Podemos aprieta al PSOE con el CGPJ: vuelve a exigir que se incluya al juez de Prada

Podemos vuelve a poner sobre la mesa la polémica figura del juez Ricardo de Prada, cuando los socialistas habían dejado caer la propuesta tras el veto del PP

La ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030, Ione Belarra; la ministra de Igualdad, Irene Montero; la vicepresidenta tercera y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz. : Alejandro Martínez Vélez/EFE

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Nueva complicación en el Gobierno de coalición por la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ): Podemos no renuncia a colocar al juez José Ricardo de Prada. Los morados no quieren ‘comerse más sapos’ como el nombramiento del magistrado Arnaldo, propuesto por el PP, para el Tribunal Constitucional y vuelve a incluir en la terna para el CGPJ a un juez vetado por los de Pablo Casado.

Los contactos PSOE-PP para renovar el CGPJ no se han vuelto a suceder, pero Unidas Podemos vuelve a la carga contra sus socios del Ejecutivo en lo que parece una revancha por el «sapo» que, según ellos, se tuvieron que «tragar» tras aprobar el nombramiento del juez Arnaldo.

Si este magistrado, según los morados, incumplió en su día el Estatuto del Congreso al cobrar como asesor del Gobierno balear de Jaume Matas (PP) mientras era coordinador jurídico de varias comisiones de la Cámara baja; el juez De Prada no se queda atrás al haber sentado en el banquillo de los acusados al expresidente Mariano Rajoy por el ‘caso Gürtel’.

Los morados transgredieron y, como si esto se tratase de una competición y no de renovar los órganos constitucionales, ahora buscan que los populares se ‘traguen’ su mismo ‘sapo’. Algo que los populares descartan asegurando que ellos no tienen «nada que perder».

El problema es para el PSOE

Y es que el verdadero daño se lo hacen a sus socios de Gobierno, el PSOE, que ve cómo el acuerdo para desatascar tras casi tres años el CGPJ se va por el sumidero al volver al veto por este magistrado.

Los socialistas, incluso, vendieron que la figura de De Prada se había apartado por parte del Ejecutivo para que los populares no tuvieran ninguna ‘pega’ a la hora de renovar los órganos de Justicia. Sin embargo y a día de hoy, los socialistas no responden a si el nombre del magistrado propuesto por los morados sigue sobre la mesa.

El ministro de Presidencia, Félix Bolaños, junto al portavoz del PSOE en el Congreso, Héctor Gómez. Foto: EFE/Zipi

«Por nuestro partido no va a quedar y les aseguro que, por nuestra parte, no se va a poner ningún impedimento para que el pacto siga adelante», contestó este lunes el portavoz del PSOE, Felipe Sicilia hablando, en todo momento, por su partido.

En cambio entre los morados impera el ánimo revanchista asegurando que «no pueden vetar nada ya», en referencia al PP. El juez De Prada junto al de Victoria Rosell fueron los primeros nombres que hicieron descarrilar las negociaciones entre PP y PSOE hace unos meses. El magistrado ya fue propuesto como candidato en 2018 y los populares se negaron en rotundo.

Los socialistas son conscientes de que seguir seleccionando estos perfiles marcados y combativos, partir del punto que quebró el último de los intentos puede dar al traste con las buenas intenciones de que, al menos de forma pública, hacen gala ambas partes.

Otro problema cadente: el sistema de elección

Sin embargo, los socialistas tampoco pueden dejar fuera del pacto a sus socios de Gobierno. Las relaciones entre los dos partidos que conforman el Ejecutivo cada vez están más tirantes y ninguno de los dos lo esconde conforme se retiran a sus cuarteles para preparar la contienda electoral.

A este problema se suma la incapacidad de ceder por ninguna de las dos partes en actualizar antes o después del pacto el sistema de elección de los magistrados. «Que se olvide de un cheque en blanco«, se refirió el alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida.  Los populares mantienen sus líneas rojas para la renovación de este órgano que lleva más de tres años en funciones: que sean los propios jueces los que elijan a los jueces.

Mientras, socialistas y populares se siguen enviando mensajes a través de los medios de comunicación para volver a la mesa de negociación. Ahora «la pelota está en el alero» del Gobierno. “Si Pedro Sánchez quiere desbloquearlo, mañana está desbloqueado», aseveran fuentes del PP.

Contactos discretos

Desde el Gobierno se asegura que «se seguirán manteniendo contactos discretos para desbloquear el CGPJ». La portavoz del Ejecutivo y ministra de Política Territorial, Isabel Rodríguez, se mostró confiada en que ahora se pueda “culminar” el proceso de renovación. El diálogo «nunca se ha parado» a lo largo de estas cuatro semanas, aseguran fuentes gubernamentales, pero los encuentros entre Bolaños y Egea que no se hacen públicos, insisten.

Ahora desde el PP se apunta a que las conversaciones podrían entrar en «punto muerto«. Este es el gran temor del Gobierno, que los populares puedan echarse atrás después de haber asumido la erosión política de votar a Arnaldo. Pero lo cierto es que ha sido tan fuerte la polémica que fuentes del Ejecutivo reconocen que hay que dejar pasar algo de tiempo y descartan el anuncio de un acuerdo a corto plazo.

Pronto serán 57 las plazas vacantes por jubilación, fallecimiento o fin de mandato que no podrán cubrirse en los Tribunales Superiores y Audiencias Provinciales, con especial incidencia en el Supremo y en los recursos de casación y los jueces también apremian a los partidos a ponerse de acuerdo.

El presidente del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Carlos Lesmes, al inicio de uno de los plenos del organismo que ha mostrado su malestar con el GobiernoEFE/Archivo
El presidente del CGPJ, Carlos Lesmes, en uno de los plenos del organismo. Foto: EFE

«La situación de bloqueo no puede durar mucho más», aseguran los jueces consultados por este medio y explican que la situación está pasando una seria factura en la jurisdicción ordinaria y en la militar, hasta el punto de que el Tribunal Supremo estima que de seguir así las cosas, sus Salas dictarán mil sentencias menos el año que viene debido a que las vacantes no pueden ser cubiertas.

Desde el PP admiten que el pacto está ya “cocinado” pero que la pretensión no es darlo a conocer ya sino, “posiblemente”, en vísperas de Navidad, tal y como publicó Economía Digital. Los socialistas critican que PSOE y PP cerraron un acuerdo en dos ocasiones del que Casado se apeó en el último momento. Y al problema de los nombres se añade el cambio en la ley.

Los populares exigen modificarla para profundizar en la independencia del Poder Judicial. El Gobierno mantiene que no lo hará. Y pese a esta contradicción, los dos partidos insisten en que se puede llegar a un acuerdo.

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