Junts y ERC tumban la propuesta de la CUP para organizar un referéndum en Cataluña en 2025

Los anticapitalistas se abstienen en un texto donde Junts y ERC pactan que solo una consulta pactada con España puede sustituir el mandato del referéndum ilegal del 1-O

La diputada de ERC, Marta Vilalta. EFE/Enric Fontcuberta

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No ha habido acuerdo. Junts y ERC han tumbado la propuesta de resolución de la CUP para organizar un referéndum de independencia para 2025. Los dos socios del Govern han hecho caer la propuesta de su socio anticapitalista, los republicanos se han abstenido, mientras que los posconvergentes se han decantado por el ‘no’.

Una votación que ha sido polémica, puesto que el PSC, Vox, Cs y el PP han presentado cuatro reconsideraciones a la mesa, atendiendo los anteriores posicionamientos del Tribunal Constitucional. El órgano de gobierno de la Cámara catalana las ha desestimado, pese a la amenaza del partido de Ignacio Garriga de pedir amparo al alto tribunal.

Dolors Sabater, de la CUP, ha vendido su propuesta como una fórmula alternativa a la hoja de ruta defendida por el ala republicana del Govern: «Plantea un plan B, un plan B a la mesa de diálogo que permite generar tensión con el Estado». Los anticapitalistas defienden que la Generalitat prepare «genere las condiciones» para hacerlo posible y efectivo.

El dolor de cabeza de un referéndum

Junts ve innecesario la celebración de un nuevo referéndum unilateral. Su portavoz, Mónica Sales, ha defendido que «solo tiene sentido sustituir el 1-O por un referéndum acordado»: «Lo hemos defendido siempre y así aparece en nuestro programa electoral». Pese a su negativa, ha valorado que la mesa haya permitido el debate, pese a la amenaza de un nuevo proceso judicial.

De hecho, la formación posconvergente ha presentado con ERC una moción donde se asegura que solo un referéndum acordado con el Estado puede sustituir al mandato marcado por el 1-O titulada Som el 52%. Los anticapitalistas se han abstenido, lo que ha permitido que este texto tirara hacia adelante, al contar con el apoyo de los dos partidos del Govern.

En cuanto a la moción de defensa de Carles Puigdemont, tras su detención en Cerdeña (Italia), los tres partidos se han alineado con su defensa. El texto «pone en valor» el trabajo del expresidente Carles Puigdemont al frente del Consell per la República, «legitimando la institución» cuyo objetivo busca materializar «un estado independiente en Cataluña en forma de república».

También han votado conjuntamente en la moción que llama a culminar el procés independentista. Los tres socios han apoyado el texto que «comparte que el derecho a la Autodeterminación es la vía democrática para la resolución del conflicto político entre Cataluña y el Estado Español».

Junts y ERC se dividen por la mesa de diálogo

No han sido las únicas donde ERC, Junts y la CUP han votado por separado. Una propuesta de resolución de Catalunya en Comú-Podem en defensa de la mesa de diálogo ha dividido a los socios del Govern. ERC, conjuntamente con el PSC, han votado a favor del texto, mientras que Junts –que rechaza que los delegados al órgano sean únicamente consellers– ha votado en contra.

En materia económica, también ha habido discrepancias entre socios de Govern. Una transacción entre el PSC y Junts –que elude el traspaso de los aeropuertos a la Generalitat y la preservación de La Ricarda– ha contado con el voto en contra de ERC, que ha acusado a los posconvergentes de renunciar en el redactado a estas líneas rojas para la ampliación de El Prat.

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