce su preparado sobre los individuos cuando reciban tres inyecciones espaciadas en el tiempo. Una estrategia que difiere sobre la tónica planteada hasta ahora, en la que la mayor parte de los fármacos se han diseñado para administrarse en dos pautas. A excepción de algunos proyectos como el de Johnson & Johnson que solo requiere un pinchazo.

La cepa de Sudáfrica es la que más preocupa a la comunidad científica

La mayor parte de las farmacéuticas han concluido que son capaces de bloquear los contagios contra la cepa británica y brasileña, sin embargo han encontrado nserias dificultades para garantizar el mismo éxito con la variante que se originó en Sudáfrica. Esta mutación, conocida científicamente B.1.351, ha demostrado ser capaz de reducir de forma considerable la capacidad de las vacunas para generar anticuerpos que conduzcan a una inmunidad.

Los investigadores de Pfizer han concluido que su vacuna produce apenas un 33% de los anticuerpos de lo habitual, cuando entra en contacto con la cepa sudafricana. En el caso de Moderna, otra de las grandes distribuidoras a nivel mundial, su fármaco solo es capaz de generar una sexta parte de la inmunidad contra esta variante.

Los datos han llevado a Moderna a desarrollar una vacuna modificada sobre su fórmula original para intentar proteger también a la población mundial frente a esta nueva amenaza. La farmacéutica estadounidense ha iniciado las pruebas clínicas con los primeros grupos de voluntarios para testar su efectividad. En este caso, la estrategia también pasa por utilizar una tercera dosis de refuerzo.

China lanza una nueva vacuna con una nueva tecnología

Mientras tratan de buscar un remedio para las nuevas cepas del coronavirus, los investigadores chinos también continúan enfrascados en el reto de vacunar al país con mayor población del mundo. Los reguladores sanitarios han concedido la autorización de emergencia a una nueva vacuna para tratar de sumar fuerzas en el proceso. Es la quinta que se desarrolla a nivel nacional.

Dos ciudadanos chinos pasean durante la pandemia de coronavirus. EFE

El nuevo fármaco utiliza una nueva técnica de inmunización, basada en la inoculación de subunidades proteicas recombinantes. Es la primera vez que se recurre a esta tecnología en el país asiático. La vacuna es el resultado de un proyecto de colaboración entre la farmacéutica Anhui Zhifei Longcom y la Academia China de Ciencias.

El prototipo entró en noviembre en la tercera fase de ensayos clínicos con las pruebas masivas en voluntarios de China, Ecuador, Pakistán, Indonesia o Uzbekistán. Su principal ventaja es que su precio de fabricación es más reducido que sus predecesoras, lo que puede permitir acelerar la campaña de vacunación.

Los últimos datos de la Comisión Nacional de Sanidad revelaron que ya se había administrado la vacuna a 65 millones de personas en China. El objetivo es haber alcanzado la inmunidad de rebaño para finales de año o mediados de 2022. El reto es mayúsculo porque supondrá la inmunización de más de 900 millones de ciudadanos.

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