La “nueva” gripe desata la mayor ola en 10 años en Reino Unido: esto es lo que se sabe
Alerta sanitaria en Europa: la gripe K provoca la peor temporada de influenza en una década y pone al límite los sistemas de salud
La variante grip K dispara los contagios y provoca la temporada de gripe más intensa en más de una década en Europa
La temporada gripal de 2025-2026 está marcando un punto de inflexión en la historia reciente de las enfermedades respiratorias. Una nueva variante del virus de la gripe, conocida como subclado K de la cepa A/H3N2, popularmente denominada “gripe K”, ha desencadenado una epidemia adelantada y de gran intensidad que afecta especialmente al Reino Unido y se extiende rápidamente por el resto de Europa.
Las autoridades sanitarias británicas han advertido que esta temporada podría convertirse en la más severa en más de diez años, con un notable aumento de casos, hospitalizaciones y saturación de centros asistenciales. El Servicio Nacional de Salud (NHS), tal y como informaba ElHuffPost, describe un incremento histórico de pacientes con síntomas gripales y cuadros respiratorios que demandan atención urgente, generando presiones sin precedentes en pleno invierno.
Qué es y por qué preocupa
La denominada gripe K hace referencia a un subtipo particular del virus de la influenza A, el H3N2, que ha sufrido mutaciones recientes dentro del subclado K, según The Guardian. Esta variante se caracteriza por mayor transmisibilidad y una respuesta inmunitaria de la población más débil, ya que se diferencia genéticamente de las cepas predominantes de temporadas anteriores, tal y como advertía el rotativo inglés.
Debido a estas mutaciones, la vacuna antigripal de esta temporada no coincide perfectamente con la nueva variante, reduciendo su capacidad de prevenir infecciones, aunque sigue ofreciendo protección importante contra cuadros graves, neumonías y hospitalizaciones, según los especialistas consultados por The Daily Telegraph.
Impacto en el Reino Unido: hospitales y escuelas en dificultades
En Inglaterra, el aumento de contagios ha sido especialmente notable tal y como informaban las autoridades locales. Informes recientes que se hacían eco en The Guardian, indican que los hospitales están recibiendo cientos de ingresos diarios por influenza y complicaciones respiratorias, con cientos de personas en unidades de cuidados intensivos. Este incremento ha llevado a algunos centros educativos a cerrar temporalmente por brotes internos de la gripe K, tal y como advertía TheHuffPost, lo que reaviva ecos de la pandemia de COVID-19 en la gestión de crisis sanitarias.
Aunque el gobierno británico no ha decretado cierres masivos ni una vuelta al uso obligatorio de mascarillas como ocurría con la COVID-19, sí ha recomendado intensificar las medidas de protección, especialmente para los grupos vulnerables. Una información que recogía Maldita.es. El director ejecutivo del NHS, entrevistado por The Guardian, ha subrayado la velocidad de propagación del virus y la necesidad de reforzar la vacunación y las prácticas preventivas sin recurrir a confinamientos generalizados.

Europa también sufre un avance temprano del virus
La gripe K no se limita al Reino Unido. En países como España, Francia, Alemania e Italia, la temporada gripal está adelantada entre tres y seis semanas respecto a años previos, y con tasas de contagio muy superiores a lo habitual según lo destacaba El País. En España, las autoridades sanitarias han registrado un aumento exponencial de casos que ha llevado a regiones como Cataluña y Aragón a imponer el uso obligatorio de mascarillas en centros de salud y residencias de ancianos según Lavanguardia.
Además, la presión sobre los servicios de atención primaria y urgencias ha aumentado notablemente, con duplicación de consultas y una mayor demanda de pruebas diagnósticas por síntomas respiratorios. Parte de este impacto , según expertos consultados por El País, se debe a que la gripe K circula en coincidencia con otros virus respiratorios como el virus sincicial respiratorio (VRS) y el SARS-CoV-2, complicando el diagnóstico y el manejo clínico de los pacientes.
Respuesta sanitaria y recomendaciones
Pese a la gravedad de la situación, los expertos coinciden en que no es momento de pánico, sino de adoptar medidas preventivas probadas. La vacunación antigripal sigue siendo el principal escudo para evitar complicaciones severas, especialmente entre mayores de 65 años, personas con enfermedades crónicas, embarazadas y otros grupos de riesgo. Aunque la protección contra la infección no es perfecta, la evidencia indica que la vacuna reduce significativamente la probabilidad de hospitalización y cuadros graves.
Las autoridades sanitarias recomiendan:
- Higiene frecuente de manos y desinfección de superficies.
- Uso de mascarillas en espacios cerrados y en contacto con personas vulnerables.
- Evitar aglomeraciones y reuniones sin ventilación adecuada.
- Quedarse en casa en caso de presentar síntomas gripales.
Una temporada para recordar
Varios expertos, consultados por El País, señalan que la combinación de menor inmunidad poblacional por temporadas anteriores con baja circulación viral y la aparición de variantes como la gripe K ha creado un escenario inusual. Esto ha resultado en una temporada precoz y sostenida de gripe que desafía a los sistemas sanitarios europeos y pone a prueba la resiliencia de los planes de respuesta ante enfermedades respiratorias, según el HuffPost.
Mientras los especialistas monitorean la evolución del virus y ajustan recomendaciones, la población se prepara para un invierno en el que la vigilancia epidemiológica, la vacunación y las prácticas preventivas individuales jugarán un papel crucial en la contención del impacto de la gripe K en la salud pública.