El hombre de máxima confianza de Isak Andic deja las riendas de su fortuna para volcarse en el ladrillo

Isak Andic, fundador de Mango. Foto: Mango
Francisco-Javier Fontan Cosialls, histórico colaborador y uno de los hombres más cercanos al fundador de Mango, Isak Andic, ha decidido dar un paso atrás en la gestión directa del conglomerado patrimonial de la familia catalana para centrarse de lleno en el sector inmobiliario, un ámbito que siempre ha sido clave en el universo económico del clan Andic.
La salida de Fontan del cargo de director general de Punta Na Holding, la sociedad que aglutina todos los negocios e inversiones de la familia, se ha hecho oficial a través del Boletín Oficial del Registro Mercantil. Esta decisión marca una transición significativa en la estructura de gestión de uno de los patrimonios empresariales más importantes de España, valorado en unos 4.500 millones de euros, según las últimas estimaciones de Forbes.
Fontan, que ocupó durante más de una década puestos clave dentro del entramado societario familiar, ha sido reemplazado por Pau Guerrero Vila, un profesional con sólida trayectoria en el ámbito financiero y empresarial. Guerrero ha sido designado como nuevo apoderado solidario y asume así formalmente la dirección ejecutiva del holding.
De la legalidad al terreno
Aunque deja las funciones administrativas y legales que venía desempeñando al frente del holding, Fontan no se desvincula por completo del patrimonio de los Andic. Al contrario: según fuentes próximas a la operación, su nuevo rol se centrará en el desarrollo de la estrategia inmobiliaria del grupo, con foco en la identificación de oportunidades, negociación de inversiones y cierre de acuerdos. Es decir, se traslada de los despachos al terreno, reforzando su papel en una de las áreas más dinámicas del patrimonio familiar: el ladrillo.
Este movimiento se alinea con la creciente importancia que el sector inmobiliario ha cobrado dentro del conglomerado familiar, agrupado principalmente bajo la sociedad Punta Na SA. En los últimos años, esta firma ha ido ganando peso dentro de la estructura del holding, lo que explica la apuesta por fortalecer su liderazgo operativo con un perfil como el de Fontan, con amplio conocimiento jurídico y empresarial.
El elegido para sustituir a Fontan es Pau Guerrero, un directivo con un perfil técnico y una carrera muy ligada a la gestión de patrimonios familiares. Formado en Derecho y Empresariales por la Universitat Pompeu Fabra (UPF) y con un MBA por IESE, Guerrero ha sido durante casi 14 años una de las piezas clave de Corporación Cervino, la gestora de inversiones de otra destacada familia catalana vinculada a la industria química.
Primero como director financiero y más tarde como director general, Guerrero ha gestionado operaciones financieras complejas y ha demostrado su capacidad para liderar estructuras societarias de gran calado. Su fichaje por el holding de la familia Andic no es casual: llega en un momento decisivo en el que la nueva generación necesita gestores solventes y profesionales de confianza para mantener la solidez del emporio construido por Isak Andic.
La nueva etapa de la familia Andic
Tras el fallecimiento de Isak Andic en diciembre pasado, sus tres hijos —Jonathan, Judith y Sarah— han asumido el control de la herencia empresarial. En julio, completaron las gestiones necesarias para la aceptación del legado, convirtiéndose en copropietarios a partes iguales de Mango y del resto de empresas que conforman el holding.
Jonathan Andic, que hasta hace poco dirigía la línea masculina de Mango, ha dejado su rol operativo para asumir la vicepresidencia del consejo de administración, reforzando su posición estratégica dentro del grupo. Por su parte, Toni Ruiz ha consolidado su liderazgo como presidente y consejero delegado de Mango, lo que garantiza la continuidad de la gestión profesionalizada de la compañía de moda.
En paralelo, los tres hermanos han asumido diferentes funciones en otras sociedades del grupo: Jonathan lidera algunas como presidente, mientras que en otras figura como vocal o vicepresidente, según una lógica de reparto de responsabilidades pensada para asegurar la gobernanza y estabilidad del conglomerado.
La decisión de volcarse en el ladrillo no es nueva en el entorno Andic, pero con el movimiento de Fontan se da un paso más hacia la consolidación de una estrategia de diversificación patrimonial. En un contexto de alta inflación, incertidumbre geopolítica y tipos de interés aún elevados, el sector inmobiliario se perfila como una opción estable para proteger el capital y obtener rentabilidades sostenidas.
Las fuentes consultadas explican que el rol de Fontan será clave para captar nuevas inversiones en ubicaciones estratégicas, tanto en suelo nacional como en otros mercados europeos. Su experiencia, conocimiento del ecosistema legal y red de contactos en el ámbito empresarial lo convierten en una figura indispensable para esta nueva etapa del holding familiar.
Nuevo equilibrio, mismos objetivos
Con este movimiento, el universo empresarial de los Andic sella una transición generacional ordenada y apuesta por un modelo de gestión más técnico y profesionalizado, con perfiles especializados al frente de cada área clave. Fontan pasa a liderar la expansión inmobiliaria, mientras Guerrero toma las riendas operativas de la estructura societaria, en una división de roles que refleja el deseo de mantener la cohesión del grupo y potenciar sus diferentes líneas de negocio.
El mensaje es claro: el legado de Isak Andic se preserva, pero evoluciona hacia una nueva fase en la que el inmobiliario será protagonista y la profesionalización marcará el rumbo del holding familiar más influyente de Catalunya.