Crece el malestar en Cs por el pacto de Arrimadas y Sánchez

Arrimadas bunkeriza la toma de decisiones de Ciudadanos a través de un comité donde solo participan siete dirigentes

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El acuerdo que hoy, miércoles, se plasmará en el Congreso entre el Gobierno y Ciudadanos para aprobar la sexta prórroga del estado de alarma ha despertado nuevas críticas en el universo del partido naranja, donde persisten los reproches a Inés Arrimadas por su aproximación a Pedro Sánchez, ahora incluso con la compañía de ERC.

Arrimadas no solo ha propiciado con su estrategia la fuga de destacadas figuras de Cs (Juan Carlos Girauta y Marcos de Quinto, entre otros), sino que también ha provocado el enfado de cuadros intermedios que no aprueban que un reducido grupo de siete personas esté tomando las decisiones estratégicas sin mayor debate interno.

Arrimadas, pese a su baja maternal, lidera el comité permanente de Cs, tras cuyas reuniones se han concretado los recientes apoyos a las prórrogas del estado de alarma. ‘Los seis’ de la líder del partido son la secretaria general Marina Bravo; el vicesecretario primero, Carlos Cuadrado; el vicesecretario adjunto, José María Espejo; el vicesecretario segundo, Joan Mesquida; la portavoz ejecutiva, Melisa Rodríguez; y el portavoz parlamentario, Edmundo Bal.

Marcos de Quinto, que renunció al partido tras enterarse de su apoyo a la pasada prórroga del estado de alarma, ya decía este lunes que apoyar el estado de alarma contradice «la razón fundacional» de Ciudadanos de «combatir el nacionalismo insolidario y los privilegios por lugar de residencia», toda vez que cada prórroga apuntala en «mayores cesiones a PNV, Bildu y ERC«. Edmundo Bal, en cambio, sostiene que el acuerdo con el Gobierno evita que los nacionalistas logren «privilegios».

Juan Carlos Girauta, que abandonó Cs tras el primer pacto de Arrimadas y Sánchez, hace casi un mes, ha compartido en sus redes la noticia del apoyo de Arrimadas a la nueva prórroga citando, en clave crítica, un texto en el que fuentes de la dirección del partido «no ven incompatibles» los pactos del Gobierno con ERC y el PNV con apoyo de Cs al estado de alarma. Desde la ejecutiva, sin embargo, defienden que hacen «política útil, actuarán con prudencia y coherencia y lucharán por los intereses de los españoles».

Crisis interna

Ciudadanos, que entre las elecciones del 28-A y el 10-N pasó de 57 a 10 escaños, se ha sumido en una severa crisis interna durante los últimos meses. La salida de Rivera y el auge de Arrimadas como líder no ha aliviado las tensiones, como demuestran las dimisiones de los últimos meses. Y a la luz de los acuerdos para apoyar el estado de alarma una parte de la directiva está no solo en desacuerdo con las decisiones tomadas recientemente, sino también con la forma en la que se ha hecho, según ellos con total hermetismo.

Una de las principales críticas es que la ejecutiva, de 38 personas, solía participar de la toma de decisiones antes del confinamiento, y que ahora todo se ha limitado a lo que decidan desde el comité permanente de Arrimadas. Por ello, reclaman que se les vuelva a tomar en cuenta, y así lo han manifestado la mañana de este martes en un chat de la ejecutiva, según recogió El Español. «¡Queremos debatir! Nos estamos enterando por la prensa. Desconocemos hasta los interlocutores con los que negociamos», afirmó un cargo en el citado chat.

Estos dirigentes creen que el pacto con Sánchez no es justo porque el presidente del Gobierno ya se había «rendido» antes a los nacionalistas con distintos gestos a ERC, Bildu y el PNV. «En teoría, Sánchez nos convirtió en socio preferente. No sólo nos engañó con lo de EH Bildu, sino que ha pactado con ERC y el PNV antes de llamarnos. ¡Les ha dado lo que pedían! Ya ni siquiera somos necesarios aritméticamente. Es un delirio», explicó a ese periódico un miembro de Cs.

«Política útil»

Cuadrado y Espejo, que fueron en su momento cercanos a Albert Rivera, son quienes han negociado directamente con Moncloa para apoyar las últimas tres prórrogas del estado de alarma a cambio de una batería de compromisos que, según han trasladado dirigentes como Bal, hasta ahora el Gobierno ha cumplido a cabalidad. El portavoz también ha celebrado que el acuerdo «saca de la ecuación un privilegio territorial», pese a que en sus acuerdos con el Gobierno el PNVERC exigen competencias en la desescalada.

«Le hemos exigido al Gobierno que no haya privilegios en los territorios con respecto a la salida ordenada de esta crisis sanitaria, que todos los españoles sean tratados por igual en todas partes del territorio nacional», ha insistido este martes Bal. Además de esto, Cs ha pedido a Sánchez, a cambio de su «sí», un plan específico de turismo y que no ponga aún fecha a la próxima reunión de la mesa de diálogo con la Generalitat de Cataluña, tras comprometerse el socialista y ERC a retomar las negociaciones bilaterales en julio.

«No nos gusta nada el Gobierno de Sánchez, no somos socios del Gobierno de Sánchez, no nos gusta ni el propio Sánchez, ni su socio de Podemos, ni muchísimo menos sus socios nacionalistas e independentistas que sostienen este Gobierno, pero somos gente responsable, pensamos con la cabeza», ha argumentado el portavoz de Cs al ser consultado sobre las críticas que ha suscitado el acuerdo. También ha cerrado filas Espejo, que ha afirmado que el partido hace «política útil» con el «interés general» como prioridad

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