Así delata Google a los falsos móviles españoles

Un listado oficial demuestra que la gran mayoría de los fabricantes que dicen diseñar móviles en España lo hacen en China

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¿Realmente son ‘marca España’ los móviles de una decena de empresas que dicen diseñar y crear en el país? ¿Hay un verdadero trabajo de diseño industrial, pruebas técnicas y moldeado propios de un proceso de confección o simplemente se coloca un logo en un teléfono fabricado de China?

Tras el escándalo del falso teléfono extremeño Zetta, un listado oficial de Google puede dar pistas sobre los trucos de las empresas que intentan atribuirse procesos que realmente se llevan a cabo con fabricantes chinos. Algunas marcas como BQ, Energy, Mywigo, Weimei, Wolder y Zetta, entre otros, aseguran diseñar teléfonos móviles en España, un complejo y largo proceso que culmina en las grandes fábricas chinas.

¿Quién diseña y quién fabrica?

El diseño industrial de un móvil implica costosos procesos y pruebas que, al realizarlas en España, disparan los costes de producción. Las empresas españolas tienen una alta dependencia de los fabricantes chinos que han desarrollado la capacidad de producir móviles casi personalizados para cualquier marca comercial del mundo en base a los parámetros que les exijan sus clientes.  

Los procesos La atribución de qué nacionalidad es un teléfono no es un asunto sencillo. Apple diseña completamente sus móviles en Estados Unidos pero los fabrica en China con Foxconn. Samsung concibe y fabrica casi todos sus modelos.

Pero un smartphone es la suma de unos 1.000 componentes y cada uno de ellos puede estar diseñado y fabricado por compañías diferentes. Por ejemplo, buena parte de los procesadores de teléfonos móviles del mundo son Qualcomm, pero esa empresa sólo los diseña. No los fabrica.

La mayoría de las empresas españolas que dicen diseñar móviles realmente terminan encargando a empresas chinas tanto el diseño como la fabricación. A pesar de que incorporan algunas líneas decididas en España pero generalmente se trata de decisiones cosméticas de colores, texturas y formas que poco tienen que ver con la confección industrial del aparato.

El listado de Google

La inmensa mayoría de los teléfonos del mundo funcionan bajo el sistema operativo de Android. Y la multinacional Google certifica a las marcas de teléfonos y las autoriza para que puedan incorporar sus aplicaciones como Google Maps, Hangout o Google Play. Se trata del sistema GMS (Google Mobile Services).

Y para que los usuarios tengan una experiencia óptima para el sistema operativo y las aplicaciones todas las marcas deben informar a Google sobre las características de sus móviles a Google para que la empresa autorice el uso de esas aplicaciones en sus teléfonos.

Google tiene un listado de 367 fabricantes oficiales en todo el mundo. Y, por fabricante se entiende en la industria quien fabrica o quien diseña. Algunos de ellos no son actores del sector pero sí han sido reconocidas como marcas por su participación en el proceso de diseño y fabricación como Disney, LandRover, Kodak o, incluso, Carrefour.

Pero en ese listado, sólo aparece una marca española: BQ. El resto no es reconocida por la multinacional como socio oficial. Es decir, los teléfonos vendidos como españoles son registrados con otras marcas genéricas por sus fabricantes chinos.

BQ destina 180 ingenieros sólo al diseño de los teléfonos en un complejo y costoso proceso en el que se decide la ubicación de cada componente. Sólo para la construcción de un prototipo se necesitan unas 10.000 horas de ingeniería mecánica.

¿Qué significa y cuánto cuesta diseñar?

Un móvil cuenta con unos 1.000 componentes y tienen 4.000 líneas, esa especie de vasos comunicantes entre chips y memorias. La construcción implica grandes equipos encargados de hardware, software, mecánica y radiofrecuencias. Es un trabajo que empresas españolas como Zetta o Weimei, con menos de 10 empleados, son incapaces de llevar a cabo.

Un molde para un nuevo teléfono tiene un coste aproximado en el mercado de unos 300.000 dólares, según fuentes del sector. Es decir, crear de cero una nueva carcasa tiene un elevado coste que la mayoría de marcas del mundo prefiere evitar con la adopción de modelos preexistentes.

El resto de las compañías se limita a decidir diseños e incorporaciones estéticas entre un abanico de posibilidades ofrecidas por los fabricantes chinos, que han aprendido a diseñar diferentes modelos para sus decenas de fabricantes en el mundo. Energy fabrica en las plantas de la empresa china CKT mientras que Weimei encarga ese proceso a la empresa asiática Gionée.

La frontera para decidir de qué nacionalidad es un producto casi siempre es difusa pero la lista oficial de Google deja claro quiénes son los responsables de los teléfonos Android. Y en ese listado, los móviles españoles, salvo el caso de BQ, están desaparecidos.

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