Ciudadanos entra en caída libre (también) en Andalucía

Marín repetirá como candidato a la Junta en una convocatoria electoral en la que algunos han llegado a comentar que “hay hermandades en Sevilla con más respaldo” que el vicepresidente andaluz

Inés Arrimadas y Ciudadanos ligan buena parte de su futuro al de Juan Marín en Andalucía.

Inés Arrimadas y Ciudadanos ligan buena parte de su futuro al de Juan Marín en Andalucía.

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“Hay hermanos mayores de hermandades en Sevilla con más respaldo que Juan Marín”. La maledicencia corrió por whatsapp, redes sociales y tertulias tan pronto se conocieron los resultados de unas primarias en Ciudadanos que ha dejado tras de sí un reguero de polémicas, insultos cruzados y miserias propias de los partidos que han entrado en el bucle de la autodestrucción.

Ahí están los datos. Tan sólo 823 votos de la mermada militancia de la formación naranja le han valido a Juan Marín para revalidar, por tercera vez, su candidatura a la Presidencia de la Junta de Andalucía en las próximas elecciones autonómicas, que se celebrarán en junio u octubre de 2022. Ése es el resultado obtenido por el vicepresidente andaluz en un proceso de primarias, convocado hace una semana de manera exprés por la dirección nacional de Inés Arrimadas, culminado anoche y que ha estado marcado por las acusaciones de fraude y falta de transparencia por parte de los críticos que revela, en su conjunto, la fragilidad, descomposición e indefinición de este proyecto político en toda España. O dicho de otra forma, Ciudadanos ha entrado en caída libre y no sabe o no puede salir de ella.

La fragilidad la refleja la pérdida de militancia y la indefinición, el juego al despiste de Marín sobre el deseo, o no, de acudir junto al PP con una única lista en las elecciones 2022. No en vano, las encuestas, a día de hoy, dibujan un futuro descorazonador para este partido: los sondeos dan entre 0 y 3 diputados y aquellos a los que se presume más cocina, como el del Centro de Estudios Andaluces de la Consejería de Presidencia, elevan el resultado hasta los 7 diputados, en cualquier caso lejos, lejísimos de los 21 que ahora mismo se sientan en el Parlamento y que fueron fundamentales para propiciar que la llegada del PP, con el apoyo parlamentario de Vox, al Gobierno andaluz tras 37 años de poder socialista.

Desde el punto de vista orgánico, Ciudadanos ha perdido músculo político coincidiendo, paradójicamente, con los tres años en los que Juan Marín ha ocupado por primera vez responsabilidad institucional en el Gobierno de la Junta como vicepresidente. Lejos de engrasar la maquinaria del partido gracias a este puesto de relevancia, lo que ha sufrido Ciudadanos es una pérdida progresiva de militantes acrecentada tras el abandono de su fundador, Albert Rivera, tras las elecciones generales de 2019. Así si hace cinco años, la formación atesoraba más de cinco mil afiliados, en la actualidad el censo es de 2.589, cifra, por otra parte, ocultada por la dirección regional hasta prácticamente el inicio de las votaciones y una de las principales críticas de los rivales en estas primarias.

De estos 2.589 afiliados, tan sólo han votado en estas primarias 1.412: Marín ha acumulado 823 votos, el 58%, mientras el rival más fuerte en esta batalla, Fran Carrillo, diputado autonómico a la cabeza de los críticos más acérrimos, ha conseguido 454 votos; a mucha distancia, la tercera candidata en liza, Elena Bago, ha logrado reunir 74 votos.

La falta de cohesión y la fortísima contestación interna que tiene Juan Marín se refleja también en el hecho de que a estas primarias se han presentado un total de nueve candidatos, dos de ellos, de hecho tan sólo ha recibidos dos votos. Lo que podría parecer una broma es, sin embargo, muestra de la falta de cultura de partido de Ciudadanos, “un partido que no ha construido partido, que se olvidó de trabajar la militancia, como tienen muy aprendido en el PP o el PSOE”, explican a Economía Digital un fundador de este proyecto político que ya abandonaron el barco hace tiempo.

Andalucía suma o las contradicciones de Juan Marín

Por otro lado, la falta de definición en la estrategia política de Ciudadanos se evidencia en el discurso contradictorio de Juan Marín sobre la posibilidad de acudir junto al PP en una lista conjunta en las elecciones andaluzas de 2022. El relato en las últimas dos semanas ha sido el de jugar al despiste e ir a rebufo de las declaraciones de Génova: Inés Arrimadas deslizó el pasado 5 de diciembre la posibilidad de promover un Andalucía Suma para dejar fuera de la ecuación a Vox, luego Génova rechazó de plano esa posibilidad, el PP andaluz evitó pronunciarse, este mismo lunes Juan Marín defendió en una entrevista en la COPE su deseo de que PP y Cs vayan con una misma papeleta a las próximas elecciones y esta mañana, en la rueda de prensa celebrada en la sede regional del partido en la que ha valorado el resultado de estas primarias, ha vuelto a recular y ha abogado por la independencia del partido al que representa.

“Nunca he hablado de listas conjuntas”, ha dicho a los medios y ante una docena de diputados autonómicos de su grupo parlamentario. Una afirmación formulada tras destacar que “el tesoro más valioso” que ha heredado de su padre es su “palabra” y que su objetivo es “defender Andalucía por encima de las siglas”.

En la tradicional rueda de prensa de los miércoles en el Parlamento de Andalucía, José Antonio Nieto, portavoz del Grupo Parlamentario Popular, ha dado la enhorabuena a Marín pero ha evitado pronunciarse sobre la posibilidad de una lista conjunta de PP-Cs, consciente de que la dirección nacional del PP rechaza de pleno esta posibilidad mientras la dirección del PP andaluz ha sido, hasta ahora, menos taxativa en su posición. En esta misma línea, el consejero de Presidencia y Portavoz, Elías Bendodo, dejó ayer abierta la puerta a una lista conjunta cuando trasladó que “en septiembre habrá que disolver el Parlamento, ése será el momento en que se decida” la posibilidad de una papeleta común para PP y Ciudadanos.

Frente a la OPA hostil ejecutada desde Génova por parte del tándem Fran Hervías-Teodoro García Egea, en Andalucía estudian con precisión de cirujano si una desaparición total de Ciudadanos beneficiaría a Moreno o, por el contrario, puede abocarle a una dependencia de los diputados de Vox y una indeseada entrada del partido de Santiago Abascal en el Gobierno de la Junta o, incluso, a que dado el caso el bloque de la derecha sea insuficiente con una izquierda rearmada ante el avance de la ultraderecha.

En este sentido, Fran Carrillo, diputado autonómico en el Parlamento y principal rival de Marín en estas primarias, en declaraciones a los medios, ha considerado que “la dirección nacional debe reflexionar por el espectáculo que se ha dado” y debe volver a tener en cuenta “muchos militantes han pedido cambio y que se tenga en cuenta otras ideas para que Cs vuelva a ser el que era”. En este sentido, Carrillo ha explicado que su candidatura “representaba la opción de no ir en listas conjuntas, porque quería que se presentara de forma libre, autónoma, de sus bases”.

Con el afán de trabajar por un proyecto político “fuerte, dialogante y unido”, Juan Marín, que cuenta con el respaldo de la dirección nacional y pese a la contestación interna ha logrado controlar orgánicamente el partido, tiene por delante el enorme reto de relanzar el partido de aquí a seis meses y multiplicar los apoyos de militantes y simpatizantes.

Si a día de hoy se extrapolara el respaldo obtenido por Juan Marín en estas primarias a las urnas de 2022 en una comunidad con 8,5 millones de habitantes en Andalucía, Ciudadanos desaparecería del Parlamento autonómico y supondría, a nivel nacional, la práctica irrelevancia y se sumaría a la ya larga tradición de partidos de centro (UCD, UPyD), nacidos con vocación de bisagra entre PP-PSOE y fagocitados, al final de sus días, por un cúmulo de malas decisiones y disputas internas.

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