El automóvil sale en tromba contra el Ayuntamiento de Barcelona

"Es imposible que las cosas vayan bien", lamentan en Nissan después de que una teniente de alcalde boicoteara la reactivación del sector del motor

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Con todas las fábricas cerradas por culpa del coronavirus y sufriendo por su futuro como nunca, la industria del automóvil no podía esperar un ataque de las instituciones. Las palabras de la número dos de Ada Colau, la teniente de alcalde Janet Sanz, se ha declarado partidaria de aprovechar la ocasión y «evitar que el sector se vuelva a reactivar» en busca de un nuevo modelo industrial. Las principales organizaciones del motor han protestado enérgicamente contra «las declaraciones sin sentido» de la edil y exigieron su dimisión inmediata; y más con el cierre de la fábrica de Nissan en Barcelona sobre la mesa.

La concejala participó en un debate sobre la importancia de las bicicletas en las ciudades después del Covid-19. Allí pidió «una reconversión industrial del sector automovilístico». «Es ahora o nunca, han quedado muchas empresas afectadas con ERTE y con mucho excedente de producto sin vender, hay que evitar que se vuelva a colocar al mercado y hay que evitar que esto se vuelva a reactivar», añadió.

El Gremio del Motor, Fecavem y Foment del Treball han sido los primeros en exigir la dimisión de Sanz y también se han sumado a la lista el Clúster de la Industria de Automoción de Cataluña (CIAC), que este mismo viernes por la tarde ha enviado un informe a la teniente de alcalde para recordarle que la automoción emplea a más de 143.000 personas en Cataluña y factura casi 24.000 millones de euros. «Parece evidente que las declaraciones se han hecho sin tener información clara y detallada», lamentó el presidente del CIAC, Josep Maria Vall.

«Con declaraciones así es imposible que la cosa vaya bien», lamenta la plantilla de Nissan

Las palabras de Sanz llegan en un momento especialmente sensible para el sector. Tanto en la ciudad de Barcelona como en toda Cataluña. La principal fábrica de automoción de la capital catalana, la de Nissan, no tiene garantizado su futuro después de años de caída de producción y funcionando al 25% de su capacidad. «Con declaraciones de este tipo es imposible que la cosa vaya bien», lamentan desde la fábrica de Nissan de la Zona Franca de Barcelona.

Ahora, la plantilla ha convocado una huelga indefinida y se niega a aceptar el riesgo de reanudar la producción en las condiciones actuales ante la probabilidad cada vez mayor de que la instalación cierre sus puertas de forma definitiva antes del verano. Para evitarlo, los sindicatos explican han acudido a la ultima instancia a la que les faltaba por movilizar: la Casa Real.

La plantilla quema así uno de sus últimos cartuchos después de reunirse este mismo viernes con el presidente de Nissan Europa, Gianluca De Ficchy. «El encuentro no ha clarificado ninguna de nuestras inquietudes; se ha limitado a explicar el plan de arranque de las diferentes fábricas de Europa. Sobre nuestro futuro, se limitan a decir que antes de las vacaciones de verano dirán algo», explica a este medio Miguel Ruiz, del sindicato Sigen-Usoc.

El PSC intenta arreglar el desaguisado

Las palabras de Sanz no solo levantaron ampollas entre la industria. También supuso una tensión entre el equipo de Colau y sus socios del PSC. El teniente de alcalde de Prevención y Seguridad, Albert Batlle (PSC-Units), también se desmarcó de Janet Sanz y trató de arreglar con un discurso muy distinto el desaguisado.

Consultado por las polémicas declaraciones de Sanz, Batlle trató de controlar la situación y rectificar el mensaje del Ayuntamiento «en positivo». En su mensaje, Batlle destacó que el sector del automóvil «ha hecho un esfuerzo de adaptación extraordinario» con la fabricación de coches de baja contaminación y remarcó que «es un motor importante de la economía de la ciudad, y lo tendrá que seguir siendo». También trasladó su deseo de que la industria de la automoción «siga creciendo», defendiéndola como un «motor económico» que puede transformarse en una actividad lo más «sostenible» posible.

El teniente de alcalde auguró que los fabricantes «seguro» que «seguirán» la tendencia hacia vehículos menos contaminantes. «El proceso hacia una mayor producción de automóviles más sostenibles debe incrementarse», añadió, defendiendo así sector tras el «ataque» de Janet Sanz.

El portavoz de JxCat en el Ayuntamiento, Jordi Martí, por su parte, tildó de «irresponsabilidad» las declaraciones de Sanz y exigió una «rectificación inmediata», expresando su «pleno apoyo al sector de la automoción y las entidades empresariales», que «han formalizado su rechazo a las palabras e intenciones» de la teniente de alcalde.

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