Burlan el reconocimiento facial usando máscaras impresas en 3D

Un grupo de investigadores chinos consiguen esquivar el software de sistemas de pago y controles de aeropuertos utilizando caretas a lo Misión: Imposible

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Aunque lo parezca, no es una maniobra propia de Ethan Hunt, el espía que encarna Tom Cruise en la saga Misión: Imposible. Investigadores chinos han conseguido burlar el sistema de reconocimiento facial empleado en sistemas de pago y aeropuertos para conseguir para sacar dinero o conseguir pasar los controles de acceso de las puertas de embarque, como, por ejemplo, el que utiliza el aeropuerto Madrid-Barajas

Los responsables, no obstante, no pertenecen al servicio de espionaje de China, sino a la compañía Kneron, que centra su actividad en la inteligencia artificial. Estos investigadores consiguieron usar máscaras de látex que fabricaron a través de una impresora 3D. De esta forma, pudieron engañar algunos sistemas de pago más usados en el gigante asiático, como AliPay o WeChat.

También lograron burlar el sistema de embarque del aeropuerto de Schiphol, en Ámsterdam (Países Bajos), que utiliza un sistema de identificación biométrica similar. En China consiguieron pasar los controles de algunas estaciones ferroviarias. No obstante, todas estos actos no los cometieron de formar ilegal, sino que fueron supervisados y realizados con los pertinentes permisos. 

Los engaños fructificaron debido a que los sistemas de reconocimiento ya contenían una imagen de la persona usada como ‘molde’ para el diseño de las máscaras. Asimismo, los investigadores reconocen que es «poco probable» que se generalice este tipo de estafas ya que las caretas fueron desarrolladas por un fabricante japonés especializado en impresión 3D. La compañía sí señala que tendría más ‘éxito’ a la hora de suplantar a personalidades famosas.

Según los investigadores, el objetivo era mostrar la «amenaza a la privacidad» que pueden sufrir los usuarios al utilizar este método, que cuenta con softwares de inteligencia artificial implementados. «La tecnología está disponible para solucionar estos problemas, pero las empresas no la han actualizado. Están tomando atajos a expensas de la seguridad», apuntó Albert Liu, consejero delegado de Kneron, en una entrevista con la revista Fortune

El iPhone X, invulnerable

Sin embargo, existe un sistema concreto que no pudieron evitar con las máscaras: el reconocimiento facial del iPhone X, una de las últimas novedades lanzadas por Apple. Para lograr engañar al software Face ID, el que incorpora el smarpthone de la compañía que dirige Tim Cook, la solución era mucho más sencilla que la impresión 3D. 

De hecho, este sistema ya fue esquivado por el grupo de investigadores Black Hat. A principios del pasado agosto, este colectivo utilizó simplemente unas gafas sencillas y cinta adhesiva para conseguir burlar los 30.000 puntos que utiliza la tecnología del iPhone X para crear un mapa tridimensional de las caras de los usuarios. 

Los investigadores explicaron a ThreatPost cuál era el punto débil. «Cuando te pones unas gafas, la función no extrae la información en 3D del área de los ojos», señalaron. 

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