Podemos se aferra al pacto de coalición pese a la armonía de PSOE y PP

El partido 'morado' no ve amenazada su relevancia en la negociación presupuestaria ante la mano tendida del PP que desveló Cayetana Álvarez de Toledo

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Muchas primicias cayeron en apenas media hora de comparecencia de Cayetana Álvarez de Toledo para confirmar su destitución como portavoz del PP en el Congreso, este pasado lunes. Una de las más impactantes fue la supuesta aproximación del PP al PSOE de cara a la negociación de los Presupuestos Generales del Estado, un asunto que nadie en la calle Génova se atreve a confirmar en público pero que, en consecuencia con el discurso de Pablo Casado, pasaría por el ninguneo de Unidas Podemos en la elaboración de unas cuentas que marcarán la hoja de ruta para afrontar la crisis económica del coronavirus.

Apartar del proyecto presupuestario las reivindicaciones sociales y económicas del partido del vicepresidente segundo del Gobierno ha sido una de las condiciones tanto del PP como de Ciudadanos para negociar las cuentas. Reivindicaciones, las moradas, que el PSOE se comprometió a apoyar cuando Pedro Sánchez firmó el acuerdo de coalición con Pablo Iglesias, mucho antes de que la pandemia abriese una grieta en la realidad. No obstante, según ha podido saber Economía Digital, en Unidas Podemos siguen aferrados a ese acuerdo, y entienden que los Presupuestos se elaborarán acorde a su contenido.

Sin embargo, el tiempo apremia y hay incertidumbre en torno a cómo será la negociación que liderará la ministra de Hacienda, María Jesús Montero. PSOE y Unidas Podemos aún no se deciden si se sentarán a hablar con los otros grupos juntos o si cada quien apelará por separado a los grupos con los que tienen más afinidad; es decir, los de Iglesias negociando con el bloque soberanista de la investidura (ERC, EH Bildu, BNG…) y los socialistas con formaciones como el PP y Cs, que de todas formas son reacias a tan siquiera compartir un encuentro en el que estén presentes miembros de Unidas Podemos.

Este veto a Iglesias es ahora mismo más marcado en el PP que en Cs, que a principios de agosto se abrió a negociar con Podemos pero con la condición de que los Presupuestos sean «moderados», no «ideológicos ni populistas». Esto ha generado ya un cambio en las filas moradas, en cuanto personas del entorno admiten que con la formación naranja a lo mejor pueden pactarse un par de puntos. Lo que sí aseguran es que será imposible contar con el PP si el proyecto presupuestario se elabora a la medida del pacto de coalición, porque no ven a Pablo Casado dispuesto a apoyar unas cuentas situadas tan a la izquierda.

Un factor que marcará las negociaciones será la disposición del bloque de investidura, especialmente por la posibilidad de que coincidan con la campaña electoral en Cataluña, lo que dificultaría el apoyo de ERC ante la debilidad que podría suponer su implicación en las cuentas españolas dentro de su lucha con JxCat por la hegemonía del independentismo. Es precisamente por la posible espantada de ERC que Sánchez mantiene todas las posibilidades abiertas y que pone especial cuidado a su relación con Cs, otorgándole una cierta relevancia dentro de la estrategia de geometría variable parlamentaria que ha asumido estos meses.

Asimismo, la reacción de ciertos ministros, barones y cargos del PSOE a la destitución de Álvarez de Toledo ha sido sospechosamente conciliadora con el PP. Después de seis meses de choques con la principal fuerza de la oposición por la gestión de la pandemia, muchos dirigentes socialistas han visto en el relevo forzado por Casado un gesto que facilita el «entendimiento» con los populares. El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, afirmó este martes que el cese de la portavoz «ayuda al consenso» y supone una oportunidad para «intensificar contactos políticos» con la oposición para llegar a acuerdos.

¿Negociará el PP los Presupuestos?

Durante su comparecencia de este pasado lunes, Álvarez de Toledo aseguró que «otra causa para mi destitución es que empieza una nueva etapa política» y a Casado «le preocupaba mi actitud ante los Presupuestos«. El PP rechaza en privado que esté negociando las cuentas con el PSOE y señala que no habrá declaraciones al respecto hasta que se nombre oficialmente a Cuca Gamarra como nueva portavoz parlamentaria. Cabe recordar que el mismo día que se confirmó la destitución de Álvarez de Toledo algunas voces del PP también desmintieron los rumores sobre la decisión que se confirmó unas horas después.

La todavía diputada del PP añadió que «la afirmación» de Casado sobre las cuentas «me sorprendió, porque no sé qué idea se ha hecho la gente sobre cuál sería mi actitud ante los Presupuestos, porque no me expresado sobre ello en ningún momento y no creo que se pueda dar por hecho cuál sería mi razonamiento sobre eso». Álvarez de Toledo se refirió a los Presupuestos el pasado junio, cuando descartó apoyar cualquier proyecto que suponga que Sánchez siga trabajando codo con codo con Podemos y los independentistas, lo que se corresponde con su reclamo por un «Gobierno de concentración» que saque a Iglesias de La Moncloa.

Aspiraciones, las de sacarles del poder, que en el universo morado señalan que tienen poco recorrido, incluso estando la formación imputada por supuestas regularidades financieras. De momento, se aferran al programa de la coalición, que entre otras medidas recogía el impuesto a los ricos, la subida del IRPF y de Sociedades, y las tasas Tobin y Google (esta última, ya aprobada y en vigor a partir de enero de 2021).

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