Junts teme una escisión tras la purga de Alonso Cuevillas

Las palabras de Cuevillas levantaron una auténtica polvareda entre los 'pesos pesados' del partido, que pidieron "contundencia" para que no haya una "brecha" ideológica.

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«Desafortunadas», «hirientes» u «ofensivas». Así han calificado desde Junts per Catalunya las palabras del que fuera abogado del ex presidente Carles Puigdemont, Jaume Alonso Cuevillas.

Sus declaraciones cuestionando su estrategia de desobediencia han causado un verdadero cisma en la cúpula del partido en plenas negociaciones para formar gobierno con ERC. Según ha podido saber Economía Digital, dirigentes del ‘ala dura’ pidieron una respuesta «contundente» contra Cuevillas para ahuyentar el fantasma de una escisión en el partido.

Tres semanas ha sido lo que ha durado Cuevillas como secretario segundo en la Mesa del Parlament tras cuestionar la estrategia de desobediencia que mantiene su partido y la expresar dudas sobre la idoneidad de aprobar resoluciones que contravienen al Tribunal Constitucional.  

«No sé si tiene sentido que te inhabiliten por haber tramitado una resolución que no lleva a ninguna parte. La inmolación se debe hacer si tiene alguna eficacia. Si no, me parece absurda», se atrevió a señalar Cuevillas en una entrevista en Vilaweb.

Rápidamente, y según ha podido saber ED, la entrevista voló como la pólvora de móvil en móvil hasta llegar a Waterloo, donde ya lo tenían vigilado. Sus últimas actuaciones no habían gustado y «estaba en contante prueba», apunta un diputado de Junts en el Parlament. Sus declaraciones abren un cisma en la formación en medio de la negociación para formar gobierno con ERC.

«Es impensable decir eso a las bases»

El profundo malestar surge, precisamente, porque aseguran que Cuevillas con estas declaraciones se posiciona claramente del lado de los republicanos, quienes apuestan por abandonar la vía del referéndum unilateral para pasar a la transición del diálogo con el Gobierno y conseguir la independencia por la vía del acuerdo.

«Es impensable, con la que está cayendo, decir eso a las bases», señalan desde el partido. En el ‘ala dura’ de Puigdemont temen que se abra una escisión en sus filas, que las bases sientan que el recorrido hasta el 1-O no ha servido para nada y se pasen al bando republicano. Y como dice el refrán: cuando el río suena, agua lleva.

Desde Junts se jactan de lo libre que es el partido y ya aseguran que existe un sector que no comulga con las ideas de Puigdemont. Éstos comentan en privado lo mismo que declaró Cuevillas en público. Algo impensable de cara a la galería que podría debilitar al partido en los momentos clave, en la negociación para formar gobierno.

Así y tal y como desveló El Nacional, Cuevillas envió una carta al grupo parlamentario para matizar sus palabras asegurando que es «partidario, y así se recoge en la transcripción, de mantener la confrontación con el Estado, pero especifico que, a mi entender, tiene que ser una confrontación inteligente y no meramente simbólica. Por eso no soy partidario de tramitar resoluciones meramente declarativas que puedan comportar inhabilitaciones gratuitas sin ningún beneficio político tangible«, señala.

«Otra cosa es si la decisión de la Mesa, con riesgo de inhabilitación incluido, puede reportar algún beneficio político (por ejemplo investir a un ‘president’ a pesar de la prohibición del TC o defender la prevalencia del reglamento ante determinadas resoluciones judiciales o administrativas)», termina Cuevillas.

Las declaraciones no han sentado bien entre sus compañeros y algunos dirigentes solicitaron en privado una «respuesta contundente» para evitar una nueva brecha en los planteamientos. Sin duda, «ha sido un baño de realidad», apuntan en privado desde ERC tras la investidura fallida.

La fragmentación en el independentismo es evidente y Puigdemont busca crear un Govern con los más duros. La dirección enseguida ha comunicado la salida de Cuevillas y su sustitución por Aurora Madaula, la diputada conocida por sus polémicas declaraciones sobre hablar castellano en el Parlament.

Integrante del Consejo por la República, Madaula criticó que el ex ministro Salvador Illa realizara su discurso en castellano y catalán en la Cámara autonómica. «No sabeis la vergüenza y la rabia que me da que el candidato del PSC pase al castellano en el Parlament», señaló en las redes sociales. «El PSC ha perdido toda la catalanidad», replicó.

El partido aprieta los dientes y actúa horas después como si nada hubiera pasado. Desde Junts niegan fragmentación, aunque son conscientes de que una reflexión de este calado podría provocar que la desobediencia se la terminen haciendo a ellos.

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