El Gobierno afronta una nueva reforma laboral bajo la presión de Bruselas

Los expertos agradecen que la Comisión Europa siga detrás de España, ante la poca efectividad de las medidas propias de Rajoy

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Cuando todo comenzó –podría ser el inicio de un cuento, pero esta vez es una realidad nada agradable—se estableció entre los gobernantes de todo el planeta una disyuntiva: actuar con determinación, o con paliativos. El mundo anglosajón suele ser más ágil, cambia de rumbo, de forma brusca, con muchos perjudicados en el camino, pero con el objetivo de recuperar el crecimiento de forma vigorosa. Y Estados Unidos lo ha hecho, también el Reino Unido, pese a otras muchas dificultades internas. España, en cambio, como apuntan diferentes expertos, “se ha ido desplomando lentamente, y no acaba de arrancar”.

Y, si se atiende esa explicación, se entenderá mejor lo que le pasa al Gobierno español. El ministro de Economía, Luis de Guindos, entreabrió este sábado en S’Agaró una “segunda reforma laboral”. Pero lo hizo tímidamente, sin concretar, aunque apuntó algunas de sus apuestas. ¿Se trata de una decisión unilateral? No lo parece, porque el propio De Guindos lo anunció en el último Eurogrupo, la pasada semana, en Bruselas, ante la presión de la Comisión Europea para que recortara, en el presupuesto del 2014 que se tramita en el Congreso, unos 2.500 millones.

Los hombres de negro, ¿se han ido?

De Guindos aseguró en S’Agaró que las diferencias entre las apreciaciones de la Comisión Europea y las del Gobierno son de una décima, del 5’8% de déficit que prevé el Ejecutivo español por el 5,9% de la CE. Eso equivale a unos 1.000 millones de euros, “una cifra que no creo que sea difícil de asumir”, según el ministro.

Pero el problema es mayor. El ministro se encontró en la reunión empresarial en S’Agaró con varios expertos que aplauden que sea Bruselas la que siga presionando, ante la falta de resultados reales por parte del Gobierno español. El economista César Molinas fue especialmente duro.

En un momento en el que se celebra que se haya cancelado el rescate financiero, por el que los bancos han recibido 41.000 millones de euros de los fondos del Mecanismo de Estabilidad Europeo, Molinas lamenta que “se hayan ido los hombres de negro”.

Molinas quiso golpear en las espinillas del Ejecutivo, porque sabe que hace daño y porque, por ahora, podría tener razón. “España ha hecho reformas, pero ninguna se nos ha ocurrido a nosotros, todas vienen por la troika. Nos felicitamos porque se van los hombres de negro. Pues no sé yo…”, reiteró.

Miles de organismos públicos

Molinas fue exhaustivo, al entender que sobran “miles de organismos públicos”, al considerar que lo principal es que las instituciones funcionen correctamente, inspirado por el libro que sigue causando estragos en toda la clase política y empresarial española: Por qué fracasan los países, de Acemoglu y Robinson. Y aseguró que esos poderes públicos siguen pensando que la tormenta amainará, y que todo volverá a ser igual, con mucho capital “on the air”, como aquella canción tan pegadiza. “Y no, no volverá, hay que ser consciente de ello”, remachó.

De Guindos, tímido, –orgulloso, sin embargo, porque España puede financiarse bastante mejor en los mercados ahora que en julio de 2012, cuando la prima de riesgo estaba en 600 puntos, y el país se asomaba al abismo—anunció lo que ya le comunicó al Eurogrupo: nueva reforma laboral a cambio de no abordar más recortes, esos 2.500 millones que le pide Bruselas. “Estamos a la espera de los detalles concretos de ese ajuste fino de la reforma laboral”, aseguraron los portavoces de la Comisión.

El ministro defendió la nueva situación de España, al ser, otra vez, “un lugar atractivo para los inversores”. Destacó que la OCDE tiene pendiente su informe para valorar cómo ha funcionado la reforma laboral, y que él cree que ha sido muy positiva. Pero la tasa de paro sigue siendo insostenible y defendió más medidas, que incluirán una “flexibilización del contrato a tiempo parcial”, por lo que se podrían asomar los minijobs, pese a que el ministro afirmó que se trataba de otra cosa.

¿Por qué hay expertos cenizos?

Los tres ejes de esa segunda reforma laboral pasarán por la simplificación de contratos; esa flexibilización del contrato a tiempo parcial y “medidas de segunda generación” en el ámbito de la negociación colectiva

Pero, ¿por qué los expertos se muestran tan cenizos? En S’Agaró participó en los debates David Taguas, el ex jefe de la oficina económica del ex presidente José Luis Rodríguez Zapatero. Y, al margen de sus recetas, basadas en el fomento del ahorro y en un descenso de la presión fiscal, Taguas ofreció los datos de los que se dispone:

España ha aumentado la deuda pública entre 2010 y 2013 en 36,5 puntos del PIB. En 2014, por tanto, ya podría estar en el 100% del PIB. En el mes de junio, a mitad del año, por tanto, el déficit público era del 10,3%, cuando el objetivo para cerrar 2013 es del 6,5%. El gasto público en junio de este año representaba el 48,3% del PIB. El tamaño del sector público ha aumentado 9,4 puntos del PIB desde el inicio de la crisis. El ahorro público era negativo en 2010, del 5,4% del PIB, ahora apenas ha cambiado, y es del -5%. El gasto corriente supera a la totalidad de los ingresos en cinco puntos del PIB. Y el ajuste en la balanza por cuenta corriente se ha debido, según Taguas, a la caída de la inversión, en un porcentaje del 12,2%.

Bruselas espera

Es decir, y eso es lo que ve Bruselas, que España no acaba de despegar. Y que necesitará medidas mucho más drásticas que las aplicadas hasta ahora. A no ser que todos los parámetros caigan, y que Europa decida otras recetas, algo que no parece cercano.

De Guindos, en todo caso, se fue de S’Agaró con su tímido anuncio bajo el brazo, aunque la Comisión Europa ya lo conoce. Los hombres de negro parece que siguen ahí.

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