Temor en ERC: sangría de militantes desde que Aragonès es presidente

Los órganos del partido han abordado, con preocupación, unos informes que arrojarían una caída de hasta el 10% de los afiliados en la nueva etapa del partido al frente de la Generalitat

Acto electoral de Pere Aragonès / ERC

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La mesa de diálogo con el Gobierno de Pedro Sánchez, no es el único frente que preocupa a Pere Aragonès y la dirección de ERC. Desde la llegada de los republicanos a la presidencia de la Generalitat, fruto del pacto con Junts en las elecciones catalanas del 14 de febrero del año 2021, el partido ha sufrido una considerable bajada en lo que se refiere al número de afiliados. 

Fuentes internas de ERC, consultadas por Economía Digital, apuntan que existe cierta preocupación en los órganos de dirección por el hecho que en el 2021, el partido contaba con unos 9.844 militantes y en la actualidad, la cifra puede haber descendido hasta los 9.047 socios (Aproximadamente una caída de hasta el 10% de afiliados). Además hay 1.000 militantes que han dejado de pagar el carnet. Para contextualizar el peso de las aportaciones de la militancia en las cuentas del partido, los últimos datos oficiales de Esquerra (Presupuesto del 2022) recogen una previsión de ingresos de 1 M€ en concepto de cuotas. 

La documentación oficial también expone otras vías de financiación del partido: Aportaciones de los cargos públicos y presencia en las instituciones. El conjunto de cargos de ERC, con la cesión de una parte de su sueldo público, aportan 850.000 euros a las arcas republicanas y, por otra banda, la presencia en el Parlament, Congreso o Ayuntamientos garantizan unos ingresos de 7,2 millones de euros. 

Origen del desencanto de la militancia

Con el aterrizaje de ERC en el Palau de la Generalitat, la dirección del partido creyó que se darían las condiciones para ampliar militancia y la base social del partido, con el objetivo, entre otros, de robar el control del área metropolitana de Barcelona al PSC. Lejos de la realidad, la unión entre los militantes de base y los cargos de Esquerra en las instituciones se ha resquebrajado. 

Una parte importante del votante tradicional de ERC, especialmente en feudos de la Cataluña Central, se ve marginado en la toma de decisiones por parte de las consejerías republicanas del Govern y la dirección del partido. Según las voces consultadas por este medio, miembros de algunas agrupaciones territoriales reprochan al partido (nunca en público) no tener voz. 

El brazo ejecutor de las órdenes de Oriol Junqueras para el territorio es Lluís Salvadó. Actual diputado de ERC y antiguo colaborador del líder independentista en su etapa del Govern. Salvadó se dio a conocer a la opinión pública, en 2018, cuando unos audios destaparon su voluntad de poner como consejera de Educación a “la mujer que tenga las tetas más gordas”. Además, el diputado también irá a juicio por su presunta implicación en la organización del 1 de octubre. 

La mesa de diálogo con Pedro Sánchez

Uno de los episodios que genera mayor controversia, entre la militancia de ERC, es la mesa de diálogo con Pedro Sánchez. En un primer momento, se aceptó el acercamiento al presidente del Gobierno, pero visto el poco avance de las conversaciones, la base republicana exige un plan alternativo que vaya más allá de reproches hacia Moncloa en los altavoces mediáticos. Incluso hay militantes que compran el discurso de Junts

Sin dejar el ámbito de Madrid, muchas personas en ERC consideran amortizado a Gabriel Rufián como líder en el Congreso de los Diputados. Más allá de las polémicas que haya podido protagonizar con políticos de dentro y fuera del independentismo, la militancia entiende que no ha sabido rentabilizar el poder de los 15 diputados de las últimas elecciones españolas y a la vez ser una de las formaciones catalanas de referencia. 

La polémica con la fallida candidatura conjunta, con Aragón, por los Juegos Olímpicos de Invierno ha terminado de encender los ánimos. Militantes de Esquerra entienden que mantener viva la llama del evento deportivo es una concesión “inaceptable” al Estado. 

Estrategia incierta para las municipales

El territorio se empieza a movilizar para las elecciones municipales del 2023 y las voces discrepantes alertan como ERC concentra toda su acción en el cinturón rojo de Barcelona, “descuidando territorios que Esquerra pensaba tener controlados”. En este sentido, hay agrupaciones dudan de la efectividad de operaciones mediáticas como la candidatura de Gabriel Rufián a la alcaldía de Santa Coloma de Gramenet. 

La obsesión de ERC por liderar Barcelona, a través de Ernest Maragall y teñir de amarillo las cercanías de la capital catalana, cobra fuerza, si se tiene en cuenta, que Oriol Junqueras empezó su carrera política en la alcaldía de Sant Vicenç dels Horts (Comarca del Baix Llobregat), población muy próxima a Barcelona.

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