Nomofobia (el miedo a estar sin móvil) es la palabra del año

El diccionario Cambridge elige "nomofobia" como la palabra del año. Acuñado en 2008, el término explica un miedo muy acusado en el siglo XXI

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El miedo irracional a estar sin el móvil o a no poder utilizarlo se llama «nomofobia«, elegida por los editores del diccionario Cambridge como la palabra del año 2018.

El documento recoge la definición de nomofobia como «el miedo o preocupación ante la idea de estar sin el teléfono móvil o no poder usarlo», aunque la palabra fue acuñada tan temprano como 2008, cuando esta condición no era tan masiva como actualmente.

Nomofobia fue seleccionada como «la palabra de la gente de 2018» tras una votación pública en la que Cambridge invitó a los seguidores de sus redes sociales y a lectores de blogs a elegir entre cuatro términos para describir el año; las otras tres eran «ecocidio», «sin plataforma» (o «no-platforming», en inglés) y «brecha de género».

Un «ecocidio» («ecocide» en inglés) es el nombre que describe «la destrucción del medio ambiente natural de un área, o un daño muy grande», y es frecuentemente aplicado por los británicos ante la deforestación. «Brecha de género» («gender gap» en inglés) explica, como sabemos, las diferencias sociales y económicas entre hombres y mujeres.

Por su parte, «sin plataforma» se refiere a «la práctica de rechazar a alguien la oportunidad de hacer que sus ideas o creencias se escuchen públicamente por el miedo a que estas creencias sean peligrosas o inaceptables».

Nomofobia o la ansiedad por la lejanía del móvil

Otra forma de explicar la nomofobia es la «ansiedad por la separación del móvil», y es un fenómeno muy acusado durante esta década. Fueron los mismos británicos los que lo acuñaron originalmente, combinando las palabras «no», «móvil» y «fobia» después de una encuesta en la que muchos entrevistados aseguraron sentirse así.

Los científicos de la City University de Hong Kong y de la Sungkyunkwan University de Seúl alegan que los «smartphones» de ahora son tan avanzados y personalizados que se han convertido en una extensión de nuestros cuerpos, por lo que su ausencia nos puede hacer sentir vacíos de identidad, lo que puede llevar a la ansiedad, informó The Independent.

«Vuestra elección, nomofobia, nos dice que las personas de todo el mundo probablemente experimenten este tipo de ansiedad lo suficiente como para que reconozcan que necesitaba un nombre», dijo Cambridge en su blog. «Por supuesto, no es una palabra científica; una verdadera fobia (miedo extremo a algo) es diferente de la ansiedad (preocupación extrema)», agregó.

Alessandro Solís Lerici

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