Bruselas destinará 100 millones a inversiones en IA y blockchain

La Comisión Europea lanza un plan junto al Fondo Europeo de Inversión con el que espera generar el triple del montante total invertido, unos 300 millones

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Europa no quiere quedarse atrás en el salto tecnológico que traerán nuevas tecnologías como la inteligencia artificial y el blockchain. Para ello, la Comisión Europea va a invertir 100 millones de euros a través del Fondo Europeo de Inversión (EIF, por sus siglas en inglés) para el desarrollo de productos y servicios basados en estas soluciones. Según el EIF, la inversión generará el triple -300 millones- para las empresas. 

A partir del próximo año, el plan de la Comisión Europea es aumentar aún más el capital aportado a través de un sistema para contar no solo con inversores privados, sino también con bancos nacionales. El EIF, por su parte, considera que su asociación con el organismo «puede ser una poderosa fuerza [en el mercado] para establecer precedentes regulatorios y legales y facilitar el camino hacia la regulación en Europa». 

Según la entidad, la financiación de productos que cuenten con tecnología de inteligencia artificial y blockchain «rara vez» superan la fase de prueba en Europa. La realidad europea choca con la de otros territorios, como Estados Unidos o China. El EIF considera que, en Europa, «solo unos pocos» fondos de capital riesgo invierten en blockchain, mientras que en el gigante norteamericano hay más de cincuenta. 

En cuanto a la inteligencia artificial, el alumno más aventajado de la clase europea podría abandonar la comunidad en un futuro próximo. Según el informe FinTech 2018, elaborado por la firma Innovate Finance, Reino Unido fue el país de Europa que más invirtió en esta tecnología en 2018, 14,13 millones de libras -unos 16,5 millones de euros-, aunque solo supuso un 1% de la inversión en capital riesgo. 

«La inteligencia artificial y la cadena de bloques solo pueden cambiar vidas si se pueden comercializar y usar. Esperamos que eso suceda», concluye el EIF, sobre la necesidad de la aplicación de estas tecnologías en Europa. 

De hecho, las instituciones europeas esperan competir de tú a tú con otros Estados. Para finales de 2019, las previsiones indican que la parte occidental de Europa seguirá siendo la segunda región del mundo que más habrá gastado en blockchain -612 millones de euros- según la International Data Corporation.

Estados Unidos terminará un año más como líder del ranking con una inversión de 1.100 millones de dólares -unos 999 millones de euros- mientras que China lo hará como tercera con 319 millones de dólares, unos 290 millones de euros. 

Sin embargo, el gigante asiático se guarda un as en la manga. Según el Instituto Allen, que centra su actividad en la inteligencia artificial, desde 2005 se han publicado más estudios sobre esta tecnología que en Estados Unidos. Solo en 2918 se publicaron 28.000 investigaciones en China, mientras que al otro lado del Pacífico, la cifra es un 14% inferior, 24.000 publicaciones. 

En España no hay una cifra de inversión

Según el informe de Madurez Digital en España elaborado por Minsait, solo un 30% de las compañías que forman el tejido empresarial han incorporado soluciones de big data, una de las tecnologías que pueden aplicarse -y complementarse- con la inteligencia artificial y el blockchain. En España, de hecho, no existe una cifra oficial de la inversión en estas soluciones. 

El único gesto lo dio el Ejecutivo en funciones de Pedro Sánchez a principios del pasado marzo. Siguiendo los pasos del presidente francés, Emmanuel Macron, Sánchez presentó un documento que debería ser el borrador de la denominada Estrategia Nacional de Inteligencia Artificial. Curiosamente, la primera de las recomendaciones recogidas en el documento es la creación de una Estrategia Nacional que «permita el desarrollo de medidas específicas». 

 

También recoge algunas medidas más concretas, como la creación de un Observatorio Español de la Inteligencia Artificial o remodelar el Instituto Nacional de Datos para «definir una gobernanza sobre los datos procedentes de los diferentes niveles de la Administración Pública». Precisamente, el informe de Minsait concluye que más de la mitad de las firmas españolas no tiene un programa orientado a la gestión de los datos.

Por el momento, la maniobra del Ejecutivo solo se ha traducido en una declaración de intenciones mientras que Europa reclama medidas concretas y, al menos, una aproximación de la cuantía invertida. 

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