La UCO y JP Morgan sentencian a Pedro Sánchez

Llega la hora de cerrar, la discoteca enciende las luces y los camareros de la barra dejan de vender. Pedro Sánchez puede seguir bailando, pero la fiesta se ha acabado.

Pedro Sánchez, en una imagen de montaje

Pedro Sánchez, en una imagen de montaje

Llega la hora de cerrar, la discoteca enciende las luces y los camareros de la barra dejan de vender. Pedro Sánchez puede seguir bailando, pero la fiesta se ha acabado. Las últimas actuaciones de la UCO, entrando en Ferraz y en los ministerios, noquean en horas cualquier atisbo de iniciativa política del presidente del Gobierno y, por si fuera poco, la bonanza económica dejará de ser un baza electoral en breve por un escenario de desaceleración, si no de frenazo, que está ya impactando en España. Entidades como JP Morgan o Bloomberg empiezan ya a recoger este relato en sus informes a inversores.

Sánchez tiene tres escenarios enfrente que dependen de él: dimitir y negociar a otro presidente socialista que termine los dos años de legislatura en su lugar (este viernes celebró una reunión de urgencia con Salvador Illa, presidente de la Generalitat, en Moncloa), con el concurso y apoyo de los socios; puede convocar un adelanto electoral (con él o sin él de candidato del PSOE), y puede también, como desea, agotar la legislatura como presidente.

Esta última opción es la menos viable de todas por la presión inexorable de la unidad de la Guardia Civil UCO, que puede tener más informes muy comprometedores respecto a la financiación del PSOE, el rescate de Air Europa y Begoña Gómez, y los negocios del expresidente Zapatero o ministros del Gobierno.

Escenarios políticos y económicos de Sánchez

El fin del mandato de Sánchez parece cercano. La diferencia entre el primer y segundo escenario recoge el dilema que también acechó a Mariano Rajoy en 2018 en plena moción de censura. ¿Dimitir en favor de Soraya Sáenz de Santamaría o dejar avanzar la moción de censura? La primera opción implicaría la asunción de responsabilidades mientras que Rajoy optó por la segunda puesto que, pensó, dejaba intacta su inocencia. Sánchez se enfrentaría al mismo dilema: dimitir es asumir responsabilidades, y perder unas elecciones no.

Sánchez siempre está calculando e incluso en sus horas más oscuras maquina la forma de resistir y convertir su supervivencia en un nuevo órdago contra las instituciones. Hay un elemento que ahora no le acompaña: el frenazo económico que empieza a lastrar España y que supone un torpedo en la línea de flotación de su argumentario defensivo en las últimas semanas: el ‘brillante comportamiento de la economía española’.

Lamentablemente, el PIB también está abandonando a Sánchez. La inversión extranjera en España se ha desplomado un 45% hasta los 4.067 millones en el primer trimestre, lo que supone la cifra más baja desde 2021. El Banco de España acaba de recortar su previsión de crecimiento para 2024 del 2,7% al 2,4% y hasta el 1,8% para el próximo año, en línea con predicciones de la OCDE o el BBVA. La economía avanza a ritmos trimestrales bajos, los menores en dos años, y el consumo está tocando fondo.

En el sector hostelero están además notando un bajón sin precedentes en las últimas semanas que, aunque quedará anestesiado por la siempre buena temporada turística, amenaza con causar muchos problemas a partir de septiembre. Y, según las organizaciones de hostelería, problemas muy acentuados por la política económica del Gobierno, como la alta presión fiscal, las subidas salariales (SMI) y cargas sociales, así como proyectos para la reducción de jornada.

La creación de empleo sufre una desaceleración por debajo del 2% est año. Y, a todo ello, las exportaciones y la economía en general sufre con las tensiones geopolíticas, tanto con los aranceles de Donald Trump y EEUU (¿qué hará ahora con España después de afirmar que no cumpliremos con el 5% de presupuesto en Defensa para la OTAN?) y la guerra entre Israel e Irán.

Todas ellas son noticias que rompen el relato de la buena excelente gestión económica que Sánchez ha estado defendiendo desde La Moncloa. Siempre se dice que el PP gana las generales gracias a la economía y, en este caso, el presidente del Gobierno tendrá más difícil refutarlo si, por ejemplo, lanzara una convocatoria electoral en otoño, como especulan algunos.

Crece el riesgo político por la corrupción con Sánchez

Pero las tensiones económicas que está viviendo España están lejos de ser atribuibles solo a la coyuntura económica. Ya empiezan a detectarse señales de vulnerabilidades explícitamente relacionadas con la incertidumbre política que sigue a los escándalos de corrupción. ECONOMÍA DIGITAL apuntó ya este miércoles que la prima de riesgo española comenzaba a notar ciertas tensiones procedentes del clima político. Un informe del think tank de la CEOE advertía también esta semana que la gobernanza de España había sacado a la economía del top 10 de destinos más atractivos para invertir.

Los mismos analistas de Bloomberg que advirtieron a inicios de semana de un repunte de la prima de riesgo por el clima político señalan ahora los problemas económicos derivados de la inestabilidad política: aunque en una nota advierte que «los mercados están familiarizados con los episodios de inestabilidad política» en España, «unas elecciones anticipadas dificultarían a España la recepción de los fondos de la Unión Europea y podría privar a la economía de liquidez inmediata para la inversión». La agencia estadounidense recuerda que el plaza para recoger los fondos europeos finaliza en 2026, y que España solo ha obtenido el 40% de los 80.000 millones disponibles desde 2023.

El último en posicionarse sobre el Gobierno Sánchez ha sido el banco de inversión JP Morgan en un informe para inversores emitido este viernes. Subraya la entidad que la incertidumbre política está creciendo y, «aunque el crecimiento no ha sido obstaculizado por el ruido político en los últimos trimestres y por la falta de Presupuesto, sí puede haber pesado en la confianza de los consumidores y la inversión privada».

Seis datos importantes a tener en cuenta

  • La UCO investiga al entorno de Sánchez, debilitando su capacidad política y presionando hacia un posible cambio de liderazgo.
  • Sánchez baraja tres opciones: dimitir, convocar elecciones o resistir hasta 2027, siendo esta última la menos viable.
  • La economía española muestra claros signos de desaceleración, con la inversión extranjera cayendo un 45% en el primer trimestre.
  • El Banco de España recorta previsiones de crecimiento; consumo e inversión privada también se debilitan considerablemente.
  • El sector hostelero sufre un fuerte bajón, agravado por medidas del Gobierno como subida del SMI y presión fiscal.
  • Bloomberg y JP Morgan alertan: la inestabilidad política podría frenar fondos europeos y ahuyentar inversión extranjera.

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