Los críticos de Ciudadanos piden pasar al ataque contra Pedro Sánchez

Cs celebra este lunes su Ejecutiva con malestar de varios dirigentes

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El malestar se cierne sobre Ciudadanos. Dirigentes críticos con la línea de Inés Arrimadas se preguntan: ¿Hasta cuándo el partido va a seguir acatando las ordenes de Pedro Sánchez? Se quejan por «falta de criterio» y por «falta de democracia interna». «Hace más de un mes que no se reúne la Ejecutiva. Ya me dirás en qué partido pasa eso», esgrimen las voces molestas. Precisamente, este lunes tiene lugar este ‘cónclave naranja’ donde algunos dirigentes defenderán mantener una actitud más crítica con el Ejecutivo. 

El Gobierno de coalición aprobó esta semana la supresión del castellano como lengua vehicular y oficial del Estado, contraviniendo el artículo 3 de la Constitución, según algunos juristas.

La conocida como ‘Ley Celáa’ ataca especialmente a Ciudadanos y a la línea que venía defendiendo Albert Rivera. «Por causas como ésta confiamos en Albert y nos afiliamos a Cs», esgrimen las voces críticas.

Sigue en la mesa de negociación 

Sin embargo, los naranjas han decidido llevar la norma al Tribunal Constitucional, al igual que ha hecho el Partido Popular, al Defensor del Pueblo y al Parlamento Europeo, pero evitan ligarlo a la negociación de las cuentas. Un hecho que ha ofendido a algunos dirigentes que piden más contundencia en la respuesta. 

Ciudadanos no se levanta de la mesa de negociación con el Gobierno, ni utilizará esta afrenta a su línea ideológica como moneda de cambio para poner en apuros a Sánchez, como bien exijen algunos. 

La formación podría haber registrado una enmienda a la totalidad de los Presupuestos, dificultando así su tramitación esta semana en la Cámara Baja. Pero, lo cierto es que los de Arrimadas ven «favorable» por el momento el trato recibido por la ministra portavoz, María Jesús Montero. 

No lo pidieron en ese momento porque, como declaró su portavoz Edmundo Bal, «la reunión era de presupuestos» y «lo que importaba era salvar vidas y salvar empleos». Lejos queda ya su argumento de «Sánchez tendrá que elegir porque las dos vías son incompatibles», en referencia a pactar las cuentas con los naranjas o los independentistas. Ahora comparten foto, incluso con Bildu, algo que también irrita profundamente dentro de la formación. 

Estado de alarma de seis meses 

«¿Vamos a decir que sí a todo que nos proponga Sánchez?», se plantea un cargo del partido. Tampoco sentó nada bien la aprobación del estado de alarma por seis meses, tal y como presentó la coalición Sánchez-Iglesias. Algún diputado consideró el saltarse la disciplina de voto solo porque no se sintió a gusto con la medida, tal y como estaba referenciada. 

Fuentes jurídicas consultadas por este diario ponen en duda la prórroga del estado de alarma, precisamente porque la Constitución establece que cada 15 días se deba de volver a votar en el Congreso. Algo que Sánchez pasó de largo y que la Justicia intenta determinar en estos momentos. 

Tal fue así que la diputada Marta Martín señaló en sus redes sociales: «He tenido que apoyar algo con mi voto que no comparto». «Día muy duro. He tenido que apoyar con mi voto algo que no comparto. Creo que el Estado de Derecho y el control parlamentario son irrenunciables aun con circunstancias dantescas. He respetado la disciplina de voto. Confío en que acertemos y en que no me vuelva a pasar», rezaba su tuit que de inmediato fue borrado de las redes sociales porque «se podría malinterpretar», según la propia diputada. 

La formación estuvo entre la abstención y el voto favorable hasta el final, pero apostó por el «sí», según Arrimadas, por «responsabilidad y sentido de Estado». «Ciudadanos tiene que tomar las decisiones con la cabeza, no con las tripas», afirmó después Edmundo Bal. 

Cascada de bajas 

La líder de Cs sigue manteniendo el discurso de ser «implacables frente al Gobierno», mientras los críticos responden «dejando pasar la enmienda de educación no vamos a ser implacables, somos otra cosa». «Vamos a ser el azote del cesarismo y de las cacidadas del Gobierno», dijo Arrimadas esta semana. 

Los planes de Arrimadas y de «su núcleo más cercano» decepcionan y molestan a varios miembros de la Ejecutiva que critican que no se les pida su opinión y no se discutan asuntos tan importantes como la ley de educación. La norma ya votada en la Cámara Baja se discutirá aposteriori este lunes en la Ejecutiva de la formación. La ilusión se ha transformado en cansancio para algunos dirigentes que buscan defender, en muchos casos, lo indefendible frente a la prensa. 

La votación sobre el estado de alarma dejó varias bajas en el partido, como la del fundador de Cs, Xavier Pericay o la diputada Patricia Reyes. «¿Os imagináis que el otro día hubiéramos votado en contra del estado de alarma cuando son los presidentes autonómicos los que están pidiendo por favor herramientas para actuar? ¿Qué tipo de partido político seríamos si miráramos para otro lado?», defendió Arrimadas en una de sus intervenciones.

«Desde que se fue Rivera hemos tenido una cascada de bajas», aseguran sin atreverse a dar ningún cálculo. Las discrepancias no se hablan dentro del partido mientras los naranjas mantienen su rumbo junto al Gobierno observando por el espejo-retrovisor el giro de los populares. 

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