La caída de emisiones en China equivale a las de Nueva York en un año

La contaminación del aire se ha visto reducida en las zonas más afectadas por el coronavirus gracias a la cancelación de vuelos y al cierre de fábricas

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El planeta se encuentra en una situación difícil de sostener en cuanto al cambio climático. La gran cantidad de gases de efecto invernadero, los plásticos de un solo uso que van a parar al mar o el desperdicio alimentario están destruyendo el planeta, con evidencias cada vez más relevantes y alrededor del mundo. Pero nadie ha hecho más por mejorar la situación como el coronavirus, aunque sea temporal y por una emergencia. Como ejemplo, lo que ha dejado de contaminar China en tres semanas equivale a lo que emite Nueva York en un año.

Desde que esta catastrófica situación para la humanidad de alarma, contagios y fallecidos empezó a extenderse como pandemia se han mejorado las condiciones medioambientales de manera notable. Será temporal, se espera, y como reflejo del parón económico, pues son las fábricas y algunas centrales las que más emiten, lo que supone que esta reducción, en realidad, no es positiva pues no es por un cambio de hábitos sino por una crisis mundial sin precedentes recientes.

Las consecuencias más inesperadas y menos visibles del Covid-19 son un aire más limpio y la reducción en las emisiones de gases que contribuyen al cambio climático. Esto se ha podido notar sobretodo en China, el país más poblado del mundo (con más de 1.300 millones de personas) y uno de los más contaminantes.

El país ha cerrado en los últimos meses sus fábricas y comercios, además de imponer restricciones de viaje. Todo ello ha producido una caída de al menos un 25% de las emisiones de dióxido de carbono, según cálculos de Lauri Myllyvirta, del Centro de Investigación en Energía y Aire Limpio (CREA), con sede en Estados Unidos. «Es probable que esto haya eliminado una cuarta parte o más de las emisiones de CO2 del país en las dos semanas que siguieron a las vacaciones del año nuevo chino, el período en que la actividad normalmente se habría reanudado», destacó Myllyvirta.

Esto supone, según los cálculos de la experta, 150 millones de toneladas métricas (mtm) de CO2 menos emitidos en las últimas tres semanas respecto al mismo tiempo del año pasado. La cantidad es más o menos el equivalente a todo el dióxido de carbono que la ciudad de Nueva York emite durante un año. Y cabe destacar también que una bajada del 25% de las emisiones de China equivale a una reducción del 6% global, según apunta la BBC.

Cambios alrededor del mundo

La mejora de la calidad del aire en China ha llegado hasta las imágenes de satélite publicadas por la NASA y la Agencia Espacial Europea, que mostraban una reducción drástica de las emisiones de dióxido de nitrógeno en las principales ciudades del país. El cambio se extiende también en el norte de Italia. Los confinamientos producidos durante los últimos días también se ha traducido en una mejora drástica de la calidad del aire. Así lo revelan los datos del satélite Sentinel 5P, en los que se aprecia una reducción significativa de la contaminación atmosférica entre el 1 de enero y el 11 de marzo de 2020.

En España, se ha reducido la contaminación del aire hasta en un 35%, debido no solo a las medidas de confinamiento por el coronavirus, sino también a la inestabilidad meteorológica. Los datos facilitados diariamente por el Sistema de Vigilancia de Calidad del aire del Ayuntamiento de Madrid así lo muestran: durante los días de confinamiento, los cinco distritos de la ciudad cuentan con medidas catalogadas dentro de la categoría “muy bueno” del índice de calidad del aire. Barcelona, según los datos de la Generalitat, redujo las concentraciones de dióxido de nitrógeno (NO2) a la mitad tras solo tres días de cuarentena, según apunta el National Geographic.

Quizá uno de los cambios más claros y aparentes son las aguas cristalinas que ahora se pueden volver a ver en Venecia, donde también se han podido ver bancos de peces. Con menos tráfico por los canales, los sedimentos arrastrados por las embarcaciones vuelven al fondo, reduciendo considerablemente el agua turbia y devolviendo a Venecia sus bonitas aguas.

Cuanto tiempo durará el alivio del planeta

La pregunta ahora es si esto se va a sostener en el tiempo. Mientras las autoridades velan por retomar la actividad industrial lo antes posible poniendo en marcha los transportes que haga falta, se prevé que el clima sufra las consecuencias de nuevo. De hecho, las medidas destinadas a estimular la economía podrían hacer rebotar el consumo de combustibles fósiles, y por ende las emisiones, por encima de los promedios históricos, como ocurrió después de la crisis financiera mundial y la recesión económica interna de 2015.

«Pero el 20% de la economía mundial se está cerrando lentamente, uno de cada cinco vuelos globales está siendo cancelado. Y las cosas ya no van a volver a ser iguales», indicó Dominic Moran, profesor de Economía Agrícola y de Recursos en la Universidad de Edimburgo, al diario británico The Independent.

Pero, para que eso ocurriera debería cambiar el comportamiento de los consumidores a nivel global. Moran cree que la crisis también tiene el potencial de hacer cambiar a largo plazo el comportamiento y los hábitos de consumo de la gente, por ejemplo haciendo que se lo piensen dos veces antes de emprender un viaje que podría terminar en una cuarentena.

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