Jordi Sánchez: de «Il capo» a «el muñidor» de las negociaciones con ERC desde la cárcel

En las reuniones en el Parlament con los republicanos, todos se sientan alrededor de una mesa y esperan a que se conecte la televisión y aparezca Jordi Sánchez desde prisión para llevar la voz cantante.

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El secretario general de Junts per Catalunya se ha echado a la espalda lo mollar de las negociaciones con ERC para formar Govern desde la cárcel. Sin embargo, ni los republicanos ni los suyos afirman conocerle. Hombre parco en palabras ha conseguido enfadar a dirigentes, a cuadros medios de su partido y al resto de compañeros, incluido al resto de políticos presos catalanes porque «no dice nada a nadie sobre las negociaciones», señalan a ED.

A Jordi Sánchez han pasado de llamarle «El Pica» en el instituto a «Il capo» en la cárcel o «el muñidor» en Junts. Los dos últimos nombres tienen que ver con la estrategia que está llevando con los republicanos, señalan desde su partido.

Algunos critican que este mutismo sobre las negociaciones no pueda ser aprovechado para presionar a los republicanos a través de los medios, tal y como hizo Pablo Iglesias con Pedro Sánchez cuando estaba en el Gobierno.

Pero el estilo de Sánchez no es así. Hablan los que le conocen. Aunque permanezca en prisión, el secretario general de Junts solicita resúmenes de las reuniones e, incluso, grabaciones de algunos actos políticos para mantenerse informado de lo que sucede al momento.

En las reuniones en el Parlament con los republicanos, todos se sientan alrededor de una mesa y esperan a que se conecte la televisión y aparezca desde prisión para llevar la voz cantante.

El secretario general de JxCat y preso del 'procés', Jordi Sànchez, durante una rueda de prensa el 15 de febrero de 2021 en Barcelona | JxCat/Julio Diaz
El secretario general de JxCat, Jordi Sànchez, durante una rueda de prensa en Barcelona. Foto: JxCat/Julio Diaz

Su entorno define al politólogo Sánchez como «estratega» y «discreto». «Tiene que tener todo controlado», afirman a ED. Hace una semana, Sánchez logró enfadar hasta a sus propios compañeros en prisión, entre ellos, Carme Forcadell, Dolors Bassa o Raül Romeva, por no informarles de nada sobre lo que habló con Oriol Junqueras y el equipo de ERC cuando fueron a visitarlo a Lledoners.

También el llamado triunvirato, Josep Rull, Jordi Turull y Joaquim Forn, discrepa muchas veces de sus decisiones y le cuestionan, siempre en privado, añaden fuentes conocedoras.

Por su parte, las mismas fuentes señalan que el presidente de ERC, Oriol Junqueras, recibe información sobre el estado de las negociaciones, pero está alejado del día a día y de la estrategia. «Pocas personas están más informadas que Sánchez», agregan.

Una de las condiciones de Sánchez ante los republicanos es que las negociaciones se llevasen con «discreción» y así lo están cumpliendo desde ambas formaciones. También es muy comentada la bicefalia establecida en estos momentos en el partido entre Sánchez y el ex presidente Carles Puigdemont.

El de Waterloo permite que Sánchez esté al timón de los contactos y el de Lledoners, a cambio, le cede la parte mediática para dejarse ver, hacer anuncios y retener al ala dura del independentismo. Ambos mantienen procedencias ideológicas distintas pero se respetan.

Las palabras de Sánchez este viernes dieron un nuevo giro a los acontecimientos de ERC con respecto a las negociaciones. El secretario general de Junts aseguró ante la opinión pública que el acuerdo «es posible en los próximos días», aunque mantiene la oferta de investir a Aragonés sin entrar en el Gobierno si no hay entendimiento.

«No especulamos con elecciones. Si el acuerdo no llega y ERC nos presenta una alternativa y necesita los votos de Junts, los votos los tendrá», aseguró Sánchez. Tras estas palabras y según ha podido saber ED, los republicanos han puesto en contacto enseguida con «el muñidor» para cerrar el acuerdo en «las próximas horas, si es posible», añaden.

«Se está trabajando para encontrar una solución que acomode las sensibilidades de los diferentes partidos», informan. Quizás de cara al congreso que Junts celebra este fin de semana para renovar sus cargos orgánicos, Sánchez pueda, durante su discurso, avanzar algo a la militancia que haga confiar en que el Govern está cerca.

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